domingo, 19 de mayo de 2013

ESPERARÉ BAJO EL MUÉRDAGO; capítulo cinco.


22 de diciembre.

Me paso toda la mañana ordenando mi maleta: guardando la ropa en armarios y cajones, colocando algunas de mis cosas en el baño, poniendo algunos libros que me he traído en repisas… Al menos, acompaño la tarea con música, y se hace menos pesada. Intento no cantar muy alto para que no se me oiga fuera, y en un momento determinado me parece escuchar que tocan a la puerta y después alguien trajina en el piso de abajo. Seguramente sea el técnico que tenía que venir a reparar la conexión wi-fi. Cuando escucho que la puerta se cierra otra vez, intento conectar mi teléfono a Internet y… ¡funciona! Empiezan a llegarme whatsapps de todo el mundo, pero el primero que leo es uno de Jaime.

“Ayer no diste señales de vida… ¿Todo bien? Se te echa de menos, fea”.

Sonrío y le respondo.

“Lo siento, no funcionaba el wi-fi… Sí, bueno, no va tan mal como esperaba. Yo también os echo mucho de menos”.

Respondo al resto de mensajes, que todos vienen a ser más o menos de lo mismo, y voy a llamar a mi madre cuando tocan a la puerta. Dejo el móvil en la cama y abro. Me encuentro con que quien ha tocado era Violet, que viene acompañada de un pequeño gatito al que lleva en los brazos.

-¡Hola! –me dice alegremente.
-Buenos días –sonrío y me agacho para ponerme a su altura.
-¿Te he presentado ya a Whiskers? –me pregunta con su infantil vocecilla.
-Pues la verdad es que no –niego también con la cabeza.

La pequeña realiza las presentaciones como si de dos personas se tratase, y me asegura que le he caído bien al gatito.

-Así que estás aquí, pequeñaja –Violet se vuelve al escuchar la voz de Zayn a sus espaldas.
-Les estaba presentando –se excusa, señalándonos a Whiskers y a mí.

Me pongo de pie y miro a Zayn, que me saluda con una bonita sonrisa.

-Ya te he dicho mil veces que si te vas a ir, me avises, que si no me asusto –le riñe él.
-Perdón, no lo volveré a hacer –se disculpa la niña, aunque estoy segura de que ambos saben que eso pasará de nuevo.
-Estaba jugando con sus muñecas en la mesa mientras yo preparaba el almuerzo, y de repente ha desaparecido –me explica Zayn.
-Ah, vaya… -entonces me doy cuenta de lo que ha dicho- ¿El almuerzo?

Miro el reloj; son las una menos cuarto.

-¡Claro! Y ya es tarde… -responde él, riendo- Lo que pasa es que tu padre me ha pedido que no lo prepare a las doce como de costumbre, para que te vayas acostumbrando a los horarios poco a poco.
-Dudo que me llegue a acostumbrar a esto –suspiro.
-Vamos, ¡no es para tanto! –ríe de nuevo.

Violet carraspea para que volvamos a dirigirle la atención a ella, a lo que Zayn me mira con complicidad y coge a la pequeña por la cintura.

-¿Vamos ya a comer, pequeñaja?
-¡Sí! –responde ella, contenta.
-¿Vienes? –Zayn me mira.
-Ah, sí, claro –sonrío y bajo a almorzar con Violet y con él.

22 de diciembre; por la tarde.

-Voy a llevar a Violet a clases de baile –dice Zayn desde el otro lado de la puerta-. En media hora estoy aquí, así que arréglate para entonces.
-Vale –le contesto.

Estoy tumbada en la cama de mi cuarto, leyendo y releyendo el último whatsapp que me ha enviado Jaime.

“No hemos tenido tiempo de hablar de lo que pasó la noche antes de que te fueras y… no sé, me gustaría que lo hiciéramos… Me gustaría saber qué significó para ti y eso…”

No tengo ni idea de qué contestarle. La verdad es que no he tenido tiempo de pararme a pensarlo. Bueno, miento. Tuve más de dos horas de viaje en avión para hacerlo, así que quizás es que no me haya atrevido a pensarlo. Pero el caso es que no tengo muy claros mis sentimientos hacia mi amigo. No quiero confundir amistad con amor y hacerle daño. Quiero tener las cosas claras antes de darle una respuesta.

