Hay
muchos días en los que tenemos momentos malos, pero luego la situación parece
simplemente estabilizarse y todo vuelve a la calma y normalidad. Sin embargo,
hay otros muchos días –o al menos los había en mi vida- en los que todo rueda
cuesta abajo y las cosas van de mal en peor. Son días que parecen estar
marcados con una cruz roja en el calendario, días en los que es mejor moverse
lo menos posible para evitar llamar la atención, días que pasas esperando a que
llegue el momento de irse a dormir para que acaben, pues es como si algo se
hubiera alineado para simplemente dedicarse a fastidiarte.
En
fin, esto viene porque aquel no era un día especialmente bueno para mí. No me
hablaba con mis padres y la amenaza de cambiarme de instituto flotaba en mi
mente. Pero eso no era todo, claro que no.
Steph
y yo estábamos entrando en la clase –a la que la profesora aún no había
llegado-, y yo me dirigía hacia mi sitio como siempre, pegada a la pared,
haciéndome notar lo menos posible. No obstante, ese día había una pequeña
diferencia que yo no noté, y si me hubiera dado cuenta de ella habría cambiado
sin duda mi típica ruta.
¿Recordáis
a Amber? Sí, la chica perfecta y consentida, la hija del director, la que tanto
disfrutaba haciéndomelo pasar mal. Exacto, Amber. Pues bien, ese día debía de
estar aburrida, porque se colocó estratégicamente sentada en lo alto de una de
las mesas que daban al pasillo por el que yo caminaba. Estaba sentada allí como
casualmente, y de la misma forma supuestamente casual, movía las piernas hacia
delante y hacia detrás, alternando una con la otra, cual niña pequeña
impaciente porque sabe que está a punto de recibir un caramelo.
Yo
estaba mirando en dirección a los chicos, que seguían en sus asientos al final
de la clase, y que conversaban entre ellos sin mirar lo que pasaba a su
alrededor, así que no me fijé en que Amber estaba allí. Detrás de mí venía
Steph, que creo que me estaba diciendo algo, pero sinceramente no sé qué era.
Entonces,
Amber debió imprimir más fuerza a una de sus inocentes patadas porque de
repente yo noté algo chocar contra mis piernas y, sin saber muy bien cómo, me
encontré dando con la barbilla en el suelo. Me gustaría decir que alguien se
acercó rápidamente a mí y me preguntó si estaba bien, pero lo único que escuché
fueron unas risas. Bastantes risas. Debía parecer verdaderamente estúpida allí,
tirada en el suelo del pasillo, bocabajo. Mentalmente me imaginé como algún
animal marino estilo ballena fuera del agua, lo cual no me ayudó precisamente a
sentirme mejor. Me incorporé torpemente, con ayuda de Steph, que me decía cosas
pero tampoco sé de qué estaba hablándome. Quizás estaba fingiendo que no había
pasado nada. Quizás estaba diciéndome en voz lo suficientemente alta que Amber
era una imbécil malcriada. Lo único que sé es que al ponerme en pie, mi mirada
se cruzó con la de Niall, y sentí más vergüenza de la que había sentido nunca
–y creedme, había tenido motivos para sentir vergüenza-.
Ojalá
las miradas matasen, porque estoy segura de que la mía habría acabado con Amber
en una décima de segundo. También me habría valido que las leyes con respecto a
matar a una persona no fueran tan estrictas, pero ni siquiera cuando al
eliminar a esa persona le estás haciendo un bien a la humanidad te libras del
castigo, así que no la maté allí mismo. Bueno, por eso y porque no tenía ni un
cuchillo ni una pistola a mano.
Puede
que no lo comprendáis, porque tal vez no compartáis mi opinión, pero para mí,
caerse delante de mucha gente, o peor aún, que te tiren delante de mucha gente,
es una de las cosas más humillantes que te pueden hacer. Es hacerte quedar a
los pies de los demás, es emplear la fuerza para doblegarte, es despreciarte
como si lo único que merecieses fuera que te lanzaran al suelo. Especialmente
si entre los presentes está el chico que te gusta, ése que quieres que vea lo
mejor que hay en ti, ése al que tus esperanzas te dicen que puedes llegar a
gustarle.
