Por la tarde,
Celia y Leire quedaron para que la primera pusiera al día a su amiga sobre los
libros que Payne y ella habían estado pensando para la feria del libro.
-Los
de Harry Potter ya están muy vistos
-bufó Leire.
-Ya, pero si traemos también el nuevo de J.K. Rowling, servirán para que la
gente asocie.
-¡¿Quién no sabe que esa mujer es la autora de Harry Potter?!
-Será mucho más gráfico si ponemos esos y al lado el nuevo best-seller de la
misma autora -argumentó Celia.
-Bueno, pues ya está, como quieras -accedió su amiga-. Por cierto, ¿qué tal con
Payne?
La
chica apartó la mirada.
-Uy
qué mal pinta eso -alzó las cejas.
-No, no es nada malo... A ver, la parte en que me ha dicho que tiene la
sensación de que se está aprovechando de mí, sí, pero...
-Bah.
-Ya, pero piensa que tiene seis años más que yo, Leire.
La
interpelada se encogió de hombros, como si aquello no fuera un dato importante.
Podía llegar a ser muy escéptica.
-¿Y
cuál es la parte buena? -preguntó Leire haciendo caso omiso de su último
comentario.
-La parte en que le quité la camiseta en el departamento de inglés -intentó
decirlo como algo totalmente natural.
-¡¿Que hiciste qué dónde?! -abrió mucho los ojos.
-Hija mía, que no fue nada del otro mundo -Celia frunció el ceño-. Sólo un poco
más de pasión que de costumbre.
-En el departamento de inglés -apuntó ella-. Donde podía haber gente cerca.
-La puerta estaba cerrada con cerrojo. Además, creo que no gemí tan fuerte
-bromeó.
Leire
esbozó una sonrisa, pero volvió a ponerse sería rápidamente.
-Vosotros
sabréis lo que hacéis.
-Claro, como tú tienes un novio normal
con el que no importa que te vean, lo tienes muy sencillo...
-¿Ya os consideráis novios?
Celia
ladeó la cabeza.
-Pues
la verdad es que no lo sé -suspiró.
-Tan sólo te digo que es mejor que esas cosas las hagáis en un sitio privado
-dijo Leire-. Aunque no niego que la posibilidad de que te pillen debe ser
bastante emocionante.
-Lo es -las dos sonrieron.
…
La semana pasó
sin ningún incidente. Celia, Leire y Liam quedaron varias tardes en la
biblioteca del instituto para terminar de decidir con exactitud todos y cada
uno de los títulos que iban a pedir para la feria del libro, tras lo cual Leire
se iba con su novio y Celia y Liam se quedaban a solas, lo que les permitía dar
un paseo, tomarse algo en alguna cafetería u ocultarse un poco en algún
recoveco para poder besarse con tranquilidad.
Ese viernes
tuvieron reunión con el club de lectura para la puesta en común de todo lo que
los componentes del grupo habían estado haciendo durante los días que habían
tenido. Una vez le hubieron dado sus propuestas de libros al profesor de
Lengua, Celia dejó de prestar atención a lo que los demás decían. Liam le
dedicó una mirada fugaz y ella le contestó con una sonrisa.
-Oye –susurró Leire,
dándole un leve codazo a su amiga.
-¿Qué? –preguntó
ésta, también en voz baja.
-Están diciendo
estas por el grupo de salir esta noche –las cinco amigas tenían un grupo de
Whatsapp que utilizaban para quedar, o para poner toda clase de emoticonos
cuando estaban aburridas.
-Por mí sí.
-Vale –Leire tecleó
algo en su teléfono y esperó-. Dicen que a las doce en el parque.
-Como siempre –la
chica ladeó una sonrisa.
La reunión
acabó con el profesor de Lengua diciendo que ya concretaría cuándo tenía que ir
la gente a ayudar a montarlo todo a lo largo de la próxima semana. Mientras
todos salían –Leire incluida-, Celia fingió que se ataba los cordones de los
Converse, de manera que se quedó la última en la biblioteca. Bueno, la última
no, también estaba Liam, que hacía como si leyera una página de su inseparable
ejemplar de Cumbres Borrascosas.
-Buenas –dijo ella,
acercándose a donde él estaba y sentándose en la mesa sobre la que Payne
apoyaba su lectura, con una pierna apretada contra el pecho.