Suspiro y apago el móvil. Soy consciente de que le aparecerá que lo he leído y no le he contestado, pero ahora mismo no puedo pararme a recapacitar, tengo que estar lista para cuando Zayn llegue.

Me levanto y miro el interior del armario, dubitativa. Tampoco es que sea tan difícil coger algo y simplemente ponérmelo, pero en ese momento nada de lo que veo me convence. Rebusco por entre la ropa y suspiro. Al final me decido por unos vaqueros, un jersey de lana beige que me llega por las rodillas y unas botas del mismo color. Saco del cajón una bufanda escarlata y un gorrito a conjunto, y me miro al espejo de pie que hay en la pared. Bueno, tampoco estoy tan mal. Y frío no creo que vaya a pasar, aunque en Londres en diciembre dicen que el tiempo es gélido.

No soy de las que se suela maquillar, pero me pongo rímel en los ojos para darles un aspecto algo más grande. Cojo mi móvil y un billete de veinte libras y guardo ambas cosas en el bolsillo de mis vaqueros.

Zayn debe estar aquí en unos diez minutos, y se me ocurre que podría llamar a mi madre, pero a estas horas aún estará trabajando, así que descarto la idea. Salgo de mi cuarto y bajo tranquilamente por las grandes escaleras. Es una casa enorme de la cual aún no he visto casi nada, sólo mi cuarto, el baño, la cocina y el salón, aunque tampoco es que haya tenido demasiado tiempo. Camino por uno de los pasillos y entro en una habitación al azar. Descubro que es una biblioteca, con las paredes cubiertas por estanterías llenas de toda clase de libros, y un par de mesas con sus sillas en el centro de la sala. Veo que una de las estanterías del fondo está dedicada exclusivamente a todos los números de las revistas que dirige Marga, y pienso que debe de ser muy exitosa para que mi padre y su nueva familia tengan tanto dinero.

Salgo de la biblioteca y me encuentro a Zayn sentado en el primer escalón de la gran escalera. Al verme aparecer, sonríe.

-Ya pensaba que te habías ido sin mí.
-Pues ya me dirás a dónde…
-Cierto.

Se levanta y señala la puerta.

-¿Nos vamos?

Asiento con la cabeza. Le observo mientras camina delante de mí. Se ha puesto unos pantalones azules, una camiseta blanca y una chaqueta vaquera que le quedan realmente bien.

-¿No vas a pasar frío? –pregunto, al salir de la casa y notar el aire fresco en la cara.
-No, aquí estamos acostumbrados a estas temperaturas –se encoge de hombros.
-Ah.

Un taxi nos espera fuera, y Zayn me sostiene gentilmente la puerta del coche para que pase. Cuando entra, no dice nada al taxista, pero éste se pone en marcha. Me llama la atención ver que es la misma persona que me recogió del aeropuerto, o eso me parece.

-¿A dónde vamos?
-No sería interesante si te lo dijera… -ladea la cabeza.
-Pues a mí no me gustan las sorpresas –bufo.
-¡¿Por qué?! –se asombra- ¡Pero si las sorpresas son lo mejor que hay en el mundo!
-Para mí no. Estoy harta de que pasen las cosas sin enterarme de que están ocurriendo. Primero mis padres se divorcian de repente, luego resulta que mi padre se casa y yo no tenía ni idea de eso hasta unos días antes de la boda, ahora he tenido que venir aquí sabiéndolo casi sin antelación… Me gustaría poder planificar un poco más las cosas que pasan en mi vida –suelto.

Me resulta extraño haberme sincerado de esa forma con Zayn, y nada más terminar, me arrepiento de habérselo dicho. Casi no le conozco, y no debería contarle mis sentimientos.

-Bueno, pero… también hay sorpresas buenas –sonríe-. Y quién sabe si no vas a acabar agradeciendo haber venido estas vacaciones aquí.
-Lo dudo.
-¡Abre los ojos! ¡Estás en Londres! ¡Vas a vivir casi un mes en una mansión! Tienes una oportunidad que mucha gente querría tener –me mira-. Además, compartes casa con uno de los hombres más deseados de la ciudad –sonríe entre divertido y prepotente.

Pongo los ojos en blanco y contengo una sonrisa.

-No sabía que mi padre estuviera tan solicitado… -alzo las cejas.
-Me refería a mí –se cruza de brazos.
-¿A ti? ¡Pero si en mi casa sólo hay un hombre! Y ese es mi padre, claro.

