miércoles, 21 de agosto de 2013

#Imagina de Louis

Estás sentada en la mesa del fondo de un pub. No hay nadie contigo, todos tenían algo que hacer o no les apetecía salir, y tú no estabas dispuesta a quedarte en casa. Así que decidiste salir a la aventura. Mientras das sorbitos a tu Coca-Cola, observas a la gente que entra y sale del local, que a pesar de ser viernes por la noche no está muy concurrido. Sin embargo, la puerta se abre y cinco chicos quizás un par de años mayores que tú aparecen por ella. No están nada mal. En realidad, están muy, pero que muy bien. Sin querer, tu mirada se cruza con la de uno de los chicos, de pelo castaño y ojos claros. Él esboza una sonrisa y tú miras rápidamente a tu Coca-Cola. Los cinco chicos se sientan a tres mesas de la tuya, y tienes la sensación de que el moreno de ojos azules no deja de mirarte. No te importaría devolverle las miradas si estuviera solo y sus cuatro amigos no estuvieran dándole codazos y señalándote discretamente. Vas a darle un sorbo a tu bebida y te das cuenta de que ya no queda nada. Te levantas a por otra cosa y esperas en la barra a que te atiendan.


-Déjame invitarte -escuchas una voz a tus espaldas.



Giras la cabeza y te encuentras con el chico de ojos azules. Alzas una ceja.



-Una forma curiosa de empezar una conversación -vuelves a mirar a la barra.
-Yo diría que es de lo más normal -se coloca a tu lado.
-Por eso, demasiado típica -lo miras de soslayo-. Hoy día las cosas no se empiezan así.
-Ah, ¿no? -parece divertido.
-No. Si ves a una chica en un pub, es obvio que tiene dinero para pagarse ella solita sus bebidas. 
-Pero, ¿y si realmente me apetece invitarla? -sabes que tiene los ojos puestos en ti, pero tú sigues mirando al frente.
-No te apetece invitarla, te apetece una excusa para sentarte con ella. En ese caso, le propones tomar una copa juntos. Al menos eso sería una muestra honesta de tus intenciones. Y las chicas valoramos la sinceridad -lo miras abiertamente por primera vez.



Sus ojos celestes están ligeramente más abiertos de lo que normalmente estarían, y sus finas cejas se levantan levemente formando un arco. No sabes si lo has sorprendido o asustado. Entonces, las comisuras de sus labios se alzan formando una bonita sonrisa y dejando a la vista unos perfectos y blancos dientes.



-Está bien, tomaré nota -se da la vuelta como si fuera a marcharse, pero vuelve a girarse otra vez-. Buenas, me llamo Louis -te tiende una mano-. ¿Me dejarías tomar algo contigo?



Dudas un momento, pero le estrechas la mano y le dices tu nombre.



-¿No le importaría a tus amigos que los abandonaras, Louis? -miras hacia ellos, y los cuatro chicos miran rápidamente al tablero de su mesa, está claro que os estaban observando.
-Somos comprensivos cuando el motivo del abandono es una chica guapa -alza un poco un hombro y ladea la cabeza.
-Ajá... No hacía falta que dejaras caer un cumplido, te iba a dejar de todas formas -das golpecitos con los dedos en la barra.
-Todo lo que he dicho es verdad, independientemente de que lo haya dicho para conseguir algo o no. Y las chicas valoráis la sinceridad, ¿no?



Niegas con la cabeza. No le vas a conceder una carcajada tan pronto, por lo que sólo sonríes. En ese momento aparece el camarero y os pregunta qué queréis.



-Cóctel tropical -pides.
-Lo mismo -dice Louis.



El camarero asiente y se va a preparar las bebidas.



-Otra cosa típica. ¿Por qué siempre os pedís lo mismo que la chica? Originalidad cero.
-No te gusta la forma normal de acercarse a las mujeres, ¿eh? Bien, pues, ¿qué te gusta? 
-No me gusta lo "normal" -te muerdes ligeramente el labio inferior-. Sorpréndeme.



El camarero aparece con vuestros cócteles y tú echas a andar en dirección a tu mesa.



-Ah, y no tienen alcohol -señas tu vaso al ver que Louis camina a tu lado.
-¿Qué te hace pensar que quería alcohol?
-Todos soléis querer alcohol -te encoges de hombros.
-Yo no soy "todos" -te guiña un ojo.



Cuando pasáis al lado de la mesa de los amigos de Louis, éste les lanza una mirada cargada de significado y los chicos asienten, divertidos.
Te sientas en tu mesa y Louis hace lo propio.