Quizás
os sorprenda, pero por un momento pensé que Niall, en lugar de quedarse en su
silla actuando como si no hubiera pasado nada, se acercaría a nosotras y le
diría algo a Amber. No sé, pero que me cogiera de la mano o que me invitara al
estudio debería significar algo más que eso. Ah, si yo hubiera sabido... En
fin, no os contaré el por qué de esa forma de actuar porque prefiero que lo
descubráis en el momento en que yo lo hice. Al menos así entenderéis mejor mi
reacción.
En
cualquier caso, no le dije nada a Amber porque sabía que sólo conseguiría
quedar en peor lugar, si bien mi odio visceral hacia ella aumentó aún más si
era posible.
Pero,
sorprendentemente, fue ella la que me habló, en un susurro, evitando que los
demás la oyeran.
-Tus
amiguitos... -señaló disimuladamente a los chicos- Todavía no te han contado
por qué están aquí, ¿verdad? No sabes nada de ellos. Crees que lo sabes, pero
no es así.
Mordí
el anzuelo, tal y como ella quería. Y es por eso por lo que suelo no replicar a
nada a menos que sea estrictamente necesario.
-¿Y
tú sí? -pregunté, instintivamente también en voz baja.
-Yo
sí -me sonrió con más autosuficiencia de la que había visto jamás en ella, y
eso es ya es decir.
Me
mordí la lengua, pensando en qué decirle, porque estaba segura de que era
mentira. Estaba convencida de que lo decía para ponerme nerviosa, de que por
una vez la soberbia Amber tenía envidia de alguien como yo.
Así
que simplemente le respondí lo que pensaba de forma sincera.
-Al
contrario que tú, yo tengo a mis amigos por cómo son. Yo no les pregunto más de
lo que quieren decir, ni los selecciono dependiendo de si van a servir para mi
beneficio propio o no.
Volví
a darle una oportunidad para hundirme.
-No
podrías seleccionarlos ni aunque quisieras, no es que haya demasiados
candidatos, que digamos –me mostró una sonrisa incisiva.
Decidida
a no darle más opciones para reírse de mí, me dí la vuelta y me fui a mi
asiento. Escuché murmullos y risitas mientras me sentaba, pero ya me sentía tan
mal que había dejado de importarme.
Por
fin apareció la profesora, pero para seros sincera, no le presté ninguna
atención a la clase. Me dediqué a dibujar círculos en la mesa, y ni siquiera
respondí las veces que Steph intentó iniciar una conversación conmigo. Me
sentía tan decaída que ni tenía ganas de pensar en cómo me sentía. Supongo que
de todos modos podréis imaginarlo.
Durante
el almuerzo, fijé la mirada en mi comida y no intenté integrarme en la conversación.
Sí escuché con atención, pero nadie comentó nada de mi caída. Por algún motivo,
eso me molestó. Sé que no tenía mucho sentido que estuviera molesta porque
Niall no se había dignado a venir a ayudarme, pero al menos podrían preguntarme
ahora cómo estaba. Pensé que era posible que fuera porque creían que haciendo
como si no hubiera ocurrido nada yo me iba a sentir mejor, y en cierto modo
quizás podría ser así, pero por otra parte que no dijeran nada sobre el tema me
resultó bastante hiriente. Con un qué
estúpida es Amber me habría conformado.
Estaba
tirando distraídamente el contenido de mi bandeja en una de las muchas basuras
repartidas por el comedor cuando Niall se acercó a mí. Me resultó curioso, pues
antes de levantarme a tirar los desperdicios me había asegurado de que todos
seguían comiendo, porque no me apetecía que ninguno viniera conmigo a dejar
también su bandeja. Tenía ganas de estar sola, de hecho.
Intenté
hacer como si no le hubiera visto y marcharme mientras él tiraba sus cosas,
pero él me llamó por mi nombre y me pidió que le esperase.
-¿Qué?
–pregunté, no de un humor especialmente bueno.
Niall
me miró un momento antes de contestar.
-No
parece que estés bien –dijo finalmente.
-No
tengo ningún motivo para estarlo –repliqué.
-Sí
que lo tienes.
-Ilumíname.
-Por
ejemplo, yo me preocupo si veo que tú estás así.
-Me
parece un argumento bastante egoísta –dije con mi más cínica sinceridad.
-A
veces es más fácil hacer las cosas por los demás que por nosotros mismos.
-Creía
que el filosófico del grupo era Zayn –me limité a contestar.
-Tengo
mis momentos –Niall realizó un amago de sonrisa.