-Hola –Liam cerró
su libro y le dio a la chica un tierno beso a modo de saludo.
Celia enredó
sus dedos en el pelo pajizo de su profesor y jugó distraídamente con él.
-Creo que este
año mi mejor nota va a ser en inglés –comentó ella.
-No pienses que
aceptaré sobornos –dijo mitad en broma, mitad en serio.
-No lo pienso,
tonto –sonrió.
Por algún motivo
irracional, se resultó más extraño llamar tonto
a un profesor, y más por ser en tono cariñoso, que el hecho de besarle.
-¿Entonces? –Liam
alzó las cejas.
-Dicen que si
te gusta un profesor, te gusta su asignatura.
Él se tomó su
tiempo en contestar.
-No creo que se
refieran a este tipo de gustar –contestó
él.
-¿Y cuál es este tipo? –dejó de acariciarle el pelo
pero no quitó la mano de su cabeza.
-Eso quien lo
sabe eres tú –el joven le dio un besito a la chica en la rodilla de la pierna
que tenía encima de la mesa.
Aquel gesto
hizo que Celia sintiera que su estómago se contraía, y la dejó desconcertada
por un momento. Había sido tan sencillo pero tan tierno…
-¡Vaya, qué
tarde es! –exclamó Payne de repente al mirar el reloj que colgaba de la pared
de la biblioteca.
-¿Tienes que ir
a algún sitio? –preguntó ella, intentando que no se notara el tono de fastidio.
-Bueno, los
profesores del departamento de inglés han organizado una salida esta noche…
Para ir a tapear –él también parecía un poco apenado-. Es en una hora, pero
tengo que arreglarme y demás…
-Ya, supongo
que también tienes que salir con gente de tu edad –levantó una ceja-. Aunque,
por otra parte, son todos unos viejos…
El profesor
soltó una leve carcajada.
-Ya ves, me voy
o muy arriba o muy abajo en eso de la edad.
-¿Es que tienes
una amiguita en primero de ESO? Porque yo no estoy muy abajo. Sólo abajo.
-Me has pillado
–guiñó un ojo-. Soy capitán, soy capitán,
de un barco inglés, de un barco inglés, y en cada clase yo tengo una mujer –cantó
la famosa cancioncilla infantil, pero a su manera.
-Anda, vete con
tus amigos de la residencia de ancianos, que vas a llegar tarde –Celia sonrió y
se inclinó hacia delante para darle un prolongado beso en los labios.
-Nos lo
pasaremos genial jugando al bingo –bromeó Payne levantándose de la silla.
-Si te toca
algo, regálamelo –ladeó la cabeza.
-Claro.
Disfrutad esta tarde tú y tus amigas de la guardería si os veis –le dio otro
beso, aunque éste mucho más fugaz, y salió de la biblioteca.
Celia se quedó
allí sentada un par de minutos más, tanto para que nadie pensara que salían
juntos de la habitación como porque no tenía ganas de moverse. Había pensado
que podrían pasar un rato juntos, incluso haber cenado fuera, pues ella no
salía hasta las doce. Pero Liam ya tenía otros planes, y era comprensible, no
podía centrar su vida sólo en ella. Por primera vez, vio esa diferencia de seis
años como un enorme abismo que les dividía e, intentando ignorar un escalofrío,
decidió que era mejor salir de la biblioteca e irse a casa.
…
A las doce
menos veinte, Celia iba de aquí para allá por su casa. No se había dado cuenta
de la hora que era, y ahora tenía diez minutos para arreglarse, más los diez
que tardaba en llegar al parque donde habían quedado. Abrió el cajón de la ropa
interior y cogió el primer sujetador que vio. Una vez puesto, se dio cuenta de
que estaba enrollado por la parte del centro, pero no tenía tiempo de quitárselo
para volver a colocárselo bien. Vació un cajón entero del armario hasta que
encontró la blusa color salmón que estaba buscando, y se la puso a toda prisa,
metiéndola por dentro de los pantalones cortos vaqueros que se acababa de
poner. Rebuscó entre las cajas de zapatos y cogió unos tacones marrones
bastante altos que siempre habían sido sus favoritos. Iba a ponérselos, pero se
dio cuenta de que para ir corriendo por la casa mejor lo hacía descalza.