-Me sorprende que estés aquí sola -comenta él.
-Bueno, no necesito escolta. Me apetecía salir, y lo he hecho -dices.



El chico asiente con la cabeza y da un sorbo a su cóctel.



-¡Mmmm! Está realmente bueno.
-Seguramente lo dirías aunque estuviera vomitivo -lo miras.
-No lo haría. Una cosa es agradar a una chica y otra muy distinta es tener que tragarme algo que no me gusta -da otro sorbo sin dejar de mirarte.
-Si no te pidieras lo mismo que ella, te asegurarías que le agradas y que además te gusta lo que bebes -juegas con el vaso de cristal celeste de tu cóctel.
-Me gusta probar nuevas bebidas, y créeme que esta es una buena forma de hacerlo -sus ojos se inundan de un brillo casi desafiante.
-Ah, ya veo. Cada día asaltas a una pobre muchacha indefensa para encontrar cosas que beber -pasas el dedo distraídamente por el filo de la copa.
-¿Te consideras una muchacha indefensa? -Louis sonríe levemente.
-¿Cómo me considerarías tú? 
-Te he considerado la chica más guapa del local...
-Tampoco había mucha variedad donde elegir.
-Pero hay muchos pubs en la ciudad.
-Vaya, no sé si sentirme afortunada por ser "la elegida" de esta noche, o culpable por ser la responsable de que tus amigos estén aquí en lugar de en otro sitio con chicas para ellos.



Él vuelve a mostrar sus dientes, y bebe de nuevo.



-Creo que me estás malinterpretando -comenta.
-¿Por?
-Me ves como un depredador de señoritas, y no lo soy.



Esta vez no puedes evitar la carcajada.



-Y si no lo eres, ¿por qué te has acercado a mí? -bebes por primera vez de tu cóctel.
-No he podido resistirme a un rato de agradable conversación con una chica guapa -sus hombros se alzan levemente.
-Mientes.
-Es verdad, también me has parecido sumamente interesante. Reconozco que me ha sorprendido muchísimo que estuvieras sola. 
-Mmmm -sabes que va a seguir hablando, así que le dejas continuar.
-Incluso he pensado que tu novio podría estar en el baño, que saldría y al verme me partiría la cara -ríe ligeramente-. Peeeeero... bueno, si de verdad tienes novio y sigue ahí en el baño, he de decirte que deberías buscarte a otro con menos problemas intestinales.



Explotas en una carcajada y no eres capaz de parar. Te tapas la boca con la mano, pues no te gusta que te vean reír de esa forma, pero Louis parece igual de divertido y ríe también. Cuando por fin vuelves a ser capaz de controlar tu propio cuerpo, respiras hondo varias veces para recuperar el aire.



-Te he dicho antes que he venido sola -contestas.
-A lo mejor era una mentirijilla para esperar a que tu novio saliera y ver cómo le pegaba al pesado que no sabe empezar una conversación con una dama.



Te llevas un dedo a los labios, que están ligeramente curvados hacia arriba.



-No sabes empezarla, pero continuarla no se te da tan mal -reconoces.



Louis hace una imitación de reverencia.



-Gracias, gracias. 
-No te acostumbres.
-¿A qué?
-A los cumplidos -lo miras fijamente.
-¿No sueles hacerlos?
-Los hago siempre que son verdad.
-¿Y podemos considerar lo de antes como un cumplido?
-¿El qué?
-Lo de que sé mantener una conversación agradable con una chica -sonríe.
-Yo no he dicho exactamente eso -elevas una ceja.
-Bueno, me entiendes.
-Supongo que sí es un cumplido.
-Me consideraré afortunado entonces.
-Mucho.



Los dos esbozáis sendas sonrisas y Louis mira de forma que intenta ser disimulada hacia detrás.



-No han dejado de observarnos en todo el rato -informas, pues tú tienes a sus amigos enfrente y los ves directamente.
-Son majos cuando los conoces.
-Parecen muy interesados en nosotros -les sonríes a los cuatro chicos.
-¿Y yo? 
-¿Tú qué? -preguntas.
-¿Soy majo?



Ríes.



-¿Cuál es tu concepto de "majo"?
-Pues... simpático... agradable... no sé, la verdad -hace una mueca.
-Para mí un chico majo es alguien que no es guapo pero cae relativamente bien. Es un adjetivo muy genérico y poco concreto. Una buena frase para despachar a alguien suele ser: "eres majo, pero no eres mi tipo" -das otro sorbo a tu cóctel.
-Entonces he dicho que mis amigos son lo peor que les podía decir, ¿no?
-Lo peor de entre lo bueno, al menos desde mi concepto de majo -sonríes.
-Que se aguanten -Louis adquiere una expresión que tal vez podría ser descrita como salvaje-. ¿Y yo que sería?
-¿En general? -preguntas, para ganar tiempo de pensar una respuesta.
-Sí, supongo -vacía todo el líquido que quedaba en su vaso.
-Apenas te conozco.
-Eso habría que corregirlo para un futuro. Pero por ahora, con tu primera impresión me vale.



