sábado, 22 de marzo de 2014

EN UN INSTANTE - Capítulo 20.

... e igual que estaba subiendo a la barra, se bajó de ella por el otro lado. Seguí a Niall con la mirada, lo cual debió hacerme parecer bastante estúpida, porque la gente estaba aplaudiéndome y yo estaba casi de espaldas a ellos, mirando qué narices estaba haciendo Niall y por qué no me estaba besando. Le dijo algo al camarero al oído y un momento después Niall tenía un micrófono como el mío en la mano. Me presentó al "público", quizás porque era consciente de que yo me habría limitado a bajarme se la barra y marcharme de allí, y al parecer eso no es lo que se busca en una actuación en directo. La gente vitoreó de nuevo y yo me encogí, consciente de repente de que todas esas personas me estaban mirando. Como yo seguía demasiado impresionada para reaccionar -y demasiado molesta porque Niall no hubiera hecho lo que yo críea que iba a hacer- el joven se subió en la barra y se sentó en ella de cara al público, como si de hecho fuera lo más normal del mundo. Parecía tan cómodo ahí sentado que me pregunté si ya lo habría hecho antes y cuántos cientos de veces habrían sido.

-¡Otra, otra, otra! -empezó a gritar la gente, algo que por cierto parece de precepto en todo concierto.
-Bueno, si os empeñáis... -Niall se encogió de hombros- Pero va a tener que ser una lenta.
-¡Venga ya! -se escuchó que dijo alguien del público.
-Es que había pensado pedirle a la señorita -me señaló- que me concediera un baile, pero tengo miedo de pisarla sin querer. Por eso me gustaría pedirle que me concediera una canción.

Eso arrancó unas cuantas risas, y escuché sobre todo voces de chicas animando, a favor de lo que debían considerar una escena muy romántica. Yo la verdad es que tardé un poco en comprender que se estaba refiriendo a mí. Creo que me quedé mirándolo con los ojos abiertos, tal vez parpadeando. "Bésame", tenía ganas de decirle, pero sabía que ni en mis más ilusos sueños yo habría sido capaz de decir algo así.

-Lo tomaré como un sí -Niall estaba dirigiéndose más al público que a mí.

Cuando se levantó y quedó de pie en la barra, lo noté exageradamente alto a mi lado. Tampoco tuve mucho tiempo para pensar, porque empezó a sonar una música que me sonaba bastante. "A thousand years". ¿Cómo iba a olvidar que era precisamente esa canción la que habíamos cantado en el estudio? Que estuviera sonando ahora mismo no era algo aleatorio, por supuesto. Empecé a cantar automáticamente, igual que había hecho con mis canciones en solitario. Niall se giró en mi dirección y fijó sus ojos en mí. Me trabé y me salté una palabra de la canción, porque os aseguro que nunca le había visto mirarme con semejante intensidad.

Cuando le tocó cantar a él, no cambió de posición. No miró al público, ni a ninguna otra parte. Tenía los ojos clavados en mí, y nada parecía poder cambiar eso. Comprendí que para Niall aquel era un momento tan importante como podía serlo un beso, que pretendía que fuera emotivo, que quería estar regalándome algo especial. Pues bien, si antes había conseguido mágicamente dejarme llevar, ahora estuve toda la canción sin mover ni un músculo, excepto los de la cara para cantar. Me sentía extraña, como si aquello estuviera fuera de lugar, y estuviera habiendo algo íntimo entre nosotros pero delante de toda esa gente.

Casi me sentí aliviada cuando la canción terminó, y en cuanto lo hizo me bajé de la barra. Me di cuenta de que en realidad prefería que Niall me tomase de la mano y me besara en un sitio apartado a que lo hiciera allí, en público. Mi adrenalina había desaparecido y volvía a ser yo. Agradecí mucho que cuando salí de detrás de la barra Steph y los chicos estuvieran allí, porque así la gente que parecía con intenciones de acercarse a mí veía que ya estaba ocupada y se marchaban. En realidad no tardaron mucho en olvidarse de mí y volver a sus asuntos.

-¡Ha sido increíble! -me felicitaron mis amigos.
-Deberías hacerlo más a menudo -me dijo Steph.
-¿Estás loca?
-¡Claro que no! Y no te atrevas a decir que no te lo has pasado bien ahí arriba.

