miércoles, 15 de mayo de 2013

ESPERARÉ BAJO EL MUÉRDAGO; capítulo cuatro.


22 de diciembre.

Me despierto sin saber muy bien dónde estoy. Poco a poco, voy recordando que he viajado hasta Inglaterra y que ahora estoy en la casa de mi padre. Para estar en una cama que no es la mía, no he pasado tan mala noche. Quizás sea porque la cama era el doble de grande que la mía, y eso no está nada mal. Se me ocurre que debería llamar a mamá para contarle algunas cosas. Ayer hablé con ella sólo unos minutos, porque en España es una hora más que aquí, y sé que ella estaba cansada. Seguramente tuvo un duro día en el trabajo, mucha presión con el contrato que están cerrando ahora. Si me paro a pensarlo, mi madre está en una situación bastante peor que la mía. Se va a pasar las vacaciones trabajando y encima sola. Incluso el día de Navidad o Nochevieja. Definitivamente, debería llamarla. A las una, que en España serán las dos y tendrá descanso para el almuerzo, la llamaré.

Miro el reloj de la mesita de noche. Son las diez, ya va siendo hora de levantarse. Me quito el pijama y rebusco entre la maleta hasta que encuentro un calentito jersey gris que hace las veces de vestido y unos leggings que me cubren también de rodilla para abajo. Esta, como todas las casas Inglesas, tienen moqueta, así que no necesito ponerme zapatos, iré en calcetines a todas partes. Me pongo la ropa y dejo el pijama en la cama. Esa maleta necesita que la ordene urgentemente, pero primero quiero desayunar algo. Tengo un hambre…

Antes de bajar a la cocina, me dirijo hacia el baño que se encuentra en el pasillo para hacer pis y lavarme la cara. Abro la puerta del baño y…

-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!! –grito.

Justo delante de mí está Zayn… ¡totalmente desnudo! Al verlo, me tapo la cara con las manos, pero la imagen de su moreno cuerpo al descubierto, perfectamente tonificado y mojado sigue en mi retina. Ayer, con la ropa puesta, no imaginé que fuera a estar tan bien. Pero es que… ¡guau! Mi respiración se vuelve entrecortada. Mi cara adquiere el color de un tomate al pensar en que acabo de ver su… bueno, su pequeño amigo.

No sé muy bien por qué no me voy del baño en lugar de quedarme allí con las manos tapándome la cara, y me extraña aún más escuchar una risa, su risa.

-Ya está, ya puedes mirar otra vez, me he puesto una toalla –dice.

Separo un poco dos de mis dedos para mirar a través de ellos. Sí, algo blanco le cubre desde la cintura hasta las rodillas. Me llevo las manos a los muslos, y me los froto, nerviosa.

-Lo… lo siento –no me atrevo a mirarlo a la cara.
-Bah, tranquila. Sé que ayer te picó la curiosidad cuando te pregunté si me habías imaginado desnudo… y no has podido resistir la tentación de venir a echar una ojeada –ríe de nuevo.
-¡Imbécil! ¡Pues claro que no! Creía que no había nadie aquí dentro…
-Ya, y el sonido de la ducha de hace dos minutos tampoco lo has oído, ¿no?
-¡No! Además, ¡¿qué haces tú duchándote en el cuarto de baño de mi casa?!
-Ahora sí es tu casa, pero ayer odiabas la idea de quedarte aquí…
-Vale, ¿qué haces duchándote en el cuarto de baño de la casa de mi padre?
-Vivo aquí, ¿recuerdas?
-Pero… -la verdad es que no pensaba que viviera allí.
-Si no, ¿cómo crees que puedo cuidar de Violet?
-Pues… no sé, teniendo un horario de trabajo y esas cosas…
-Se me costea quedarme aquí, y tu padre y Marga también lo prefieren. Todos contentos… menos tú.
-Yo no he dicho que tenga nada en contra de que te quedes aquí.
-¿Entonces?
-¡Joder, acabo de verte desnudo! –digo, fuera de mis casillas.
-Pues a partir de ahora, toca a la puerta antes de entrar al baño –responde alegremente.
-¿Y te da igual? –pregunto, desconcertada.
-¿El qué?
-¡Que la reina tenga ochenta y siete años, no te digo! Que te haya visto… sin ropa.
-Qué irónica, chica. Bueno, si lo prefieres, puedo exigirte verte yo a ti también… Sería lo justo –suelta una carcajada.
-¡Dios, qué capullo!

Sin poder evitarlo, me vuelvo a sonrojar.

-Es broma, es broma. No creo que hayas visto nada que no hubieras visto ya.

En realidad… En fin, no es que nunca haya visto las partes íntimas de un hombre, pero estoy mucho menos familiarizada con ver a tíos desnudos de lo que Zayn seguramente cree.

-Claro que no –bufo.
-Entonces, ¿cuál es el problema? A mí no me importa, a ti no te importa… Podremos superarlo –bromea.