Zayn suspira, no sé si fingiéndose molesto o disgustado de verdad.

-Qué simpática –ironiza.
-Qué modesto –digo con el mismo tono.
-¿Ya se te ha olvidado lo de tratar bien a la gente y eso?
-Los prepotentes no merecen mi respeto –digo, haciéndome la altiva.
-No finjas, sé que en realidad es por mis tatuajes –ladea una sonrisa y yo no puedo evitar reír.
-¿Por tus tatuajes? ¿Qué tengo yo en contra de tus tatuajes?
-¡Ajá! –sonríe ahora abiertamente.
-¿Ajá, qué? –frunzo el ceño.
-Que acabas de admitir que te gustan mis tatuajes –dice, triunfal.
-¡Yo no he dicho eso! –protesto.
-Vale, has dicho que no tienes nada en contra de ellos, luego… te gustan. Te parecen sexys. ¡Admítelo!

Sin quererlo, me sonrojo. ¡Maldito rubor! Pero no, no pienso admitir que sí, que sus tatuajes son bastante atractivos, no voy a darle la razón aunque la tenga. Ni aunque el color de mi rostro ya me haya delatado.

-¿Ves? Lo que yo decía –me guiña un ojo.
-Yo no he admitido que tus tatuajes sean sexys.
-Tu cara lo dice todo –se encoge de hombros, riendo.
-Las apariencias engañan.
-Cierto, tú intentas fingir que no te parezco atractivo cuando en realidad sí que te lo parezco –sonríe mordiéndose la lengua, y yo me pongo aún más colorada.
-¡Dios mío, dame paciencia… porque como me des fuerza le pego! –digo mirando al cielo.
-¿Qué has dicho? –arruga la nariz.
-¿Qué? –ladeo la cabeza.
-Acabas de decir algo en español… Seguro que era reconociendo que…
-No, no era eso –le interrumpo, y justo entonces el taxi se para-. Le estaba pidiendo a Dios que llegáramos ya a dónde sea que vayamos, y ¡mira! Me ha escuchado.
-Ya, claro –contesta, sarcástico.

Yo sonrío. Es gracioso que no pueda entenderme cuando digo cosas en español. Aunque lo que he dicho en el coche me ha salido solo. Supongo que por mucho que me guste el inglés, de forma natural me sale hablar en español.

Zayn sale del coche y me invita a que yo también lo haga.

-¿Pero no le pagamos? –pregunto, mirando al taxista.

El taxista sonríe, y Zayn me lo explica.

-No es un taxi cualquiera, my darling. Él trabaja para tu padre (y Marga, claro). Le pagan un sueldo mensual, y él nos lleva a donde necesitemos. Es como una especie de chófer pero que en vez de un coche normal tiene un taxi. Es raro, sí, pero es que en algunas partes de Londres los coches particulares tienen que pagar un impuesto especial por circular, y los taxis no –sonríe.
-Así que mi padre también busca lo más barato… Eso es algo que aún conserva de cuando vivía con nosotras y no éramos ricos, supongo –suspiro.
-Bueno, las fortunas no se hacen de derrochar el dinero.

Se encoge sólo de un hombro, y yo rompo a reír.

-¿Qué pasa?
-Nada, es que… -sigo riendo- Es que has hecho un gesto muy gracioso.
-Prefiero no saber cuál –ríe levemente-. Bueno, pues aquí estamos.

Hace un gesto con su brazo abarcando todo nuestro alrededor, y por primera vez me fijo en dónde estamos. Nos encontramos justo enfrente de unos grandes arcos sostenidos por una serie de blancas columnas jónicas que dan entrada a lo que parece un extenso parque.

-¿Esto es…?
-Hyde Park, sí –sonríe.
-Vaya.
-¿Qué?

Veo con el rabillo del ojo -pues yo estoy ensimismada observando el paisaje que tengo ante mí- que Zayn me mira.

-No sé, esto es… imponente.
-Ya te dije que quizás no era tan malo eso de venir a Londres. Hay cosas preciosas en esta ciudad.
-Ya lo creo –respondo, aún asombrada.
-Pues espera a verlo por dentro, porque esto es sólo la entrada… Aunque se le llama la Grand Entrance, y tiene su propia belleza. Es tan grande porque se construyó para que por ella pasaran carruajes, creo que en el siglo XIX –me explica.
-¿Así que sabes historia? –le miro.
-Bueno, si voy a hacerte de guía turístico, tendré que informarme de algo para contarte.
-Nadie ha dicho que vayamos a hacer turismo –no creo que se haya molestado en aprender cosas sobre Londres para decírmelas a mí.
-Ya que salimos, es una buena oportunidad para que veas algunas cosas de la ciudad –sonríe.

