viernes, 14 de marzo de 2014

EN UN INSTANTE - Capítulo 18.

¿Nunca os ha pasado que tenéis la sensación de que algo que es real no lo es? ¿Que todo adquiere surrealismo y parece que estéis soñando? A mí me pasa a menudo, sobre todo en momentos especiales, momentos que sé que sólo ocurren una vez en la vida. 


Estando en ese pub en Londres me sentí así. Ni siquiera Niall, que estaba a unos centímetros de mí, me parecía tangible. Empecé a agobiarme, noté que las manos me empezaban a sudar, y me fui sin decir nada y prácticamente corriendo al cuarto de baño. 



Yo. Cantando. En un local lleno de gente. Cada vez sentía más calor, y me eché agua en la cara para intentar contrarrestarlo. Inconscientemente me miré al espejo, y menudo desastre acababa de hacerme. La máscara de las pestañas me había manchado la parte de debajo de los ojos, y luché frenéticamente para arreglarlo con un montón de papel higiénico. No estaba acostumbrada a maquillarme, y no me había acordado de que tenía que mantener el agua alejada de mi cara. 



La verdad es que no sé muy bien qué pasó por mi cabeza en esos instantes. Sé que me agobié, me puse muy nerviosa y no era capaz de pensar con demasiada coherencia. Yo jamás había cantado delante de gente. Yo jamás me ponía delante de gente. Yo intentaba ser invisible, no ser el centro de atención. La perspectiva me aterraba tanto que me había metido en el aseo de los chicos sin darme cuenta.



-¿Estás bien? -escuché que preguntó Niall desde la puerta.
-Perfectamente -respondí, al borde de la histeria.
-Es que estás en el baño de hombres.


Alcé la vista del ovillo negro de papel higiénico que tenía en las manos y vi que, en efecto, estaba rodeada de urinarios.



-¿Importa? De todos modos estoy sola.
-No, estoy yo.
-Entonces te dejo hacer tus necesidades tranquilo -lancé el papel a la papelera, y ni siquiera cayó dentro, pero no pensaba agacharme a recogerlo.
-Sabes muy bien a qué me refiero.


No me atrevía a mirar a Niall. Entendedme, él había organizado algo que debía hacerme feliz, había intentado generarme un momento de atención para que descubriera que la gente podía valorarme por lo que era capaz de hacer, y sin embargo ahí estaba yo, desagradecida y sobrepasada por la situación. Es posible que no entendáis cómo me sentía, porque lo cierto es que no era muy lógico estar así. Pero yo era así, y estaba demasiado habituada a que la gente no me viera. Así no podían ver lo bueno, pero como eso era tan insignificante en comparación con lo malo, merecía la pena.



-No pretendía hacértelo pasar mal.



Genial, encima Niall se disculpaba. Eso sólo conseguía hacerme sentir culpable. ¿Os acordáis de lo que os dije sobre los amigos? Os dije que les agradeciérais lo que hacen por vosotros, porque si no, luego os arrepentiríais. Yo nunca era capaz de hacerlo con Steph, ni ahora con Niall. Aunque lo intentaba, a mi manera.



-Lo sé, pero soy estúpida. 
-Claro que no.
-¡Oh, vamos, Niall! ¿Intentas hacer algo bueno por mí y yo te lo agradezco escondiéndome de ti en el baño?


Estaba furiosa. El problema era que estaba furiosa conmigo misma y lo estaba pagando con Niall.



-No te escondes de mí. Te escondes de ti misma. Y por mucho que lo intentes, no puedes escapar de ti.



Me quedé callada un momento, intentando ordenar mis ideas, quizás buscando un argumento en contra de lo que Niall me acababa de decir. No encontré nada.



-A ti te gusta cantar -afirmó él aún desde la puerta del aseo.



Asentí con la cabeza. 



-Pero es sólo un hobbie -me apresuré a añadir.
-¿Entonces qué hay de malo en salir ahí y cantar un par de canciones?
-La gente -dije como si fuera la respuesta más obvia del mundo, pues para mí lo era.
-Imagínate que no están.
-¿Tú puedes imaginarte que uno de tus brazos no está ahí?
-No es lo mismo. Al brazo lo sientes.
-¡A la gente también!


Niall parecía realmente desesperado porque yo comprendiera su punto de vista, pero yo no era capaz de hacerlo. Supongo que se cansó de darme argumentos, y sin embargo fue eso lo que me hizo reaccionar.



-No tienes que hacerlo si no quieres -me dijo, dándose por vencido.
-Quiero hacerlo, pero creo que me va a dar un infarto.


Eso le arrancó una sonrisa, y aunque yo no lo había hecho a propósito, me sentí algo mejor conmigo misma. Sobre todo porque me estaba empezando a preocupar que esa situación creara rechazo a Niall con respecto a mí.



-Puedo tener el número de la ambulancia marcado, por si hace falta llamar mientras cantas -se notaba que se había relajado, si bien yo no entendía por qué.
-Mejor ve llamando ya -suspiré.


Niall volvió a mostrarme su bonita sonrisa, tras lo que caminó hacia mí. Imagino que no es necesario que lo diga, pero instintivamente yo di un paso atrás.



-¿Tanto miedo doy? -él ladeó la cabeza en un gesto infantil.
-Claro que no -rectifiqué y di el paso hacia delante.
-Ah -Niall se pasó inconscientemente una mano por entre el pelo-. Esto lo he hecho por ti. Porque pensaba que querrías cantar. El dueño del pub es amigo nuestro y...
-Sé por qué lo has hecho -le interrumpí-. Y sí, cantaré.


