viernes, 22 de marzo de 2013

#Imagina de Harry PARTE 11


Harry y tú camináis despacio por la calle del instituto. Su mano busca la tuya y entrelazáis vuestros dedos. Aún notas como algo extraño su mano rodeando la tuya, pero a pesar de eso, es una sensación que te agrada.

-¿Qué quieres saber? -pregunta Harry de repente.

Lo miras. Parece que se ha puesto serio, algo que no suele ocurrir demasiado a menudo.

-Todo lo que me quieras contar -te encoges de hombros.
-No se me da demasiado bien hablar de mí mismo... -suspira.
-Ya, pero a veces responder a preguntas directas de los demás puede doler más que decir lo que tú quieras y como tú quieras.

Harry ladea la cabeza. 

-¿Ya has asumido que lo único que hay que contar de mi vida son cosas que duelen?-ladea una sonrisa.

Tú te sonrojas levemente, pues tiene razón.

-Tranquila, bombón, es la pura verdad. Pero prefiero que preguntes tú.
No tienes ni idea de qué preguntarle, así que dices lo primero que se te ocurre.
-¿No estudias absolutamente nada?

Suelta una carcajada.

-No le veo la gracia -dices.
-La tiene -sonrió-. Es curioso que lo primero que me preguntes sea eso...
-No se me ha ocurrido otra cosa -admites.
-Nunca dejes de ser sincera, es una de tus mejores cualidades -dice Harry, a quien toda la situación aparenta importar menos de lo que en realidad lo hace.
-De entre muchas -respondes guiñando un ojo, imitando lo que él te ha dicho antes.
-Sin duda -te mira-. Te voy a ser sincero. Me sorprende incluso que llegara a aprender a leer y a escribir y todas esas otras cosas que sé. No me recuerdo a mí mismo atendiendo en clase nunca, aunque por lo visto, lo hice alguna que otra vez. Jamás he estudiado, supongo que simplemente porque tomaba el no hacer nada como protesta contra mis padres, contra el mundo. Así que en cuanto llegué a la edad mínima, dejé de estudiar.

Dos cosas te resultan bastante llamativas. La primera es que un chico al que conoces desde hace unos días te cuente cosas al parecer tan privadas. La segunda es la propia personalidad de Harry, y tu reacción hacia ella. Ese chico te gusta lo suficiente como para que no te importe si está en la universidad de Oxford como si no ha estudiado jamás. Seguramente tus padres no opinarán lo mismo, pero ahora mismo no te preocupas demasiado por eso; sólo te preocupan tus sentimientos.

-Y… ¿por qué protestabas contra tus padres?
-Porque nunca eran como yo quería que fueran.
-No entiendo a qué te refieres con lo de que “nunca eran como tú querías que fueran”.

Harry para de andar y te mira.

-Supongo que unos padres de acogida no podían ser jamás lo que yo quería que fueran… no podían ser mis padres de verdad, los biológicos.

Te llevas las manos a la boca, sin poder creerte lo que te acaba de decir. Harry sonríe, intentando quitarle importancia al asunto, pero ves que sus ojos se humedecen, así que comienza a andar de nuevo para que no le mires a la cara.

-Sí, bombón, soy un huerfanito. Bueno, en realidad no sé si mis padres biológicos están vivos o no. Llevo toda mi vida de una casa de acogida en otra. Siempre me cambiaban de casa por lo mal que me portaba. Aunque recuerdo que en una me fue bien. Era una pareja bastante cariñosa que desde el primer día me trataron bien, sin importarles mi historial con otros padres. Estaban organizando los papeles para adoptarme…

Se queda en silencio un momento, recordando. Tú aprietas su mano con fuerza y se la acaricias suavemente con el dedo pulgar. No le presionas para que hable; sabes que lo va a hacer.

-Murieron en un accidente de coche –dice finalmente.

Se pasa la mano que tiene libre por los ojos, limpiándose dos lágrimas que acababan de escapársele, intentando contenerse. Tú te muerdes el labio inferior, sin saber qué hacer, con ganas de llorar.

-Harry… -es la primera vez que lo llamas por su nombre, no “Styles”, y ambos sois conscientes de ello.
-¿Qué?
-A veces… a veces es bueno llorar, desahogarse. Dejar correr las emociones –te pones en frente de él y lo miras a los ojos.

Él se encoge de hombros, y tú le acaricias la mejilla. La notas húmeda. Lo abrazas, y Harry te estrecha con fuerza contra sí. Hunde el rostro en tu pelo, y notas que está llorando. Te sientes estúpida, pero tú también empiezas a llorar. ¿Por qué las peores cosas siempre les pasan todas a las mismas personas? ¿Es que no tienen derecho a ser felices? Ya comprendes por qué Harry actúa en un principio como lo hace. Oculta todo lo malo que le ha pasado, intenta pretender que no ha ocurrido. Ya sabes qué esconden sus ojos. Esconden dolor. El dolor de un niño que ha crecido buscando el amor de unos padres que no estaban ahí para él. Su respuesta a la vida fue actuar como ella lo había hecho con él.

Le das un suave besito en el cuello, y le acaricias la espalda con tus manos. Él vuelve a limpiarse los ojos, y se separa de ti.