Suspiro, y me atrevo por fin a mirarlo a la cara. ¡D-I-O-S! ¡¿Pero cómo…?! ¡¿Cómo puede ser tan guapo?! Tiene el pelo mojado, y el flequillo descansa en su frente. Además, pequeñas gotitas de agua resbalan por su piel, haciéndola brillar. Tiene una sonrisa divertida en los labios, todo esto le hace gracia. Llevo disimuladamente los ojos a su torso y, aparte de fijarme en sus músculos, me doy cuenta de que tiene bastantes tatuajes, tanto en el pecho como en los brazos. De hecho, el antebrazo derecho lo tiene totalmente cubierto por estos grabados. Eso tampoco lo vi ayer, cuando el jersey lo tapaba todo.

-Vaya, a ti te gustan bastante los tatuajes, ¿no? –apunto.
-¿No se nota? –alza las cejas.
-Claro que se nota, era simplemente un comentario. Y luego dices que la borde soy yo.
-Tienes razón, seré más simpático- pone una sonrisa exagerada-. Sí, me encantan los tatuajes, y todos los que llevo significan algo especial.
-Pues sí que tienes tú cosas especiales –digo.
-Sólo 34 –ladea una sonrisa.
-Ah, pocos –ironizo.
-Bueno, a las chicas os gustan más los tíos con tatuajes, ¿no? –me mira con descaro.
-No siempre –me encojo de hombros.
-Qué lástima –suspira.
-Sí, has reducido tus posibilidades en el mundo femenino. Ahora quedas descartado para las chicas a las que no les gusten los tatuajes… -ladeo la cabeza.
-Y a ti, ¿te gustan? –clava sus ojos en mí.

Aparto la mirada, incapaz de mantenérsela a esos ojos marrones que me miran tan intensamente.

-Depende de si la persona que los lleva me gusta o no –murmuro.
-O sea, que no quedo del todo descartado, ¿no? –ríe.
-Con tanta preguntita… no sé yo.

Justo en ese momento pienso en Jaime, en el beso que me dio la noche antes de que me fuera… ¿Qué estoy haciendo en la misma habitación que otro chico que, por cierto, ¡está desnudo!? Bueno, sí, tiene una toalla por encima, y técnicamente no estoy en la misma habitación porque estoy justo en la puerta y él está en el baño, pero… no sé, no creo que esto esté bien, y menos con el carácter que está tomando la conversación y las intensas miradas de Zayn.

-Bueno yo… mejor me voy que querrás vestirte y eso. Ya vendré cuando salgas tú –digo.
-Podemos compartir el baño… -ríe con picardía.
-No gracias, prefiero esperar.
-En fin, lo que quieras.

Ya que voy a cerrar la puerta, escucho que Zayn me dice:

-Por cierto, me encanta tu pelo.

Me miro fugazmente en el espejo del baño y veo que estoy despeinada; me parezco bastante a Simba, el del Rey León. Pongo los ojos en blanco.

-Acabo de levantarme, ¿te crees que el pelo una se lo quita para dormir y luego se lo pone por la mañana?
-Era sólo una apreciación –sonríe angelicalmente.
-Ya, claro –salgo y cierro la puerta tras de mí-. ¡Sal rápido, no sea que Violet se despierte y se asuste al verme con estas pintas! –digo desde fuera.
-Ay que ver, cómo lo exageras todo –me contesta-. Mientras esperas, puedes ir pensando en si vas a venir esta tarde a conocer a mis amigos.

¡Es verdad! Ya se me había olvidado que me había propuesto salir un rato. Por un lado podría estar bien, pero por otro… no es que Zayn me caiga mal, pero me pone muy nerviosa con las cosas que dice a veces. Claro que la idea de quedarme sola en esa casa toda la tarde… Puede que muera de aburrimiento.

Un par de minutos más tarde, Zayn sale del baño ya vestido con un jersey marrón y unos pantalones vaqueros. Me sonríe.

-Mira, ahora parece que no tuviera ni un tatuaje… Con lo cual, te gusten o no te gusten los tatuajes… es posible que yo te llegue a gustar –me guiña un ojo y señala el baño-. Todo suyo, my darling.

Suelto una risilla y entro en el baño para arreglarme. Me vuelvo a mirar al espejo. La verdad es que llevo unos pelos…

Diez minutos después, estoy bajando las escaleras en dirección a la cocina. Justo al entrar en ella, me suena la barriga.

-Vaya, ¿tenemos hambre? –escucho que dice Zayn.
-¿Es que estás en todas partes o qué? –me sorprendo.
-No, sólo en las que estás tú –ladea de nuevo una sonrisa.
-Ah, qué tierno.
-Sí, me ha quedado bastante bien.

Ambos reímos, y me sorprendo bastante de que eso esté ocurriendo.

-En realidad es que, al ser por la mañana, lo lógico es ir al baño y desayunar, ¿no? Así que tampoco es tan raro que coincidamos –dice él.
-Tienes razón.

