sábado, 9 de marzo de 2013

#Imagina de Harry PARTE 7


Los labios de Harry se deslizan sobre los tuyos dulcemente, sin prisa. Sientes que si alguna vez besaras a un ángel, éste no lo haría ni la mitad de bien que lo hace Harry.

De repente, notas que el chico te coge de la muñeca y tira de ti hacia el interior de un armario. Él también se mete dentro con rapidez, y cierra la puerta con cuidado de no dar un golpe.

-¿Qué…? –preguntas, desconcertada.

Harry no dice nada, sólo te pone dos dedos en los labios, para que no hables. Justo entonces escuchas unos pasos acercarse y la puerta de la habitación abrirse.

Contienes la respiración.

Debe ser alguno de los trabajadores del zoo que vaya a alimentar a los peces o algo así. La mano de Harry roza suavemente tu mano, y te fijas en que vuestros cuerpos están totalmente pegados, tu espalda contra su pecho. El armario es un sitio bastante pequeño, así que no habría otra forma de que los dos cupierais ahí dentro.

-Toma tu traje, anda, vamos a darles de comer y nos vamos cuanto antes –escuchas que dicen, y para tu sorpresa, la voz te suena.

Cierras los ojos intentando recordar y…

-Mike, este es el tuyo, el mío es ese de ahí –¡BINGO!

Sí, ese de ahí fuera es Mike, el tipo con el que tuviste aquella cita fallida. Jamás hubieras esperado que trabajara en el zoo. No puedes seguir pensando en eso porque Harry pasa sus labios lentamente por la línea de tu hombro, dándote pequeños besitos. Te recorre un escalofrío, y sientes que un calor muy intenso se apodera de todo tu cuerpo. Él aparta con cuidado el pelo de tu espalda y lo deja caer hacia delante, de modo que tu cuello queda al descubierto. Dibuja la línea de tu columna vertebral desde la base hasta el cuello con un dedo, muy, muy despacio, como torturándote. No puedes quejarte ni decirle que pare, pues en la habitación sigue escuchándose que Mike y su compañero están poniéndose el traje, pero de todos modos tampoco quieres que pare. Apoyas la parte de atrás de tu cabeza en el pecho de Harry, cerrando los ojos, y él te da un beso en la frente. Abres los ojos y te encuentras con los de él, más brillantes que nunca, y muy abiertos. Ves en ellos esa picardía que caracteriza al chico, y te preguntas si lo que estás haciendo está bien. Probablemente no.

Harry coloca sus manos en tu vientre y te pega contra sí. Sientes un bulto en tu espalda, y al darte cuenta de lo que es, te sonrojas, aunque él no puede verlo.

Aquello… Aquello te hace darte cuenta de que estás metida en un armario con ese chico al que conoces desde hace dos días, que se mueve por lugares nada aconsejables, y al que ya le has entregado más de ti de lo que deberías, lo que está pasando en ese instante no debe llegar a más. Al menos por el momento.

-Vamos –escuchas que dice Mike.

Por lo visto, ya se han puesto los trajes de buceo y van a ir a alimentar a los peces. En la propia habitación hay una escalera que conduce hasta la parte alta de la pecera, con lo cual podéis aprovechar mientras ellos suben para salir de la habitación sin que nadie se entere de que estabais en un sitio en el que no podíais estar. Y de paso, te sirve para volver a mantener una distancia de seguridad entre Harry y tú.

Cuando se escuchan los pasos de los trabajadores subir las escaleras, abres la puerta del armario y sales de él bruscamente.

-¿Pasa algo? –pregunta Harry, confundido.
-Sí, que nos quedamos sin bañarnos con los delfines. Bueno, otra vez será, hala, vámonos –dices, abriendo la puerta de la habitación.

Él frunce el ceño, pero sale de allí sin decir nada al respecto. Quizás él también se haya dado cuenta de que lo que ha pasado en el armario os ha gustado a ambos, pero estaba fuera de lugar.

-Pues es una pena… ese baño habría estado bien –comenta él.
-En fin, se nos han adelantado –dices, subiendo las escaleras que os llevan fuera del acuario.

Al salir, os dais cuenta de que está anocheciendo.

