domingo, 4 de agosto de 2013

#Imagina de Liam PARTE 10

Las horas anteriores a la clase de inglés tardaron una eternidad en acabar. Ni siquiera la clase de literatura se le hizo amena, y eso que era la asignatura favorita de Celia. En realidad, era plenamente consciente de que no iba a poder tocarle o hablarle como solían hacer, pero el simple hecho de ver a Liam le era suficiente. Tenía una hora entera para observarlo, y es que no podía evitar verlo tremendamente sexy cuando se comportaba como un profesor.

Cuando por fin sonó el timbre y los alumnos salieron fuera de la clase a esperar al profesor Payne, Celia notó que estaba nerviosa. Y por lo visto, Eli también se dio cuenta de ello.

-¿Se puede saber qué te pasa? Deja de dar golpes con el pie en el suelo, que me estás poniendo histérica -se quejó su amiga.
-Es que... ahora tenemos inglés...
-¿Y? Ya hemos tenido varias veces y no estabas así.
-Pero esta es la primera vez que tenemos inglés desde que el profesor y yo nos besamos -dijo en voz baja.
-¡Ahhh, que es por eso! -exclamó Eli.
-¡¿Quieres bajar la voz?! -bufó.

Su amiga hizo un gesto de disculpa, y entonces apareció por el pasillo el profesor Payne, cargado de unas cosas extrañas que Celia no supo identificar. El joven abrió la puerta a duras penas y dejó rápidamente todos los cachivaches en su mesa. Esperó a que todos los alumnos estuvieran sentados y comenzó a hablar.

-Buenos días -sonrió-. Hoy vamos a ver una película.

Un murmullo animado invadió la clase.

-En inglés, claro.

Ese hecho no pareció importar, además, era obvio. Pero el ver una película siempre es motivo de relajación y de alegrarse por hacer una actividad diferente.

-Sin subtítulos -añadió el profesor.

Aquello sí provocó alguna expresión de fastidio, pero a Payne no pareció importarle.

-Así es como realmente se aprende inglés, chicos. Además, estoy seguro de que ya habéis visto esta película antes, o al menos sabréis de qué va. Es ¡El Rey León!

Por fin Celia comprendió qué eran todos esos aparatos. Uno era el cañón para proyectar la película en la pizarra, también estaban los altavoces, el portátil… Mientras toda la clase se dedicaba a hablar entre ellos aprovechando que el profesor estaba ocupado, ella no quitó los ojos de él en ningún momento. Le gustaba observarlo haciendo cosas. En un par de ocasiones, sus ojos se encontraron, y Liam le respondió con sendas sonrisas radiantes

La verdad es que Celia no le prestó demasiada atención a la película. Le costaba bastante concentrarse sabiendo que lo tenía tan cerca, y sin embargo, tenían que fingir que entre ellos no ocurría nada. Tal vez Leire tuviera razón, y el morbo de lo prohibido hiciera esa especie de relación algo aún más atrayente… Pero no. Estaba segura de que si se hubiera cruzado por la calle con un tipo igual que Payne, éste le habría resultado igual de atractivo. Y si hubiera hablado con él varias veces, habría acabado enamorándose de él.

Al acabar la hora, el profesor pidió la ayuda de alguien para llevar todas las cosas al departamento de inglés.

-Nosotras podemos –dijo rápidamente Eli.

Celia le lanzó una mirada asesina.

-¿Qué? –preguntó la amiga en un susurro.
-Eres una descarada –bufó.
-Encima de que os busco una excusa para estar a solas –protestó Eli.
-Ya, pero se va a notar much…
-Chst. No hay más que hablar. Tira –le dio un pequeño empujoncito en la espalda en dirección a Liam.

Celia pasó la mirada por la clase, comprobando que todos se habían ido ya, probablemente intentando escaquearse de tener que cargar con los bártulos hasta el departamento, ya que era última hora y estarían deseando llegar a casa.