-Cuando cumplí los dieciocho me volví totalmente independiente, y me busqué un par de trabajos para poder pagarme un sitio donde vivir. Uno de ellos un poco menos… legal que el otro –resume, aún con los ojos rojos, pero ya sin llorar-. Y esa es la penosa historia de mi vida.
-Yo…
-Es igual. ¡Basta ya de dramatismos! –dice, intentando cambiar de tema y animarse un poco.
-Y… ¿dónde vives? –preguntas.
-En un piso a un par de manzanas de aquí. No es que sea demasiado lujoso, pero está bastante bien. Aunque desordenado.
-No me podía esperar otra cosa –bromeas.
-¡Oye! Yo puedo ser ordenado… cuando quiero –ladea una sonrisa.
-Seguro… -dices en tono irónico.
-¿Quieres comprobarlo?
-Por supuesto –sonríes-. Pero, ¿cómo?
-Mañana por la tarde vienes a verñp. Va a estar perfecto (te dejo que mires hasta en los armarios y debajo de la cama), y sin una motita de polvo –se cruza de brazos.
-¿Y qué pasa si no está completamente ordenado? –alzas una ceja.
-¿Quieres volver a apostar conmigo? Te recuerdo que sueles perder… -ríe levemente.
-Sólo hemos apostado una vez –ladeas la cabeza-, y… ¿realmente perdí al tener que salir contigo?

Harry te atrapa por la cintura y te pega a él. Sonríe a escasos centímetros de tu rostro.

-Tienes razón, bombón. Aquel día ganamos los dos.

Te roba un beso, y luego sigue besándote por toda la cara. Tú arrugas la nariz y cierras los ojos, sonriente.

-Y para que veas que confío en ti más que tú en mí… Te voy a dar mi dirección –te mira a los ojos.
-Sabes que algún día te diré cosas sobre mí, pero está mejor así, con el misterio...
-Sí, a los tíos nos suelen atraer las chicas misteriosas… -se pasa la lengua por los labios- Pero tú ya me has atraído lo suficiente como para que me vaya a escapar porque dejes de ser un poquito tan misteriosa.

Le besas levemente, con una sonrisa de oreja a oreja por lo que te ha dicho.

-Todo llegará…
-Está bien –suspira teatralmente, pero luego se le ilumina la mirada.
-¿Qué pasa? –entrecierras los ojos.
-Si gano yo, es decir, si todo está perfecto y te demuestro que puedo ser ordenado… me dices tu nombre y tu dirección.
-¿Y si gano yo?
-Mmm… te dejo que me beses todo lo que tú quieras –sonríe angelicalmente.
-¡Eso no vale! ¡Eso también es premio para ti! –protestas.
-Bueeeeno, vaaaaale…
-Si gano yo, tendrás que hacer todo lo que yo te diga durante un día entero –sonríes.
-O sea, ¿ser tu esclavo?
-Más o menos…
-Acepto.
-¿Aceptas? –te sorprendes.
-Bombón, no vas a ganar –guiña un ojo.
-Eso ya lo veremos.
-Bueno, bueno, ¿me dejas un boli y un trozo de papel?

Te escabulles de su abrazo y abres tu mochila para darle lo que te ha pedido. Él escribe rápidamente algo, lo dobla y te lo da. Vas a abrirlo, pero cierra tu mano alrededor del papel.

-Luego lo abres –sonríe, dejando ver esos perfectos hoyuelos-. Hasta mañana.

Posa una mano en tu mejilla y te da un prolongado y dulce beso.

-Hasta mañana –dices, cuando él ya se ha dado la vuelta para irse.

Gira el rostro y simplemente te sonríe. Impaciente, abres la nota.


Calle Holy Faith, número 13, 5º A
Te veo a las cinco y media. ¡No faltes! Tengo una apuesta que ganar.
Y gracias por lo de esta tarde, preciosa.



[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, gracias.]

11 comentarios:

  1. P-E-R-F-E-C-T-O, sabes siempre dejarlo en un punto justo para darle intriga jeje, con ganas de leer el siguiente, no lo dudes, saludos =)

    ResponderEliminar
  2. mas que perfecto.. PERFECTÍSIMO!♥ me encantan TODOS los imaginas enserio, este blog es increible!(:

    ResponderEliminar
  3. OJALÁ PIERDA. solamente por imaginarme a Harry de esclavo. JAJAJA

    ResponderEliminar
  4. Me puse a llorar en la parte en la que Harry dice que es huerfanito, que pena , con muchas ganas de el siguiente imagina, espero que sigas asi, haciendo que la gente saque una sonrisa con los imaginas geniales que haces, besoos ;)

    Natalia Calleja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también se me escaparon unas lágrimas... Y encima estoy escuchando piano, una música relajante pero triste, y eso le ha dado más drama al asunto...

      Eliminar
  5. Eres mala gente eehh como se te ocurre dejrnos asi??? Siguelaaa porfaplis

    ResponderEliminar
  6. Madre mia, me has hecho hasta llorar, por favor, me encanta como escribes, en serio, eres genial genial genial. Continua asi cielo. Besitoooos
    P.D.: Espero el siguiente pronto ! <3

    ResponderEliminar
  7. está perfecto, sabes que siempre lo están ;) sígulea cuando puedas, sin presiones ^^

    ResponderEliminar
  8. Me encaaantaaaa cielo siguelaa

    ResponderEliminar
  9. PERFECTO NO LO SIGUIENTE !!!jajja me encanta,lo tienes que seguir ;)

    ResponderEliminar
  10. Me encanta tu imagina tienes k seguirlo yaaaa!!!! K no aguanto mas sin leer. Musus desde euskadi!!!

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.