Asientes con la cabeza y te paras a reflexionar un momento. Necesitas encontrar adjetivos que le definan -o al menos su faceta que tú conoces- pero que a la vez no le inflen demasiado el ego.



-Atrevido. Bromista. Sociable. Tal vez encantador. Ligeramente guapo -guiñas un ojo.



En el rostro de Louis se distingue que está verdaderamente complacido.



-¿Ligeramente? -dice, sin embargo.
-Tienes suficiente buen concepto de ti como para que te vaya a provocar un trauma con eso -tú también terminas el contenido de tu copa.
-Está bien, me conformaré con eso -ladea una sonrisa.
-No te quejes, que te he puesto por las nubes.
-Término medio. Entre las nubes y el suelo, que ese "ligeramente" y ese "tal vez" tiran hacia abajo.
-Es suficiente.
-Tal vez -te mira con ojos brillantes.
-¿Y yo?



Está claro que ya los tenía pensados, porque los dice sin vacilar.



-Guapa. Inteligente. Mordaz. Cautelosa. Con un aire interesante.
-¿Un aire interesante? -no puedes evitar reír.
-Ajá -clava sus ojos en los tuyos-. Las chicas tenéis la absurda creencia de que nosotros sólo nos fijamos en el aspecto en un primer momento. Pero muchas veces es más importante ese aire interesante, que o se tiene o no se tiene.
-Curioso.
-Tú me enseñas, yo te enseño.
-¿Vamos a por algo de beber? -le muestras tu vaso vacío.
-Claro -sonríe a la vez que se levanta de la mesa.



Louis te hace un gesto con la mano para que pases delante de él, y tú lo haces.



-Ah, se me ha olvidado una cosa -dice desde detrás de ti.
-¿Qué?
-Que tienes un culo realmente bonito -adivinas una sonrisa pícara en sus labios.



Te das la vuelta y quedáis cara a cara. Intentas que tu expresión sea indescifrable. En efecto, Louis está sonriendo.



-Si hablamos de culos, me ganas tú -alzas una ceja.



Él gira la cara tratando de verse el trasero, tan inútilmente como cuando un perro intenta morderse la cola.



-No es verdad -protesta.
-Sí lo es. ¿Te lo habían dicho alguna vez antes? -llegas hasta la barra.
-¿Qué más da eso? -bufa, colocándose a tu lado.
-Que demuestra que tengo razón -apoyas tus manos en el tablero de imitación de madera y miras al joven.
-No me gusta que hablemos de mi culo.
-Tú has empezado a hablar del mío -replicas.
-Ya, pero tú eres una chica y...
-Y nada. Louis, tu culo es tan digno de mirar como el de una chica. Quizás incluso más, porque los tíos no soléis tenerlo así. Acéptalo.



Suspira, y tú le lanzas una mirada divertida.



-Anda, elige bebida tú esta vez -le dices.
-Te arriesgas a que no te guste...
-En ese caso no te preocupes, que me encargaré de hacértelo saber -retrocedes un poco para que tenga más espacio para pedir.



Te regala una sonrisa ladeada y cuando el camarero se acerca le pide algo que no llegas a entender.



-¿Qué es? -preguntas mientras vais de nuevo hacia la mesa.
-Ahh -contesta en tono misterioso-. Ahora lo probarás.



Miras hacia el líquido del interior de la copa que llevas en la mano. Tiene un tono oscuro, aunque el color exacto no se distingue debido a la no demasiado intensa iluminación del local.