-Ah, bueno, tampoco son tantas cosas –comentó Eli en voz alta-. Entonces con que ayude sólo una de nosotras es suficiente –se encogió de hombros y salió de la clase alegremente-. ¡Hoy te vas sola, que tengo hambre! –gritó ya desde fuera.

La chica suspiró y alzó la vista para encontrar sus ojos con los de la única persona que quedaba en la habitación.

-Hola –dijo, como si acabaran de encontrarse en lugar de haber pasado una hora en la misma habitación.
-Hola –respondió él, sonriente.
-Me sorprende que seas capaz de traerte todo esto pero luego no puedas llevártelo tú solo –apuntó Celia, que poco a poco se iba sintiendo menos cohibida.
-Es que puedo llevármelo yo solo –soltó una musical carcajada.
-¿Entonces…? –pestañeó un par de veces.
-Sabía que si tú no te ofrecías, ya se encargaría Elísabet de hacerlo –ladeó una sonrisa.

La chica notó que su boca se abría un poco en señal de sorpresa.

-Eso no me lo esperaba –admitió.
-Se me está pegando de ti.
-¿El qué?
-El descaro –Payne guiñó un ojo.
-Yo no soy descarada –se cruzó de brazos.
-Cuando no tienes la suficiente confianza como para que te importe, sí lo eres.

Celia se quedó pensativa durante un momento. Quizás tuviera razón, y fuera descarada solo cuando no le importaba la reacción que tuvieran los demás ante su descaro, es decir, cuando no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar.

-¿Prefieres esa faceta mía? –sonrió.
-Aún la sacas de vez en cuando –el profesor le puso un altavoz en las manos.
-Pues anda que si te tengo que ayudar para llevar esto –la chica señaló el aparato.
-No necesito ayuda, ya te lo he dicho. Sólo quería estar contigo a solas.
-Ya, pero el caso es que va a ser muy poco convincente para quien nos vea, ¿no? –alzó las cejas.
-Supongo que tienes razón –suspiró, y puso el segundo altavoz encima del primero.

La joven no pudo evitar romper a reír.

-¡Qué diferencia! –ironizó.
-Qué más da, si de todos modos ya se habrá ido casi todo el mundo del instituto.
-Como quieras.

Cogió su mochila y se la echó a un hombro, tras lo que salieron de la clase. Celia esperó a que Payne cerrara la puerta con llave, y se dirigieron hasta el departamento.

-¿Ves? Desierto –dijo él cuando llegaron al hall, completamente vacío.
-Tenías razón, ¿quieres una estatua? ¿De qué material? ¿De oro? –bromeó la chica en tono sarcástico.
-Prefiero otra clase de premios –ladeó la cabeza, y al ver la expresión de Celia se apresuró a añadir:- ¡No esa clase de premios!
-Ya, ya, seguro –sonrió.
-No querría abusar de una pobre muchachita –abrió la puerta del departamento; tampoco había nadie.
-Esta pobre muchachita podría abusar de ti si quisiera –entrecerró los ojos.
-Ah, ¿sí? –se fingió sorprendido, siguiéndole el juego.
-Más de lo que imaginas –esbozó una sonrisa pícara y dejó los altavoces en la mesa.

Mientras Payne colocaba el proyector en una estantería, Celia aprovechó para colocarse justo detrás de él sin que se diera cuenta. Se puso de puntillas y acercó sus labios al oído de Liam.

-Puedo hacerte una pequeña demostración, si quieres –susurró con voz melosa.