Eché
a andar de vuelta a nuestra mesa, e intuí que el chico me seguía. A pesar de
todo, el saber que Niall estaba ahí, siguiéndome, centrando su atención en mí,
me provocó una sensación reconfortante. Lo cual no implica que no siguiera
molesta.
-Además,
tampoco ha sido…
-Si
vas a decir para tanto, no sigas –le corté.
Él
guardó silencio. Yo me di la vuelta, porque a pesar de todo pensaba que Niall
merecía una explicación a mi mal humor. Al menos había ido, aunque tarde, a
preguntarme cómo estaba.
-¿Sabes?
Una vez no importa. Dos veces no son para tanto. Tres veces son soportables. A
partir de cuatro, empiezas a cansarte. Y luego llega un momento en que la situación
está tan tensa, que se rompe –dije, en un tono menos iracundo de lo que
esperaba; más bien me escuché a mí misma cansada.
-¿Y
hoy se ha roto? –sus ojos azules se clavaron en los míos.
-No
–suspiré-. Sinceramente, no quiero saber qué pasará cuando eso ocurra.
-Ni
yo tampoco –volvió a esbozar una sonrisa.
Más
tranquila, como si estuviera algo más aliviada después del encuentro con Niall,
llegué a la mesa e incluso intervine en algunas partes de la conversación. La
mañana transcurrió sin más incidentes que las miradas burlonas de mis compañeros de clase, y hubo veces en las
que prácticamente me olvidé de la amenaza de mis padres y de que el viaje a
Londres podía peligrar.
Ah,
parece absurdo lo fácil que se olvida cuando te sientes molesta hacia la
persona que te gusta. Es ridículamente fácil, y para el final del día yo ya no
podía seguir hablándole bruscamente a Niall. Tal vez mi subconsciente temía que
si lo hacía, él acabaría enfadado y entonces no tendría remedio. Tal vez alguna
otra parte de mí veía que era bastante irracional molestarse porque no hubiera
venido a tenderme la mano para ayudarme a levantarme.
De
vuelta a casa, Steph se mostró habladora de más, como siempre hacía cuando yo
me sentía mal y ella no sabía exactamente cómo ayudarme. Llenaba el silencio
con sus palabras, y en realidad se lo agradecí, porque al menos me daba otras
cosas más tranquilas a las que dedicar mi atención. Sin embargo, mi atención se
iluminó con farolillos rojos cuando, al llegar a casa, mis padres volvían a
estar otra vez sentados en el agorero sillón de la entrada.
[¿Qué os ha parecido? ¿Qué pensáis de Amber, y qué será eso que ella sabe de los chicos? Y, ¿por qué ella lo sabe? Si queréis y podéis, os agradecería que intentaráis contestar a estas preguntas en vuestro comentario -por favor, comentad aquí en el blog o mencionadme en twitter, o ambas cosas-. Seleccionad también en las casillas de abajo lo que os ha parecido el capítulo, gracias. Si leéis, hacedme saber que existís, que eso a mí me alegra los días. Gracias por leer.]
[¿Qué os ha parecido? ¿Qué pensáis de Amber, y qué será eso que ella sabe de los chicos? Y, ¿por qué ella lo sabe? Si queréis y podéis, os agradecería que intentaráis contestar a estas preguntas en vuestro comentario -por favor, comentad aquí en el blog o mencionadme en twitter, o ambas cosas-. Seleccionad también en las casillas de abajo lo que os ha parecido el capítulo, gracias. Si leéis, hacedme saber que existís, que eso a mí me alegra los días. Gracias por leer.]
NECESITO RESPUESTAS ANA.
ResponderEliminarTe voy a responder a lo que siempte dices de:
"Nadie me lee."
Ahaha,risa me das.
¿Sabes lo que es volver al instituto in sin tan siquiera decir "Hola" ir corriendo,coger el movil y buscar "Somkingsmiles_" en Twitter para ver si ya has subido un capítulo?
Pues ese es mi dia dia.
Que necesito saber que pasa,y ya esta.
Solamente eso.
Espero el proximo prontoo (:
Yo creo no lo sabe, o que si lo sabe es porque tiene algo con uno (?) Me cae muy mal Amber. Me ha encantado!