-Creo que es hora de volver a casa –miras a Harry.
-No eres de vida nocturna, eh, bombón –él sonríe.
-Más bien no, prefiero la luz del sol y esas cosas.
-Pues no sabes lo que te pierdes.
-Styles, quizás tú vivas por la noche y duermas durante el día, pero yo prefiero hacer las cosas como las personas normales –ladeas la cabeza y ríes levemente.
-Ser normal es aburrido.
-Los sitios a los que tú seguramente vas por las noches lo son también para mí –alzas las cejas.
-Tienes razón, bombón, esos sitios no son un lugar seguro para una señorita inocente como tú –sonríe con descaro.
-No podría estar más de acuerdo. ¿Y qué tal tu primera vez? La cita, me refiero –bromeas.
-Pues has conseguido que no sea tan doloroso como suele ser, gracias, he disfrutado –dice él, siguiéndote el juego haciendo como si fuera una chica.
-¡Acaba de salir de tus labios la palabra “gracias”! –exclamas, sorprendida.
-Uy, se me ha escapado, tranquila, no volverá a ocurrir –hace una mueca y luego sonríe.

Camináis por entre las jaulas de los animales sin decir nada durante unos minutos.

-He pensado que… -comienza a decir Harry cuando pasáis la puerta del zoo, pero en ese momento una chica se acerca a él y le da un fuerte abrazo.
-¡Harry! –exclama ella.

Tú te separas un paso de ellos y alzas una ceja. Cuando la joven se separa de él, ves a una chica con una larga melena negra y rizada, y unos ojos verdes que miran a Harry con intensidad. Lleva una falda vaquera extremadamente corta y un top que deja ver su vientre plano. Seguramente es el prototipo de chica a la que los hombres llamarían “sexy”.

-Deborah… Cuánto tiempo –dice él, como cohibido.
-¿Cuánto tiempo? –la chica te ignora completamente- ¡No me dirás ahora que no te acuerdas de lo que pasó anoche, eh! No bebiste tanto –guiña un ojo.

Algo te hace pensar que ese “lo que pasó anoche” no se refiere precisamente a que se fueron juntos de copas y ya está.

-Eh, no, claro que me acuerdo –dice él, sonriendo, y no eres capaz de saber si es una sonrisa real o una forzada.
-Podríamos repetirlo esta noche… –ella suelta una melodiosa carcajada, y se pasa la lengua por el labio inferior deliberadamente.
-Esto…
-Creo que se me ha caído el móvil ahí dentro, en el acuario. Ahora vengo –dices.

La tal Deborah te mira por primera vez, y Harry ladea la cabeza. Tú echas a andar y le dices a la chica que vende las entradas que se te ha caído el teléfono dentro, y como acabáis de salir, te deja volver a entrar. Obviamente eso no es cierto, tu móvil está en el bolsillo, como siempre, pero no piensas aguantar como esa mujer y Harry quedan para acostarse, igual que hicieron anoche.

“¡Dios! ¿De verdad pensabas que no iba a ser así? Sólo hay que pasar cinco minutos con él para darse cuenta de qué es lo que quiere de las mujeres”, te dice tu cerebro.

Intentas contener las ganas de llorar, pero un par de lágrimas se escapan de tus ojos. Ese beso, eso que ha pasado dentro de la habitación del acuario ha significado para ti algo, que claramente él no ha sentido. ¿A cuántas más liará para que salgan un rato con él? Luego se las llevará a la cama y listo. ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? Te gusta. Sí, lo admites, te gusta. Y no sabes qué te duele más en ese momento, si el hecho de que esa noche haya estado con esa chica, Deborah, después de haberte conocido, después de haberse mostrado interesado en ti, o el hecho de que al día siguiente de estar con ella tenga la desvergüenza de besarte a ti, como si nada tuviera que ver. O puede que lo que más te duela sea simplemente que haya estado con ella, mucho más guapa que tú, con muchas más curvas. Algo que tú nunca podrás alcanzar, con lo cual, es imposible que él se interese más por ti que por ella. Tal vez a ella la tratara igual que te ha tratado a ti, luego consiguió lo que quería y sencillamente fue a por otra.

Ahora las lágrimas corren por tus mejillas sin ningún control.

“Capullo.
Imbécil.
Gilipollas.
Subnormal.”

Pero, a pesar de todo, no puedes evitar sentir eso que has sentido durante toda la tarde. Tal vez eso sea lo que sienten las personas cuando comienzan a enamorarse. No lo sabes, nunca has estado realmente enamorada.

Te sientes impotente. Quizás en ese momento incluso estén quedando para esa noche, o besándose. Se te hace un nudo en la garganta. Sí, definitivamente una de las cosas que te está haciendo llorar son los celos.

Entonces te das cuenta de que has llegado a las escaleras del acuario. Puede que Mike y su compañero sigan dando de comer a los peces…

…Mike…

Se te ocurre algo. Estás convencida de que Harry sólo está intentando utilizarte. En ese caso no le importaría demasiado… Te secas las lágrimas y sonríes levemente.