Sin decirme nada, Zayn empieza a caminar, y yo le sigo. Atravesamos los grandes arcos y nos desviamos un poco a la derecha. Me doy cuenta de que estamos andando en dirección a un grupo de chicos y chicas jóvenes, más o menos de nuestra edad.

-¿Ésos son tus amigos? –pregunto, ahora un poco nerviosa.
-Sí –responde-. Tú trátales como a Violet y ya está. O si no, imagínatelos desnudos… Conmigo ya no tendrás que esforzarte, ya te has encargado de echar un ojo esta mañana –ríe, y yo me sonrojo.
-No fue a posta –me quejo.
-Yo también me espiaría, tranquila, entiendo que soy irresistible.
-Imbécil –bufo.

Cuando estamos lo suficientemente cerca, puedo distinguir que hay cuatro chicos y cinco chicas. Sin embargo, una sexta joven –que no sé de dónde sale-, se cruza en nuestro camino, entrelaza sus manos en el cuello de Zayn, y le estampa un apasionado y prolongado beso en los labios ante mi atónita mirada. 


[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]

14 comentarios:

  1. 5 chicos y 6 chicas?? No me dan las cuentas! Quiero ver como resuelves esto, seguro que de la forma mas inesperada, como siempre :) Gran escritora, gran fan.

    ResponderEliminar
  2. Dios, me muero! cuando subes el proximo capitulo? no puedo esperar :)x

    ResponderEliminar
  3. Me encanta, de verdad. No me esperaba para nada el final. Fue como ......................................... GOD.
    Sabía yo que la espera iba a valer la pena, y no me equivocaba.
    Me encanta la relación de Zayn-rayita. Es genial.
    No tardes en subir, por favor.
    Un beso :D

    ResponderEliminar
  4. No Dejes A tus Fans Con Ganas De Seguir Leyendo!!
    Soy Tu Fanatica Giirl! I Am A Smokingsmiler♥

    ResponderEliminar
  5. OH MY GOOOOOOD! Me corro con el cap*______* Es perfecto asdfgjgkdfw._.
    Siguela pronto, es una orden..... te estare vigilando.... JAJAJAJA okya. Ya enserio, sube cap pronto porque sino morire :( te amo a ti y a la novela♥

    ResponderEliminar
  6. Ana!
    Como que Zayn tiene novia?! Noo, tiene que estar con (TN)
    Siguela guapa
    Violeta Horan

    ResponderEliminar
  7. LOL LOL LOL LOL me hace gracia Zayn con su novia y ___ con Jaime LOLOLOLOL




    REAL MRS. HORAN

    ResponderEliminar
  8. P-E-R-F-E-C-T-O sube en cuanto puedas por favor que estoy deseando saber como sigue :)))

    ResponderEliminar
  9. ME ENCANTA!!!!! SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEELOOO

    ResponderEliminar
  10. Por que tanta perfeccion en una pagina? :o me encanta , en serio, un beseeet

    ResponderEliminar
  11. ¿Cin-cinco chicos y se-seis chicas? ¿Pero cómo...? ¿Pero qué...? Tendrás que explicarlo pero que MUY BIEN en el próximo capítulo que por supuesto, pienso que sea pronto y largo e igual de increíble que este :) Amo tu escritura.


    Rachel xX

    ResponderEliminar
  12. NECESITO EL CAPITULO 6 ¡¡¡¡ ME ENCANTA TIENES QUE SEGUIRLA Y PORFAVOR TODAS LAS DIRECTIONERS QUE TENGAIS TWITTER PODEIS AYUDARNOS PARA CONSEGIR QUE VENGAN A VALENCIA ¡¡¡ #ValenciaWantsWhereWeAreTour AQUI OS DEJO EL HASTACK ¡¡¡
    GRACIAS ¡¡¡

    ResponderEliminar
  13. Cuando subes capitulo nuevo??? :)

    ResponderEliminar
  14. Cuando subiras la proxima parte es genial este imagina estoy enganchada a tus historias

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.