jueves, 7 de agosto de 2014

TESTIGOS DE LA LUNA - Capítulo 21.

I

Después de hablar con Natasha y comprobar que se encuentra bien, Derek va hasta la habitación de Axel, consciente de que Ayleen aún no habrá terminado de cenar y tiene que hacer tiempo. Además, le apetece ver a sus amigos.

Cuando llega a la puerta da dos toques seguidos, espera, da otros dos toques, vuelve a esperar y concluye con un solo golpe. Abren inmediatamente, pues ese sonido indica que es uno de ellos, y Derek ve relajarse la cara de su amigo, aunque luego Axel vuelve a alarmarse por algún motivo desconocido.

El joven moreno entra en el cuarto y ve a Spike tumbado en la cama, con una pelota de pin pon en las manos. Al ver que es Derek, reanuda lo que estaba haciendo antes y comienza a lanzarla hasta que casi toca el techo.

-Pensábamos que sería Owen -Axel explica su inicial cara de preocupación.
-¿Ha venido por aquí?
-Nah -Spike captura la pelota y la lanza una vez más.
-De todos modos a vosotros no os ha hecho nada, podéis seguir hablando con él -Derek se encoge de hombros y se sienta a los pies de la cama, dejándole la silla del escritorio a Axel.
-Ese es el problema, que no sabemos cómo debemos, ni cómo queremos, tratarle.

Derek asiente con la cabeza puesto que él mismo sabe que se sentiría igual si no hubiera sido su hermana la afectada.

-¿Qué haces aquí? -pregunta el dueño del cuarto, pero no con molestia sino con curiosidad.
-Quería saludar a unos y otros.
-A la pelirroja -dice Spike con tono pícaro.
-Se llama Ayleen -corrige Derek, e inmediatamente se da cuenta de que esa objeción no es nada propia de él.
-¿Te la has tirado ya o no? -sujeta la pelota en sus manos, interesado.

Muy a su pesar, el chico de ojos negros niega con la cabeza.

-Uf, no has sido capaz de cumplir tus palabras.
-¿Qué palabras?
-Dijiste que sólo necesitabas un mes -interviene Axel-. Y ya ha pasado uno.
-Bah, no importa. Cuanto más dura es la cáscara, más bueno es lo que hay dentro.

Derek se echa a reír con el comentario de su amigo. Tal vez tenga razón. En cualquier caso, no sabe qué le está pasando. A él jamás se le había resistido nadie de ese modo, y si alguna amenazaba con ser así, solía buscarse a otra y listo. Por qué en este caso está persistiendo sigue siendo una incógnita para él, pero tiene que haber un motivo y ya sospecha cuál es, aunque no piensa admitirlo.


II

Ayleen se ha pasado la cena casi sin hablar, y Connor, como siempre, no le ha preguntado nada. Hayley ha ocupado ese vacío comentando cosas que han pasado esa mañana en la clase, aunque Marcus parece ser el único que la ha escuchado.

Después de una comida poco sabrosa, todos comunican sus intenciones de irse a sus dormitorios a dormir. Ayleen se queda algo rezagada, pensando en los motivos por los que Derek decidió desaparecer de su vida durante una semana. No es que hasta el momento haya sido una constante en ella, pero...
Repentinamente, siente una mano rodeando su muñeca que tira de ella y la hace chocar contra algo firme y cálido. Todo a su alrededor se ha vuelto oscuro, pero escucha una respiración pausada que no puede pertenecer a otra persona que no sea Derek. 

-¿Dónde estamos? -pregunta ella.

El joven le pone un dedo en los labios para que guarde silencio. El contacto le provoca un escalofrío, tal vez por el roce con la piel de él, o tal vez porque no verle ni poder adivinar sus movimientos la pone nerviosa de una agradable manera.

-En la habitación de la limpieza -informa Derek en un susurro, y Ayleen nota el aliento del chico en su rostro.