Fue rápidamente
hacia el baño y se hizo una raya negra en el ojo que en otras circunstancias
probablemente habría sido algo más fina, tras lo cual se echó rímel. Tampoco le
gustaba maquillarse demasiado y parecer un payaso, pero ese pequeño toque nunca
venía mal. Se puso las pulseras que tenía en el lavabo y fue corriendo a por
los tacones.
-¡Me voy! –exclamó,
saliendo de su casa tan deprisa como le era posible estando a semejante altura
del suelo.
Cuando ya iba
por la calle, fue a mirar la hora que era, pero se dio cuenta de que se había
olvidado el móvil. Bueno, tampoco creía que nadie fuera a llamarla.
Sus amigas ya
estaban en el parque cuando ella llegó.
-Lo siento –se disculpó,
tomando el aire que le faltaba.
-Esta vez sólo
has llegado diez minutos tarde –dijo Patricia.
-No siempre
llego tarde –protestó Celia.
-Casi siempre,
sí –apuntó Claudia, pero sonreía.
-Bueno, menos
hablar y más ir adonde sea a pasárselo bien –intervino Eli, y empujó a Leire
por la espalda para que echara a andar.
Con sus
kilométricos tacones, tardaron unos veinte minutos en llegar al local que
tenían más cerca.
-No parece que
aquí vaya a haber ningún chaval apañado –se quejó Eli.
-¿Qué más da?
Vamos a entrar a ver –dijo Celia.
-¡Claro, como
tú ya tienes novio, pues no piensas en que nosotras, oh, pobres solteras,
queremos que haya mozos guapos, ¿no?! –exclamó su amiga.
Todas rompieron
a reír.
-Yo no tengo
novio –se defendió Celia-. Y a lo mejor sí que hay mozos guapos.
-Veamos –la chica
tiró de la puerta y todas entraron.
Tras ver que el
local tenía buena pinta, se acercaron a la barra a por algo de beber. Con
alcohol, claro. Luego se fueron a la pista de baile a pasárselo bien durante un
rato. Sin embargo, tanta gente junta, bailando, y el calor que eso provocaba, hacían
que las bebidas se acabaran con mucha rapidez. Y es imposible estar ahí sin
beber algo, así que cada vez que se les vaciaba el vaso, iban a pedir otro. Y
de nuevo a bailar. Y a beber. ¿Por qué no pasárselo bien? Liam se lo estaba
pasando bien sin ella, pensó Celia. Ella estaba en su derecho de hacer lo
mismo. Era una actitud bastante infantil, pero no le importó. En algún momento,
a Celia le pareció que Eli bailaba con un chico, pero con las luces
parpadeantes era un poco complicado que todo aquello no tuviera un aire
surreal.
Eso fue lo
último que Celia era capaz de recordar en el momento en que abrió los ojos y se
dio cuenta de que estaba en la cama de un dormitorio que no era el suyo.
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"¡¡¡¡¡Ooooooo!!!! Me encantaaaa
ResponderEliminarozzzzz mueeeerrrooooooo sexyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarDios miiio!!!! anaaaa!! tu me quieres matar!!!!!! ¿¡como me dejas asi?!! aaaaa dios por favor siguelaaaaaaaaaaaa si no no te invitare a mi funeral jajaja okno pero siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! :D
ResponderEliminarDioos que tension!! Donde esta?! Uuh qu guarrilla JAJAJAJAJAJAJAJ siguela por lo que mas quieraas :)
ResponderEliminarOH DIOS. Yo creo que va a ser el cuarto de Payne... O no, no sé, pero me da la sensación de que sí. Sigue <3
ResponderEliminarBien subiste cap lalalala(bailando de felicidad) weee que bien enserio amo tus capitulos y tus novelas <3
ResponderEliminarGenial, ahh que ganas de seguir leyendo, el final me ha dejado con la intrigaaa! Gracias por todo, y sonríe :D
ResponderEliminarSo perfect!!!!!!! Siguelo ana!!!
ResponderEliminarAnaa Siguelo!! Me encantaa ! =) Dioos.. Sigelo sigelo Sigelo Sigelo Sigelo Pleaseee
ResponderEliminarOMFG !!!! Adjkghtumcjidkfjjhgkdodifu.SIGUELA <3
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