miércoles, 9 de diciembre de 2015

Epílogo de una historia que nunca sucedió.

Me decepcionaste, y tú ni siquiera sabes cómo.
O por qué. 
Quizás ni sabes que me has decepcionado.
Esperaba más
como siempre.
Demasiado. 
La gente ya no se da por completo,
y tú no ibas a ser diferente. 
no me considerabas especial.
Yo a ti sí, supongo.
No hace falta suponer; lo hacía.
Tal vez el problema fuera que me habías dado motivos para creer que todo era distinto.
Que yo era distinta.
No lo era, nunca lo soy.
No te preocupes,
ni para ti ni para nadie.
Pero esta vez
eras tú.
Tú.

Fuiste tú quien
sin saberlo
me engañaba.

Quiero alejarme de ti.
Quiero un motivo real para alejarme de ti.
Dámelo, por favor
porque yo sigo sin encontrar uno definitivo.
Vete.
Te prometo que esta vez
no intentaré que te quedes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Motivos para sonreír.