sábado, 18 de enero de 2014

EN UN INSTANTE - Capítulo 3.

Podría tardar un buen rato en contar lo que pasó desde el momento en que Niall, Louis, Liam, Harry y Zayn se sentaron en la fila final de la clase hasta el momento en que, pocas horas más tarde, los chicos, Steph y yo comíamos en la misma mesa del comedor. Podría contarlo, pero las dotes sociales de mi amiga me han resultado siempre tan incomprensibles que todavía sigo sin ser capaz de dar crédito al hecho de que el mismo día en que los chicos nuevos llegaron, ya trataban a Stephanie como si la conocieran de toda la vida. Además, mi visión de ese proceso fue, básicamente, contemplar desde mi mesa de la clase cómo Steph, durante los cambios de hora, se acercaba con total naturalidad a los chicos y les ofrecía sus resplandecientes sonrisas y palabras que yo no siempre llegaba a escuchar.

Por supuesto, ella no fue la única que intentó ganarse el privilegio de ser la protectora o persona-que-le-enseña-a-los-nuevos-donde-está-todo-en-el-instituto, pero de alguna manera fue ella la que lo consiguió. Sí, por si os lo estábais preguntando, mi mejor amiga y yo eramos como la noche y el día. Yo, sin duda, era la noche.

Durante el almuerzo, yo no tenía ni idea de cómo actúar. La parte más –abrid comillas- atrevida –cerrad comillas- de mí (y digo lo de las comillas porque en una escala de atrevimiento eso estaría a la altura de Amber enseñando la piel desnuda de sus tobillos) esa parte deseaba hablarles, que me metiera en la conversación, deseaba descubrir que no todo el mundo me ponía una cruz roja en la cara nada más verme. Sin embargo, mi otra parte, la dominante en mí, la que tenía capacidades de invisibilidad, me decía que era mejor que directamente ni lo intentara, que era mejor dejar que centrasen toda su atención en Steph y no se dieran cuenta de que yo estaba allí, porque así al menos no me arriesgaba a caerles mal.

Steph, sin duda, intentaba integrarme con los cinco chicos. Resulta un tanto irónico que yo necesitara ser la integrada, y no ellos, pero así era mi vida por entonces.

-Tenemos treinta y cinco minutos para comer, ¿verdad? –mi amiga me miró, esperando mi confirmación, aunque sabía perfectamente que era así.

Asentí con la cabeza.

-Como habréis podido ver, es bastante callada –sonrió-. Pero tiene un potencial secreto que nadie ha descubierto todavía.
-Pareces una guía turística de un museo, y yo un cuadro –protesté.
-Bah –se giró hasta los chicos.
-¿Y cuál es ese potencial? –preguntó Niall, mirándome con curiosidad.

Esa fue la primera vez que se dirigió a mí. Sin contar cuando estoy segura de que me miró, mientras iba a sentarse en la primera hora de clase, creo que también fue la primera vez que teníamos contacto visual. Tal vez podría dedicar más tiempo a los ojos de Niall del que podría necesitar para contar cómo Steph consiguió meterse a esos chicos en el bolsillo. Os diré sólo lo estrictamente necesario.

Los ojos de Niall son azules, pero no del azul del mar, ni del azul de un cielo sin nubes, no. No sé si alguna vez habréis visto una cocina de gas, o sólo conoceréis las vitrocerámicas modernas. Pues las cocinas de gas se encienden con una pequeña chispa y adquieren una llama de un tono azulado brillante y muy intenso. Así son sus ojos. No se pueden comparar con el cielo o el mar, que sólo son capaces de estar o en calma o embravecidos. Hay que compararlos con algo incandescente, algo capaz de prender y de brillar, y de consumir todo el oxígeno que le rodea, igual que hacer perder la respiración a cualquier chica que los contempla.

Volviendo a la historia, llevaba tanto rato sin hablar que tuve que carraspear antes de responder, y aun así la voz me salió ronca. Maldije para mis adentros.

-No es nada –intenté sonar lo más agradable posible.
-¡Ha hablado! –Steph alzó las manos al cielo- Pero eso es mentira. Sabe cantar. Y además, muy bien.

Me apunté mentalmente asesinar a Stephanie en cuanto tuviera un momento libre, e hice una mueca.