ResponderEliminarUyyyy Amber q mal me caeeee jajajaja. Súper guay este caaaap (menos el piñazo jajajaja) Niall q adorable es :*. Y yo creo q Amber lo sabe porque como tiene enchufe por ahí pues asi cualquiera jajajaj. Xoxo
ResponderEliminarAmber es puta bc me cae mal y si me cae mal, es puta. Así de claro, ea.
ResponderEliminarNo entiendo cómo puede saberlo aunque sea la hija del director. Se supone que aunque sea su padre, tiene que tener un poco de "secreto de profesión" por así decirlo, y si no, pues vaya padre/director está hecho el hombre. Me parece un grado muy alto de consentimiento, cosa que no soporto, #dato. ¿La caída? La mato, juro que la mato. Quién cojones se cree, o sea, cojo una metralleta y RATATATATATATATATATATATATATATATATA.
Necesito saber qué es lo que esconden, qué es de lo que me enteré de una manera poco normal, (?) Creo, bueno, pues kjdgbDLKQGFKJHFÑKDFÑADS eso.
PD: Te adoro, teo @Rachelforever99
Hola Ana ¿como estas? ¿la escuela; el novio, los amigos ¿esta todo bien? Espero que si (:
ResponderEliminarBueno; respecto al capitulo:
Sí, existen esos dias de tregua en los que sabes que nada esta bien pero pretendes (y finges) que todo esta bien.... (yo particulamente los odio)
Me alegro de que te hayas acordado de Amber; la rubia pesada esa. Lo admito; la odio y ella ¿por que la tiene con la protagonista? ¿que paso? ¿por que simplemente no se conforma con ser la Miss popularidad de la escuela y nos deja en paz? La muy B**ch quiere hacer sentir mal a la rayiss y parece estarlo logrando....
¿Y Niall? .... admito que lo odie un par de instantes x no ayudar a rayiss a levantarse.... pero despues; despues lo ame.
Los chicos y Niall parecen traerse algo GRANDE ¡GRANDE! entre manos... es obvio que sabemos (mas o menos o algo asi) que es ese "algo" solo que parece haber algo mas.
Yo se por que Amber si lo sabe (o eso creo) es hija del director asi que no es mucho el esfuerzo que hizo para saber .... o quien sabe.... hay nose... mejor espero el siguiente capitulo y salgo de dudas.
como siempre Ana; ha estado perfectisimo y ASDFGHJK
OS QUIERO UN MONTON
*Sugerencia: ¿podria; al final o algo asi, Amber tener un momento Megavergonsoso? Seria perfecto.
Me voy Ana. Que la pases cool :'3
Me despido; ansiosa por leer mas (como siempre, digo)
XOXO
Att.
Lulhee
OH MY GOD! Amo, adoro, quiero, agradezco y necesito este imagina, no sabes cuanto, me siento tan identificada con la protagonista, por que, ok, no sufro de bullying, pero, wow pienso igual que ella, en serio, es como siempre pienso que la gente piensa algo malo de mi o que se burla de mi en su cubezas, pero,ya es suficiente sobre mi gggg, LO ESTAS HACIENDO DE NIALL, Es mi hermosa y bella perdicion, en serio... no se como agradecerte lo bien que escribes, en serio, me haces sentir bien con tus imaginas :D
ResponderEliminarOk, estupida amber hija de su padre que merece que le pase todas las cosas malas (no conocer a tus idolos, no encontrar el libro que quieres leer, pero te niegas a leerlo en pdf, no poder ir a un concierto, que se burlen de ella como ella lo hace con los demas, que no encuentre al amor de su vida, y ah, por supuesto TIENE QUE MORIR MUAJAJAJAJAJ, #okno o si?...) Que carajos esconden los chicos? vas a decirlo en algun momento no? espero que si :j y AY QYE BESHO MY BABY, se preocupo, se que se preocupa ;) solo no se por que lo demuestra cuando estan solos, en serio WHY?
I SO FUCKING LOVE YOU REALLY
The fault is in our stars dear Brutus <3
-G
P.D: Algun dia te dire quien soy, a no ser que lo adivines antes
ASDFGHJKLÑ Me he enamorado - de nuevo - del capítulo. Es tan... arg. Es frustrante no tener palabras para definirlo :/ Pero "Perfección" Se acerca :)
ResponderEliminarEn fin, perdón por no dejarte un comentario kilometrico, pero quedé con unas amigas y tengo que irme hace media hora (xD)
En fin. Sigue pronto, besoos xx