Zayn se lleva las manos a la cabeza, como asombrado.

-¿Qué has dicho?
-Que… que tienes razón –frunzo el ceño.
-¡No, no, espera! –saca su móvil del bolsillo del vaquero.
-¿Qué pasa?
-¡Tengo que grabar este momento histórico! –dice, riéndose-. ¡Me has dado la razón! Y ¿quién sabe cuándo se volverá a repetir esto?
-Tonto –bufo, pero luego se me escapa una sonrisa.

Entonces recuerdo algo…


18 de octubre.

-Se te ha caído…
-¿El qué? –miro al suelo.

Jaime me da con su dedo índice en la barbilla.

-¡Has picado! –ríe.
-Tonto –protesto.
-Lista –me contesta él con una sonrisa.

El resto de nuestros amigos ríen, y veo alguna que otra mirada cómplice. Un rato después, Lorena se acerca a mí y me susurra:

-Cuando el río suena, agua lleva…
-¿Qué dices? –arrugo la nariz, sin entender por qué me ha dicho ese refrán.
-Pues que cuando un tío una tía se dicen “tonto” y todo eso… es que hay algo entre ellos –me guiña un ojo.

Yo sonrío quitándole importancia. ¿De verdad hay algo entre nosotros? Bueno, ¿y si lo hubiera? La verdad es que no me desagrada la idea.

21 de diciembre… de nuevo.

-¿Hola? ¿Hoooooola? –Zayn me pasa la mano por los ojos para que reaccione.
-¿Eh? ¿Qué? –sacudo la cabeza para espabilarme; me había perdido en los recuerdos.
-Estabas como ida –alza las cejas.
-Estaba pensando –sonrío.
-Ah –no me pregunta nada más.

Zayn empieza a sacar cosas del frigorífico y los armarios y se pone a preparar desayuno como para dos.

-No hace falta que me prepares el desayuno –le digo.
-Trabajo aquí, ¿recuerdas? Tengo ciertas obligaciones –sonríe.
-Bueno, lo que quieras…
-¿Leche o café? –pregunta mientras trajina con las cosas.
-¿Chocolate? –sé que allí el Cola-Cao no existe, así que busco lo más parecido.
-Es exigente la señorita, eh –bromea.
-Te he dicho que me lo preparaba yo –contesto.
-Ni siquiera sabes dónde está cada cosa… No quiero que desaproveches la juventud preparando un desayuno –ríe por lo bajo.
-Estoy de acuerdo. 
-¿Chocolate caliente o templado?
-Caliente, por favor.
-Marchando –imita a un camarero.

Me apoyo en la mesa de la cocina mientras contemplo cómo prepara las cosas. Se nota que tiene muy buen cuerpo a pesar del jersey ancho; probablemente el hecho de que ya lo haya visto me ayuda a pensar eso.

-¿Has pensado ya en lo de esta tarde? –se detiene y me mira.
-Bueno…
-¿Sí o no?
-Sí –acepto finalmente.
-Genial –sonríe mordiéndose la lengua, como le he visto hacer ya alguna vez; qué gesto más encantador.

Vuelvo a pensar en lo que me dijo Lorena hace ya tiempo. Pero eso no tiene por qué ser verdad, ¿no? Quiero decir… no tiene nada que ver que yo le haya dicho tonto a Zayn con que me guste o algo así… ¿verdad? 



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8 comentarios:

  1. ME ENCANTA ASDFGHJKL escribes geniak en serio! Sigue porfa! ;D

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  2. Hermosa, muero cada vez que zayn dice my darling jajaja me encanta!! Siguiente!!:)

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  3. siguiente!!!! porfavor!! me encanta... no me hagas esperar tanto!!!! la curiosidad me mata!!! jaja :D

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  4. SIN PALABRAS¡¡¡¡ deseando el capitulo 4 :) ¡¡¡¡¡¡¡¡

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  5. Dioooos lo amoo asdgsjfmfkkdf, no nos hagas esperar tanto porfavor :c

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  6. Cuando lo del cuarto de baño es...asfljnlksdjfnalsidf. Aunque...¿cómo es que ves a zayn y ni siquiera le das un beso? ¿en la historia no es famoso?. Bueno, lo de tonto, idiota y eso un poquito visto. Pero sólo por lo de sayn desnudo kjadfknsdfj...jajaj me gusta la historia, no dejes de escribir¡

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  7. OMG! OMG! OMG! Muero, de verdad, M-E E-N-C-A-N-T-A Eres una escritora de Novel jajaja. Zayn, desnudo, en el baño, con el pelo mojado y gotas cayendole por la cara....fsdkacvbdsaf fcdn cvdsvdskfd ¿entiendes? Mueres como no sigas jajaaj <3<3<3<3

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  8. Cuando vas a subir la proxima parte me muero por seguir leyendo!!
    Zayn desnudo en el baño bbagwuddhdidnjaksbdyghhduduagsaxuao

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