-No sé.
-Sí sabes –me contradijo ella.
-Nosotros cantamos –intervino Louis, que ya en ese momento se había demostrado como el más dicharachero de todos.
-Cierto, tenemos una especie de grupo –corroboró Harry.
-Precisamente por eso hemos venido aquí –dijo Liam, y todos los demás le miraron con expresión de reproche, como si hubiera dicho algo que no debía haber dicho.

Estaba claro que los chicos no querían que se supiera qué hacían allí, aunque yo no podía entender por qué. Ahora, obviamente, sí que lo sé. Pero os dejaré con la intriga igual que estuve yo tanto tiempo.

-A mí me gustaría escucharte cantar –Niall volvió a fijar sus ojos en mí.
-Y a mí –le apoyó Steph.
-Ya no canto.
-¿Qué? –mi amiga me miró igual que si le hubiera dicho que acababa de perder un pie.
-Que ya no canto –repetí, con calma.

Era cierto. Yo solía cantar siempre. Cuando estaba en mi casa, mientras me duchaba, cuando escuchaba música, cuando Steph me lo pedía… Pero no sé exactamente en qué momento, dejé de hacerlo. Ahora iba por casa intentando hacer el menor ruido posible, como evitando encontrarme con mis padres y tener que pararme a contarles mi vida. Escuchaba música, pero con los auriculares, y nunca me ha gustado cantar con auriculares. Había dejado de cantar. Así de sencillo.

-¿Te gustaba hacerlo? –preguntó Liam, que en el resto de la conversación había sido el que menos había hablado.
-Steph, has hecho que esto trate de mí, cuando debería tratar de ellos –les señalé.
-En realidad, es mejor así –rebatió Louis.
-¿Por qué? –dije, espontáneamente, y me sorprendió a mí misma el haber hablado sin que me preguntaran de forma directa.
-Porque todo esto ya va de nosotros –señaló a todos los que, con disimulo, miraban en nuestra dirección con curiosidad.
-Pero es normal… Sois los nuevos, quieren saber cómo sois, qué hacéis… -intenté explicar lo que pensaba de forma bastante torpe.
-Precisamente por eso –dijo Zayn-. Vosotros queréis saber de nosotros, pero, ¿no debería ser al revés? Acabamos de llegar, y sí, somos cinco, no es como si estuviéramos solos. Pero como todo el mundo en un sitio nuevo, queremos relacionarnos también con el resto, y si sólo nos dedicamos a hablar de nosotros, nosotros, y nosotros, no vamos a saber con quién merece la pena entablar amistad y con quién no.

De la intervención de Zayn me gustaría decir dos cosas. La primera, es que me resultó extrañamente gracioso aquello de que todo el mundo en un sitio nuevo quiera relacionarse con el resto cuando yo lo que hacía incluso en mi propio instituto era todo lo contrario. La segunda, que si Zayn escribiera un libro sobre filosofía titulado “Del pensamiento” o con algún nombre artístico por el estilo, estoy totalmente segura de que en menos de cincuenta años su obra ya se estudiaría en los institutos. No lo digo porque sea mi amigo, lo digo desde un punto de vista totalmente objetivo. Zayn es la persona con más capacidad para reflexionar, extraer conclusiones y dar y rebatir argumentos que he conocido y que probablemente conoceré. Ya desde aquel momento me llamó la atención su comentario. Cómo, con unas pocas palabras, pudo hacerme cambiar de perspectiva y pensar que, ya que había entrado de forma involuntaria en la conversación, la forma de no caerles mal era la opuesta a la que yo estaba empleando. Nunca he sido muy buena en las relaciones sociales.

-Y éste, señoras y señ… Sólo señoras, más bien, es Zayn Malik –Louis hizo un gesto con las manos cual azafata que enseña el premio de un concurso de televisión y Niall golpeó suavemente la mesa imitando unos tambores de expectación.

No pude evitarlo, y se me escapó una sonrisa. Steph se dio cuenta de que empezaba a relajarme, y vi que sonreía también.