Asiente con la cabeza y él retira el dedo de sus labios sólo para hacerlo recorrer muy lentamente la piel de la pelirroja desde el hombro hasta la muñeca, erizándole el vello a su paso. Posa la otra mano en la parte final de su espalda, casi tocándole el trasero, y en lugar de rechazar el contacto, Ayleen sucumbe y se pega contra él. Derek acerca despacio su boca a la de ella, que se entreabre con anhelo. Primero es sólo un roce, el joven moreno separa su boca, conduce la mano desde la muñeca de Ayleen hasta su cuello y la besa otra vez, ahora dedicándole más tiempo, recreándose en ello, sintiendo como las respiraciones de ambos se acompasan y sus movimientos se acomodan a los de sus labios, permitiéndose incluso experimentar con sus lenguas. Después de un instante eterno, Derek succiona juguetonamente un punto del cuello de ella, y se separan.

Quizás ya lo hayan hecho muchas veces, pero Ayleen siente que esa es la primera vez que se besan de verdad. No está segura de por qué, es posible que sea por la intimidad del momento o porque hasta entonces no había llegado a ser consciente de cada movimiento y cada respiración. Ahora, algo en su interior hace clic, y de pronto todo encaja. De repente, siente unas ganas inmensas de volver a besarle, de que la rodee con sus brazos y que la tienda en una cama, pero también de caminar tranquilamente con él por la calle, cogidos de la mano, mirándose de reojo y susurrándose al oído secretos que únicamente ellos conozcan. Se pregunta si está enamorándose de Derek y la posible respuesta la asusta.

-Me has olvidado durante una semana -murmura Ayleen apartándose un poco y chocando contra algo que parece una fregona. 

Es posible que sólo lo haya dicho porque necesita autoconvencerse de que no debe pasar lo que ella quiere que pase, y en la oscuridad del cuarto de la limpieza alza la vista hasta donde deberían estar los ojos de Derek.

-Eso es lo que tú piensas -vuelve a cogerla de la muñeca-. Vamos.

La joven pelirroja se deja arrastrar hasta fuera de la habitación, y con cuidado de que nadie les vea, la pareja camina por la residencia en dirección a una puerta que da al exterior, concretamente a la zona de la piscina.

Ya es tarde y el cielo está casi completamente oscurecido, por lo que hay encendidas varias farolas al borde de la piscina. Un día entre semana y a esas horas es poco probable que entre alguien allí, pero por si acaso los jóvenes se dirigen hasta la esquina de la piscina más alejada de la puerta, y allí se sientan. 

Tras un minuto en un confortable silencio, Ayleen se quita los zapatos y se arrastra un poco hacia delante, para meter los pies en el agua. Derek la imita, y la chica mueve tranquilamente las piernas hacia delante y detrás, creando ondas en el agua. Las sombras se proyectan en el césped, y ninguno de los dos parece querer decir nada para no romper el momento. Finalmente, Derek mira al cielo y habla.

-¿No parece que fuéramos las dos únicas personas en el mundo? 

Ayleen le mira, sorprendida de escucharle tan ensimismado y pensativo; después alza la cabeza también y se fija en que él está mirando a la luna llena.

-No estaría nada mal -confiesa ella-. Seríamos los dos únicos testigos de la luna.
-Y posiblemente no sobreviviríamos durante mucho tiempo.

La chica sonríe, y Derek también lo hace. 

-Seguro que nos salvaríamos -Ayleen sigue moviendo los pies despreoupadamente.
-¿Por qué? 
-Porque somos los protagonistas -arruga la nariz y Derek vuelve a sonreír, divertido por el gesto.
-¿Y cómo acabaría la película? 

La pelirroja lo mira, y por primera vez desde que está con él, se siente una niña pequeña, y sabe que Derek se siente así también. Y le gusta, porque es muy fácil sentirse atraído por una persona, pero estar cómodo durante los silencios o experimentar nuevas facetas de uno mismo con alguien es mucho más complicado.

-Pues como todas las películas americanas. Tras varios momentos de tensión en los que parece que todo está perdido, al final conseguimos encontrar a otros seres humanos y somos felices para siempre.
-Se te ha olvidado algo -el joven moreno ha perdido toda la autosuficiencia en el rostro y ahora sólo la mira con ojos transparentes.
-¿El qué? 
-El beso.
-Bueno, no hay por qué esperar hasta el final de la película... 