-Entonces tienes... ¿diecinueve años? -os sentáis en vuestros respectivos sitios.
-¿No sabes que a una chica esas cosas no se le preguntan? -lo miras ocultando una sonrisa.
-Yo sólo...
-Lo sé -dejas que la sonrisa asome en tu rostro-. Era broma -la expresión de Louis se relaja-. Aunque no sé cómo tomarme lo de los diecinueve.
-Entonces eres menor, ¿verdad? -asientes- Y ahora me preguntarás si es que pareces más vieja.
-En realidad, lo he considerado un halago.
-¿Ah, sí? -parece verdaderamente sorprendido.
-Ajá. Tú tienes claramente esa edad o más, así que me lo tomaré como una percepción errónea de tu cerebro que quiere que tú y yo seamos de una edad parecida -sonríes ante su expresión atónita.
-Confías mucho en mi interés por ti, ¿no? -se repone fácilmente.
-Bueno, te has tragado el cóctel a pesar de que no te gustaba -te encoges de hombros.
-¿Qué? ¿Cómo...? -está claro que lo has pillado.
-Si te hubiera gustado lo habrías pedido otra vez, primero porque te asegurarías que me gusta a mí también, lo cual haría la conversación más larga y agradable y segundo porque nunca desagrada repetir de lo que está bueno. En cualquier caso, se te ha notado en la cara cuando lo has probado -ríes levemente.
-Vale, me has descubierto -reconoce agachando la cabeza-. Ahora prueba éste -señala tu vaso.
-Pero yo seré totalmente sincera -coges la copa.
-Eso significa que no estás tan interesada en mí como yo en ti.
-No, eso significa que como me gusta que la gente sea sincera conmigo, yo soy la primera que debe serlo -das un sorbo y pones cara de póker.
-¿Y bien?
-No está mal -bebes un poco más-.¿De qué es? ¿Cereza?
-Mora -sonríe.
-Más o menos -te llevas la copa a los labios, pero miras a Louis en lugar de beber.
-¿Qué? -pregunta.
-Nada -bebes-. O sí, algo. Me gustan tus ojos.
-Gracias -deja asomar una expresión de satisfacción-. Tu sonrisa.
-¿Mi sonrisa, qué?
-Que me parece muy bonita.



Le regalas una.



-Tu trasero -dices, divertida.



Él niega con la cabeza, pero ríe.



-Tú -te mira directamente a los ojos, y tú sientes que un escalofrío te recorre desde la base de la columna vertebral.



Louis da un largo trago de su copa y sus ojos adoptan un brillo de inusitada sinceridad.



-Lo siento -murmura, al comprender que no vas a responderle-. Supongo que eso no debería haberlo dicho.
-No, no es eso -te apresuras a decir.
-¿Entonces?
-Pues que no sabía qué contestarte que no fuera otro "tú" -admites en un momento de total (sinceridad).
-Eso me ha sorprendido, la verdad -mira fijamente su bebida de mora-. Pero estaba en lo cierto. Tenías un aire interesante y "eres" interesante.
-¿En qué sentido?
-En todos. A la gente como tú le pasa eso. Sois impredecibles, sorprendentes con cada cosa que hacéis o decís.
-Vaya, lo consideraré un halago -sonríes.
-Debes hacerlo.



Se produce un breve silencio que, aunque no es incómodo, sientes la necesidad de llenar. Vas a decir algo que probablemente no sea nada especial cuando tus ojos se posan arbitrariamente en un reloj de aspecto antiguo que cuelga encima de la barra. Es la una y cuarto de la mañana, llevas allí más rato del que pretendías, y casi con toda seguridad Louis también. Eso quiere decir que tendrá que irse pronto... Decides que quieres ser tú la que se vaya primero, y no parecer una desesperada o algo así.



-Es muy tarde -comentas señalando el reloj.



Louis gira la cabeza y mira a donde van tus ojos.



-Pues sí -asiente-. ¿Tienes que irte a casa?
-Debería.
-Vaya -parece realmente decepcionado-. Te acompaño.
-No hace falta -te levantas de la mesa tras dar un último sorbo a tu bebida de mora y coges tu chaqueta vaquera del respaldo de la silla.
-Es tarde...
-En serio, no es necesario -vas hasta al lado de su mesa y le pasas una mano distraídamente por el hombro.



Él te mira, y hace amago de levantarse. Presionas un poco su hombro para que se quede sentado. 



-¿Volveremos a vernos? -pregunta.
-Eso depende de si queremos o no. ¿Queremos?
-Yo sí -dice él con rotundidad-. Me gustaría muchísimo.
-Pues toma.



Coges una servilleta del servilletero, sacas un pequeño bolígrafo del bolsillo de la chaqueta y apuntas en él tu número de teléfono.



-Para cuando te vuelva a interesar aprender a sorprender a una chica -sonríes.
Le das un beso en la mejilla que prolongas quizás algo más de lo que sería necesario, pues sientes muy agradable el contacto de su piel en tus labios.
-Buenas noches, Louis -susurras.