Él se mostró aliviado, aunque si os digo la verdad creo que no era consciente del pánico real que me producía la situación. Si sois de esas personas que se ponen muy nerviosas cuando tienen que hacer una exposición enfrente de toda vuestra clase, seguramente sabréis de lo que hablo. No era una tontería. Aquello me suponía un sacrificio, si bien por otra parte lo enfoqué como un reto personal. Reto que, siendo sincera, no habría afrontado de no ser porque Niall me lo estaba pidiendo.



Pensando en ello, las manos de Niall me pillaron desprevenida cuando pasaron por mis mejillas para, supongo, limpiarme los churretes negros de la máscara de ojos. Por eso no retrocedí, ni me encogí, tan solo permanecí ahí, sintiendo por un instante su piel sobre mi piel y pensando que quizás el contacto físico con otros seres humanos no fuera tan malo, después de todo. Él demoró el movimiento, y como yo no podía hacer otra cosa, me limité a mirarlo a los ojos. Es cierto que solía resultarme muy difícil sostener la mirada a otras personas, pero los ojos de Niall atraían a los míos, hacían que pareciera que no había nada más. No soy capaz de explicarlo y lo sé, pero es complicado explicar algo que no se comprende. 



Sí que me di cuenta, en cambio, de cuando Niall empezó a acercarse más a mí. Con más me refiero a peligrosamente. A mucho. A que notaba su respiración en mi piel. Di un respingo y él se sobresaltó. Podría haber intentado apartarme de forma sutil, pero, ¿cómo se hace eso? Yo sólo tenía una leve idea de lo que Niall había estado a punto de hacer. Al menos yo creía que iba a besarme, aunque podría ser que fuera a quitarme un trozo de papel del ojo. Ah, siempre le quito el romanticismo a las cosas. En realidad no importa porque no me besó. Un aseo de hombres es un lugar curioso para un primer beso, pero no es precisamente el lugar idílico, ese en que te imaginas a ti misma después de ver una película romántica.



A pesar de todo, Niall ladeó una sonrisa.



-Supongo que por ahora me conformaré con que cantes.



No tenía ni idea de qué decir, por lo que asentí con la cabeza e intenté sonreír yo también. Él hizo un gesto en que me invitaba a salir del aseo, dando por terminada una conversación que yo no sabía cómo finalizar. Niall salió detrás de mí, y nos dirigimos a donde estaban los chicos y Steph.



-No te ha gustado la sorpresa -Zayn fue el primero en vernos.
-Va a cantar -sentenció Steph.
-¿Y tú cómo lo sabes, lista? -Harry negó con el dedo índice.
-Porque es mi mejor amiga, listo -ella le sacó la lengua, y yo luché por no sonreír ante esa estampa de flirteo.
-Pero mira la cara que tiene la pobre -Louis me señaló.
-¿Queréis dejar de especular? Sí voy a cantar -confirmé yo en tono cansino.
-¡Ahh, os lo dije!

Steph se mostró exultante, y aunque no dijo nada en voz alta, yo suponía que seguramente había ganado una de esas apuestas que tanto le gustaba hacer. Eso me recordó, de hecho, a la apuesta que había hecho conmigo. Pensé en lo que había estado a punto de pasar en el cuarto de baño y por primera vez tuve la sensación de que tenía la posibilidad real de besar a Niall. 

[Este es el primer capítulo de los dos que voy a subir. Sólo os pido que disfrutéis leyendo y que comentéis en los dos capítulos, no sólo en el último. Gracias]

5 comentarios:

  1. Holi.
    Que bien que vaya a cantar *__*.
    Lo que mas me gustaria es que se besen.
    Ahora mismo leo el otro y te comento como Dios manda :3

    ResponderEliminar
  2. Ana :3
    He hecho caso de tu "pedido" y he hecho las dos cosas: disfrutar del capítulo y comentar aquí también jaja Pero, en serio, ¿no te cansas de mis comentarios? Con lo pesada que me pongo xd Bueno, a lo que voy.
    Tengo que decir que aún no he leído el segundo capítulo así que no sé lo que va a pasar y alskjdfhñajdfhñalk ay. La emoción. Que no sé cómo explicarlo.
    Niall es muy adorable. Demasiado.
    Ahora vuelvo a comentaaaaar (sí que soy pesada sí) jaja :) (@_mysexymalik)

    ResponderEliminar
  3. Awww que bello es Niall, en serio, como quisiera que alguien hiciera algo asi por mi, aunque se que es imposible, literalmente, ay dejemos de hablar de mi, esto es perfecto, Ana eres una genia escribiendo, no se, te idolatro o algo jajaja.

    Maybe Okay will be our always.
    -G

    ResponderEliminar
  4. Hola hola!! Me ha encantado el capítulo, es serio, fue muy asdfghjklñ.
    Y me hace tanta ilusión que cante :D
    Ahora te comento en el otro capi :) xx

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola Ana! He tardado tanto en leer y en comentar por exámenes y eso, ya sabes. Pero he comentado, eso es lo que cuenta, ¿no? :-) Pues Ana, que con cada capítulo me sorprendes más de lo bien que escribes. Todo, absolutamente todo en este capítulo es perfecto. La narración, los pensamientos de la chica, las descripciones, etc.
    Aay, que Niall ha conseguido que cante. Que afshakasl es Niall, ohmaigad. ¡Queremos beso! ¡beso ya!
    Luego me leo el siguiente y te comento, te quiero <3

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.