Bajas las escaleras y llegas al acuario abriendo y cerrando los ojos para intentar que tus ojos dejen de estar rojos por el llanto y recuperen su color natural. Te miras en uno de los paneles informativos, que es tan brillante que refleja. Ya estás bien. Buscas con la mirada a los dos empleados dentro de la pecera, pero no ves a nadie. Quizás ya se hayan ido, y entonces lo que se te ha ocurrido se vaya al traste.

Pruebas a entrar en la habitación donde se guardan las cosas, y encuentras a Mike solo, limpiando unos cubos.

-No se puede entrar aqu… -ladea la cabeza y esboza una sonrisa- ¡Anda! ¡Pero si eres tú!
-Pues… sí, soy yo –te encoges de hombros y sonríes.
-¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo? Bueno… -va a comenzar a hablar, como de costumbre, pero tú le interrumpes.
-Quería proponerte volver a quedar –dices directamente.
-Eh… ¿Cómo sabías que trabajo aquí?
-Julia me lo dijo –respondes sin pensar.
-Que yo sepa… yo no se lo he dicho a ella –frunce el ceño.
-Sí que se lo has dicho, lo que pasa es que no te acordarás. Si no, ¿cómo iba a saber yo que te podría encontrar aquí? –respondes con tu mejor sonrisa.
-Tienes razón –deja el cubo que tiene en las manos en el suelo-. Bueno, pues está bien, quedemos otra vez. No sé por qué tenía la sensación de que no querrías volver a verme –se ríe él mismo de lo que acaba de decir, creyendo que estaba equivocado.
-¡Claro que no! –mientes- ¿Te parece bien mañana?
-Sí, ¿por qué no? ¿A dónde te apetecería ir?
-Al restaurante de ayer –te apresuras a contestar.
-¿Allí? No sé, ya hemos estado, y el servicio no era demasiado bueno…

Casi se escuchan los engranajes de tu cerebro moviéndose a toda prisa. Necesitas que sea allí. Necesitas que sea allí porque quieres que Harry os vea. Quizás sea una forma de actuar infantil eso de intentar darle celos tú también a él, pero no se te ocurre otra cosa que puedas hacer.

-A mí la comida me gustó… No sé, me gustaría repetir… ¿Por favor? –le miras.
-Está bien –sonríe.
-Genial –tú también sonríes, ampliamente, y esta vez realmente sientes que tienes un motivo para tu sonrisa-. En fin, mañana nos vemos –abres la puerta para marcharte.
-¿A qué hora?
-Pues… a la de ayer. ¡Hasta mañana!

Sales de allí con los ánimos algo renovados. En el fondo crees que así vas a descubrir si Harry siente algo por ti. Si lo siente, se pondrá celoso, y tú te darás cuenta de ello. Si no reacciona de ninguna forma en especial… bueno, eso significaría que todo esto no ha sido nada para él. Sea como fuere, vas a descubrirlo al día siguiente.

Al llegar a donde está Harry –y allí sigue estando Deborah-, sonríes y sacas el móvil del bolsillo.

-Pues sí, se me había caído –te das una palmadita en la frente-. Qué despiste.
-Bueno, Deborah, me voy. Nos vemos –dice él a la chica.

Ella va a despedirse con un beso en los labios, pero Harry gira la cara y se convierte en un beso en la mejilla. Deborah hace una mueca, pero no dice nada, tan solo se despide con la mano mientras os alejáis.

-Esto… -comienza a decir él.
-Es igual –te encoges de hombros-. No hace falta que me expliques nada.

Y de hecho no hace ninguna falta. Ya te vas a enterar mañana de qué es lo que siente Harry por esa chica, o más bien, de qué es lo que siente por ti. 



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11 comentarios:

  1. Me encanto! capitulo 8 cuanto antes por favor, no tengas prisa, saludos =)

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  2. Esto me supera. No podré esperar hasta el lunes. Es genial besos<3

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  3. Por dios! Deborah me cae mal, y a Harry que hizo la noche esa? Siguela porfaaa adiooss :)

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  4. Me encantaa!! Por favor siguelo cuanto antes;))

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  5. ¡Preeeciosa! Que ganas de leer el siguiente capítulo, espero que tenga un buen final :)

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  6. Hola, me encanta afshdkald me he leído todos los Imaginas que llevas hasta ahora y son perfectos. Me encanta como escribes! :D
    bueno, yo tengo una fic, si quieres simplemente entra en mi blog y comenta :)

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  7. Me ha encantado, espero qe subas mas y que no deje cn tanta intriga, es genial :)


    Natalia Calleja Ruiz

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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