Él te mira con ojos brillantes mientras te alejas en dirección a la barra para pagar tu parte. Te parece escuchar que te desea las buenas noches desde la mesa. Has resistido el impulso de pedirle a él su número porque estás casi segura de que te llamará, y porque además es mejor que sea él quien decida cómo de pronto debéis volver a veros. Una amplia sonrisa ocupa tu rostro mientras sales del local sintiendo los ojos de Louis clavados en tu nuca, o tal vez en tu trasero. Aquel chico ha sido un curioso regalo que el destino se ha permitido poner en tu camino esta noche.




[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]

22 comentarios:

  1. Me encantaaaaa! Enserio, es genial! Sube pronto los siguientes caps porfaaa! Graciaas:DD <333 xx

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado!!!!! Es interesante que la protagonista no tenga esa tipica personalidad de nunca he roto un plato. Esperando impaciente el proximo capitulo.

    ResponderEliminar
  3. hermosoooooooo lindo y atrevido sigue asi

    ResponderEliminar
  4. Mee a encantado de verdad ana eres la mejor escribes geniaal estoy enganchadisima a tus imaginas

    ResponderEliminar
  5. i love it!!!!! <3 lo ame (como todos los demas) :D

    ResponderEliminar
  6. Para cuando la segunda temporada del de Hazza?

    ResponderEliminar
  7. Tiene muy buena pinta Ana!! Seguro que será perfecto, como todos los otros imaginas :) Siguela pronto ^^

    ResponderEliminar
  8. Por fabor siguela prontoooo! Esta increible, soy adicta a tus imaginas..Siiigueeelaaaa!!

    ResponderEliminar
  9. askdjlaksj dalk me encanataaaaaaaaaaaaaa plis ssiguela yaa!! me he hecho seguidora.. pasate por mi blog plis es http://theyareperfecttome.blogspot.com.es vaaaa que me encanata y no puedo aguatar mass ajsldk lo necesito ya besos xx

    ResponderEliminar
  10. Jdjdjdjdjdkdjd DIOSS SIGUELA EN SERIO ME ENCANTA ES JDJDJDJDKD PERFECTAA *-*

    ResponderEliminar
  11. Ana por favor, de parte de @Flashde1D ¿TÚ VES ESTO NORMAL? ¡DEBERÍA SER ILEGAL ESCRIBIR TAN SUMAMENTE BIEN, CHÉ! Hazme el favor de seguirlo, porque si no, te denuncio ante Louis para que él mismo te obligue a seguir escribiendo la historia entre él y tú.
    De verdad, Ana, síguela.

    ResponderEliminar
  12. ÍNCREIBLE.FLIPANTE.MAGNÍFICO.ASOMBROSO.FANTÁSTICA... NO TENGO PALABRAS. SIMPLEMENTE... ¡SÍGUELO! NECESITO MÁS.

    ResponderEliminar
  13. Holaa, me e enterado de que solo va a tener una parte, porque?? :(( me encanta este imagina es tan asdegjghjkkgh. Por favor siguela me harías muy feliz enserio, amo tus imaginas.<33
    Besoos desde Mallorca. ~M

    ResponderEliminar
  14. Simplemente geniaal, *-* voy a recomendarte. Me encanta. Siguela porfavorr. :)) Bss

    ResponderEliminar
  15. Hola, primero decirte que me e leido todos tus imaginas y son geniales. Me e enterado de que el imagina de Louis solo va a tener una parte :((, porque?? Enserio, amo este imagina, porfavor siguelo, me harias muy feliz. :)) voy a recomendarte.
    Bessos desde Mallorca xx
    ~ M

    ResponderEliminar
  16. te has vuelto loca?!!! por que no sigues le imaginaaaaa? Esta demasiado bueno tia, todos los dias reviso y nada :( tiene que hacer un maraton de capitulos!! sigue escribiendo!

    ResponderEliminar
  17. Holaaa el imagina de louisme gusta bastante. Pero me gustaria saber cuando vas a subir a segunda parte del imagina de harry el de "bombon".

    ResponderEliminar
  18. Tienes que hacer segunda parte de este #imagina POR FAVOR. Me encanta lo interesante que llega a ser la personalidad de la chica y amo a Louis Tomlinson... PORFIII

    ResponderEliminar
  19. Holaa ^^
    DIOS! Me encanta *_*
    Es asfakffjakfas! Espero que lo sigas pronto. Me ha encantado tu blog y ya me he hecho segui.
    Yo también tengo un blog, se llama: amistadcononedirection.blogspot.com
    Me encantaría que te pasaras *_*
    Besitos :)

    ResponderEliminar
  20. Hola, he leído este imagina y me ha encantado, escribes geniall :))) ¡Quiero continuacióón! Besos :)

    ResponderEliminar
  21. Me ha encantado, es perfecta escribes genial. Bsss wappa :):):):):)

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.