-Chicos, os voy a decir una cosa desde la total y absoluta confianza de una persona a la que acabáis de conocer –los miró con solemnidad, y a Harry se le escapó una carcajada-. Hay alguna gente en nuestra clase a la que es mejor no acercarse.
-¿La que estaba hablando cuando hemos entrado? –aventuró Liam.
-La misma –Steph asintió enérgicamente con la cabeza-. Y no se trata de ningún episodio de envidia femenina, de eso podéis estar seguros.
-Precisamente ahora mismo está mirando hacia aquí –señalé con la cabeza la mesa donde estaban ella y sus amigas, y Amber me sostuvo la mirada por un momento; por extraño que parezca, fue la primera vez que ella bajó la vista primero.
-No os la recomiendo, pero vosotros mismos podréis decidir –mi amiga se encogió de hombros-. Además, estoy totalmente segura de que con ella no tendréis problema con eso de que queréis que la gente también os hable un poco de ellos mismos.

Los chicos sonrieron, y yo fui vagamente consciente de que, quizás, lo que hacía que Steph tuviera tanto éxito con el resto de seres humanos de la Tierra fuera esa complicidad con la que hablaba desde el primer momento, esas bromas espontáneas pero bien calculadas justo cuando son oportunas. Toda una ciencia, sin duda alguna.

-Nosotras íbamos a quedar esta tarde para ir a la biblioteca…
-¿Ah, sí? –interrumpí a Steph, y ella me dio una patada en la espinilla- Ay –protesté, aunque entendí el mensaje.
-¿…os apetecería venir? –continuó mi amiga.

Dejó algo más de un segundo para que lo pensaran, y antes de recibir una respuesta esbozó su sonrisa más encantadora.

-Hoy no habrá nada que hacer, porque es el primer día del trimestre. Pero a lo mejor podríais poneros al día con lo que llevamos, y de paso os vais familiarizando con la ciudad. ¿De dónde venís, por cierto?
-De Londres –respondió Liam.
-Bueno, entonces no creo que tengáis problema con el tema de los autobuses y demás. ¿Qué decís?

Los chicos se miraron un momento. Eso es algo muy típico en ellos, la verdad. Se miran, y con los ojos es como si mantuvieran una conversación. Se conocen tan bien que saben perfectamente lo que piensan los demás sin tener que pronunciar una sola palabra. Así que discutieron si venían con nosotras o no en un breve momento y tan sólo con sus miradas.

-Que nos apuntamos –Louis sonrió, y los otros cuatro asintieron con la cabeza.


Justo entonces sonó el timbre que anunciaba que debíamos volver a clase. Tiramos nuestros desperdicios del almuerzo y nos dirigimos hasta el aula. Había algo recorriéndome por dentro. No sé si era alegría porque a esos chicos parecíamos caerles bien (al menos seguro que Steph sí), o miedo porque no sé cómo aferrarme a ese pequeño hilillo de amistad que surge después de la primera conversación con alguien. También era probable que, con la tensión, eso que sentía fuera que la comida no me había sentado bien. Teniendo en cuenta las recién adquiridas perspectivas de la tarde, lo más probable era que eso que sentía fuera una mezcla de todas mis suposiciones anteriores. 


[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]

7 comentarios:

  1. ¿Porqué escribes tan perfecto?
    De verdad,me engancha como un libro cualquiera de una escritora famosa,y es que tengo total confianza en que tú podrias serlo.

    Ya sé que te dicen mucho -hasta yo te lo he dicho en comentarios anteriores- eso de que si sacaras un libro lo comprariamos al segundo de ser publicado,pero quiero que sepas que es verdad lo que decimos,escribes muy bien,Ana.

    Ahora me voy a centrar en el Imagina,que si no me pasaré el comentario alagando y no es plan.
    Pues no cambiaria absolutamente nada,y cuando dijiste en el 2 que aún no tenia accion,no importa,lo estas haciendo realista,de un dia para otro dos desconocidos no se van a enamorar.
    Me esta encantando,y adoro las personalidades de los personajes (Y solo levas el 3,jejejeje)

    Me despido,un besiiitoooo :)

    ResponderEliminar
  2. Ha sido absolutamente genial!!! Me encanta la forma en la que la protagonista va describiendo lo que siente sobre todo lo que pasa no solo desde como lo veia entonces sino tambien con la perspectiva de alguien adulta. Por cierto la descripcion de los ojos de niall ha sido perfecta....