Derek ríe suavemente y se inclina hasta la muchacha. Sus labios se rozan cuando...

-Pero primero mejor un baño -con un empujoncito por la espalda, tira a Ayleen al agua.

La chica aún tiene la cabeza bajo el agua cuando nota la sacudida de Derek impactando contra la superficie. Al menos ha tenido la decencia de tirarse él también, piensa. Aunque la verdad es que no le importa, y en cuanto que saca la cabeza estalla en una carcajada, ignorando la ropa mojada, que al día siguiente tiene clase y que se supone que Derek no debería estar allí. Se siente como un momento atrás, una niña, y a pesar de todo le parece que nunca ha sido tan libre. Libre para saltarse las reglas y bañarse vestida y libre para estar con el chico que le plazca a pesar de las opiniones desaprobatorias de los demás. Ni siquiera piensa en qué pensaría Connor.

Durante un rato juegan a salpicarse y a besarse, a nadar y encontrarse, y a ojos de cualquiera parecerían una pareja... si bien entre ellos hay algo mucho más complicado que eso. Ni siquiera saben si se quieren, sólo que disfrutan la mutua compañía.

Acaban tendidos en el césped, bocarriba y resollando, notando las ropas mojadas contra la piel. No hace frío pero sí fresco, y los dos echan en falta un calor corporal que no tardan en darse. Derek se tumba de lado y mira a Ayleen. 

-¿Qué? -pregunta ella.
-Nada -se inclina y la besa.

Y así pasan las primeras horas de la noche, contándose cosas entre beso y beso. Ayleen le habla de su trabajo en el restaurante y de sus clases de anatomía, mientras que él le cuenta historias de cuando era niño que nadie excepto Natasha había escuchado nunca. De lo que ninguno de los dos se percata es de que hay alguien observándolos desde la ventana de una habitación.


[Y aparecí de nuevo. Estuve de viaje y por eso no subí capítulo, lo siento mucho. Espero que el capítulo os haya gustado, sé que está siendo todo muy pesado pero no os preocupéis porque a la novela ya le queda poco y eso implica que la acción se irá concentrando más. Subiré tan pronto como pueda, gracias por seguir leyendo, y comentad por favor]

3 comentarios:

  1. ASDFGHJKLÑ *-* Por fin volviste :') Espero que lo hayas pasado genial de viaje :)

    Ay Dios, ¿quién les estará mirando? :O

    Que bonitos son juntos, en serio :')

    ¿Por qué no sé qué más decir? :/ A parte de lo que te digo siempre: TDLL=perfección

    Bueno espero que sigas prontito :) Muchos besoooos xx

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  2. Anaaaa ¡me encanta! Lo de testigos de la luna me ha llegado. De verdad que no sé cómo se te ocurren esas cosas. Son súper ingeniosas y tú eres una increíble escritora. Un besito.

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  3. Hola, soy una lectora que lleva mucho mucho tiempo aqui pero que solo aparece muy de vez en cuando. Sin embargo queria comentar esta novela porque supongo o creo que habras tenido que arriesgar y tomar una decision muy importante al dejar las novelas para fans o fanfics o como lo llame la gente, y empezar esta, porque yo te he leido desde que escribias imaginas en twitter, y puede que entonces no fuera tan obvio pero cuando empezaste con el blog y con las novelas, aunque fueran de los chicos, para mi iban mucho mas allá de eso, se notaba que tienes talento para escribir y pensé que solo era cuestion de tiempo que quisieras contar una historia propia sin nombres conocidos, y en mi opinion esta novela ha sido un acierto porque aunque has dejado de lado los nombres, para mi has ganado mucho, has conseguido un fondo en los personajes que has podido modelar un poco mas y con mas libertad, has podido meter diferentes historias en la misma novela y hay ciertos misterios que puede que yo no encontrara en las anteriores y que han ayudado a crear un ambiente en el que ha sido facil meterse y divagar, ir de un lado a otro y tener esa libertad que decia antes para definir y redefinir todo, que a mi modo de ver hace que la historia gane mucho, asi que en definitva, para mi ha sido una buena decision y es una buena novela.
    S.

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