Inmediatamente después, introdujo una mano en la camiseta de su profesor y acarició su espalda. Notó que él se quedó totalmente quieto, sin respirar siquiera. Llevó su mano a lo largo de su costado hasta llegar a sus abdominales, que recorrió con deliberada lentitud. Payne soltó todo el aire que había contenido y se dio la vuelta. Celia pensó que iba a apartarla y decirle que aquello estaba mal, pero en su lugar le colocó ambas manos en las caderas y la besó con fiereza. Hundió su cara en el cuello de ella y besó cada centímetro de su piel, con más apremio del que la chica lo hubiera creído capaz. Sin dejar de besarla, cerró la puerta tras de sí y echó el cerrojo a tientas, a la vez que ella le sacaba la camiseta y la tiraba a algún rincón del departamento. Con un salto, enredó sus piernas en la cintura de él, que caminó hacia delante hasta que chocaron con la mesa en la que Celia aprovechó para sentarse, todavía rodeando a Liam con sus piernas. Llevó sus manos por toda la espalda de él, cuya lengua ahora forcejeaba con los labios de la joven para abrirse paso entre ellos. Comenzó una exploración de ambos tanto con las lenguas como con las manos, rozando cada centímetro de piel. Celia palpó los fuertes brazos de Liam, y él subió su mano por el costado de ella hasta llegar a su pecho izquierdo, que rozó en una caricia demasiado suave en comparación con el ritmo frenético que llevaban. La chica gimió.

Entonces Payne separó sus labios de los de ella, y se apartó un paso hacia atrás. Se pasó una mano por el pelo y miró a la chica, que permanecía sentada en la mesa con expresión de incomprensión. Sus ojos revelaban un repentino tormento interior.

-Liam… -susurró ella.

Por un momento, las respiraciones agitadas de ambos inundaron la habitación. La muchacha no pudo evitar llevar sus ojos al perfecto torso de él, de un tono ligeramente bronceado y con músculos marcados en el término justo. Parecía una escultura.

-Esto no… no puede estar bien –murmuró él, más para sí mismo que para la chica.
-Shhh –Celia extendió su mano y tomó la del joven, tras lo que tiró un poco de él para obligarlo a acercarse.
-Es que eres… demasiado joven y…
-No lo soy tanto –dijo ella con firmeza-. Lo soy menos de lo que tú te crees.
-Pero yo… siento que me estoy… aprovechando de ti –la miró con sus ojos brillantes y luego bajó la vista.
-Liam –le cogió la barbilla y le hizo alzar el rostro para que la mirase de nuevo-. No te estás aprovechando de nadie. Hago lo que hago porque yo quiero. ¿Entiendes?

No respondió.

-¿Entiendes? –volvió a preguntar ella.
-Sí –susurró.

La chica se bajó de la mesa, cogió la camiseta de Payne y se la tendió.

-Toma –él la cogió y se la puso.

Celia quitó el cerrojo y abrió la puerta del departamento.

-¿Mejor?


Liam asintió con la cabeza. La joven enredó una mano en su pelo y le dio un tierno beso en los labios, tras lo que salieron de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Sólo esperaba que no hubiera pasado nadie por allí mientras estaban dentro y les hubiera escuchado, pues en ese caso estarían metidos en un buen lío.


[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]

6 comentarios:

  1. sexy!!!!! primer comentario coooollll seguilaaaaa esta dihwxnluixhs

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  2. ASDFGHJKLÑ! ME ENCANTA! NO CAMBIARIA NADA, ES MUY ASDFGHJKLÑ

    Lots Of Loves:3 <3 :*
    -G

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  3. ¡¡¡joder!!! ¡

    Me encanta!

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  4. hay dios mioooo!!!! no sabes cuanto me encanto!!!! esta tan asdfghjklñ!!! la amo!!!! sigue :)

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  5. Dios mio, no se por donde empezar, la historia es genial y mas si es con Liam JAJJAJA enserio siguelay no cambies nada escribes muy bien, el dia que publiques tus libros sere la primera en comprartelos jejeje si son de los chicos mucho mejor :) un besoo

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  6. Tú forma de escribir, tú, y tus escritos son geniales, no te rindas aunque haya comentarios en contra, enhorabuena.
    Atentamente, una anónima para que sonrías.

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