    ResponderEliminar
  3. Hola hermosa ana soy yo lulhee ^_^
    ¿como estas? Espero que bien ¿si?
    Primero: ¿donde aprendio sthep a ser tan social? Esa chica es lo maximo ¡en serio! Amo que se haiga hecho amiga de los chicos, y rayita.... ella siempre tan timida y callada
    Segundo: ¿que sabemos Cantar? Eso es nuevo (y sorpresivo y hermoso una rayita que quizas no es linda por fuera pero esta llena de cosas buenas or dentro y no quiero decir que es fea estoy segura que tanta burla han echo que se le baje
    la autoestima )
    Tercero: los Ojos-Llamas azules de de Niall (¡¡¡¡SEXY!!!!) Acertada descripcion xp Ana ha sido maravilloso y precioso me parece exelente no lo cambies por nada de este mundo. No creo (ni
    Quiero) que tengas que cambiarlo

    P.D. ya se que este imagina acaba de empezar y eso pero me gustaria darte una pequeña sugerencia ¿te acuerdas de esperare bajo el muerdago?? Bueno.... amaria que le hagas una segunda parte (en serio) serio hermoso adios

    Besos

    ero

    ResponderEliminar
  4. Hola hermosa ana soy yo lulhee ^_^
    ¿como estas? Espero que bien ¿si?
    Primero: ¿donde aprendio sthep a ser tan social? Esa chica es lo maximo ¡en serio! Amo que se haiga hecho amiga de los chicos, y rayita.... ella siempre tan timida y callada
    Segundo: ¿que sabemos Cantar? Eso es nuevo (y sorpresivo y hermoso una rayita que quizas no es linda por fuera pero esta llena de cosas buenas or dentro y no quiero decir que es fea estoy segura que tanta burla han echo que se le baje
    la autoestima )
    Tercero: los Ojos-Llamas azules de de Niall (¡¡¡¡SEXY!!!!) Acertada descripcion xp Ana ha sido maravilloso y precioso me parece exelente no lo cambies por nada de este mundo. No creo (ni
    Quiero) que tengas que cambiarlo

    P.D. ya se que este imagina acaba de empezar y eso pero me gustaria darte una pequeña sugerencia ¿te acuerdas de esperare bajo el muerdago?? Bueno.... amaria que le hagas una segunda parte (en serio) serio hermoso adios

    Besos

    ero

    ResponderEliminar
  5. Hola Ana, bueno, gracias por todo lo que escribes, todo lo que haces. Eres increíble, eres genial, ojalá algún dia pueda verte en persona, correr, abrazarte y decirte: Gracias Ana, gracias por todo lo que has hecho por mi.
    Eres una persona de las que nunca me arrepentiré de hablar con ella, ni de haberla conocido. Porque tú siempre estarás ahí. Tú, tus imaginas, TODO.
    Tú ya sabes que te quiero, y que te adoro. Aquí estoy, apoyandote. Y mientras te apoyo y te ánimo, soy feliz. Porque quien no es feliz a tu lado.
    Te quiero, Ana.♥ (@AliciaGilStyles) Tu nuula. :3

    ResponderEliminar
  6. Holaa! Me encantó el capítulo, fue genial, en serio.
    Espero que la sigas pronto porque es perfecta :)
    Besos xx

    ResponderEliminar
  7. En este capítulo he echado de menos una de esas dedicatorias largas que has puesto el los anteriores, la verdad es que me han gustado esos comentarios y preguntas por tu parte. Yo no es que sea una experta en esto ni mucho menos pero, quizás, y solo digo que quizás, si hicieras preguntas de ese estilo más a menudo, recibirías más comentarios. Hay gente que lee el imagina y en cuando ven que hay escrito algo que no va con el tema, no lo leen, pero igual que hay gente así, las hay que leen hasta el último punto y final y después dejan un bonito comentario que animen a escribir a su escritora favorita. Si a ese tipo de personas le sumamos eso que te he dicho antes sobre preguntas u opiniones personales por tu parte al final, pienso que podrías obtener más cantidad de comentarios; pero, oye, que esto es solo la opinión de una lectora más del montón, no tengo ni más ni menos razón que nadie, incluso puede que no sea una buena idea esta que te estoy dando. Respecto al contenido de este capítulo: me gusta cómo controlas los tiempos, me explico, me gusta la forma en la que haces que la confianza avance sin quedarte corta pero tampoco sin pasarte. Quizá Steph vaya un poco más lanzada y confiada, pero todos tenemos una amiga así y es normal; sigues llevando los tiempos bien igualmente. También me gusta la forma en la que resaltas la personalidad de cada uno: Liam tímido, Louis gracioso y risueño, Zayn muy filosófico... Y bueno, eso es todo, voy con el siguiente capítulo.

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.