No estaba muy segura de como me sentía con eso. Había disfrutado, sí, pero había sido como si no fuera yo la que había cantado. Me había olvidado de mí misma y sólo por eso lo había conseguido. Con Niall, por ejemplo, no había sido capaz de dejarme llevar. Eso sólo había sido algo puntual, algo anecdótico que me resultaba tan extraño que realmente hubiera pasado que casi me asustaba.

-Todo se verá -evadí contestar directamente al comentario de Steph y me di cuenta de que tenía la frente cubierta de sudor-. Voy a lavarme la cara, ahora vuelvo.

Miré cuidadosamente que era el servicio de las mujeres antes de entrar. Había alguien en uno de los váteres, pero nadie que pudiera verme, con lo que me apoyé en el lavabo y agaché la cabeza, intentando simplemente volver a ser yo. Me eché agua fría en la cara, sin importarme el maquillaje, y luego me la sequé con papel higiénico. Respiré hondo y pensé que no debía agobiarme porque Niall no me hubiera besado. Él me había dicho que le gustaba. Lo demás debía ser cuestión de tiempo. Iba a salir del baño justo cuando la chica que había en el compartimento del váter lo hacía también.

-Tú eres la que acaba de cantar, ¿verdad? -me preguntó en tono amistoso.

Asentí con la cabeza un tanto cohibida mientras salíamos del servicio.

-Pues eres muy buena.

En la puerta esperaba un chico que debía ser su novio, porque se cogieron de la mano.

-¡Eres tú la que acaba de cantar! -exclamó él.

La situación me resultó cómica, porque los dos habían dicho lo mismo al verme, y contuve una carcajada.

-Cantas muy bien -el chico me sonrió, y os sorprenderá o no, pero creo que era la primera vez que unos desconocidos me trataban bien-, así que no estés nerviosa.
-Grac... -ladeé la cabeza, pensando en lo que acababa de decir- ¿Nerviosa por qué?
-Por lo de Steve Evans -me respondió el chico con el tono que usarías para responder a alguien que te pregunta cuánto es dos más dos.

Me quedé parada en el sitio, y ellos dejaron también de caminar.

-Creo que os confundís, yo no...
-Max -la joven le dio unos toquecitos a su novio en el hombro-. Creo que no lo sabe.
-¿Cómo no va a saberlo?
-Pues es obvio que…

No sabía muy bien cómo interrumpirlos, así que carraspeé. Conseguí que me prestasen atención.

-¿Saber el qué?
-¿No sabes quién es Steve Evans? –me preguntó el tal Max con ojos confusos.

Negué con la cabeza, pues no tenía ni idea de quién era ese hombre. Pensaba que se estaban confundiendo de persona, pero era poco probable porque me habían reconocido como la que acababa de cantar. Tampoco había mucha confusión posible.

-Es un manager –explicó la chica-. Hay mucha gente que viene a este bar y pide cantar. Evans viene de vez en cuando, y si tienes la suerte de estar cantando el día que viene, y de gustarle lo suficiente, puede que te patrocine. A veces no te patrocina porque no te considera lo suficientemente bueno, pero te pone en contacto con alguno de sus amigos que también se dedican a esto, y ellos no suelen ser tan exigentes.

Max asintió con la cabeza, corroborando lo que su novia me estaba diciendo. Yo ya adivinaba lo siguiente que me iban a decir, pero aun así no dije nada hasta escucharlo.

-Y Steve Evans está hoy aquí –concluyó la chica.

Casi por casualidad, pensé en lo que Stephanie me había dicho cuando había venido a verme mientras estaba calentando la voz. “Lo sabrás cuando termines de cantar”, me había dicho. ¿Sería eso? Repentinamente me enfadé con ella por no habérmelo dicho. Y con los chicos y con Niall, porque seguro que todos lo sabían menos yo. Por eso Niall tenía tanto empeño en que cantara. No era porque superara mi miedo a ponerme delante de la gente y porque quería que disfrutara un rato, sino porque la verdadera sorpresa era que un manager me escuchara. Quizás no debería haberme molestado, teniendo en cuenta que todo era con buena intención y que cualquier persona que quisiera dedicarse a la música habría dado una extremidad por tener esa oportunidad, pero yo no buscaba dedicarme a la música. Yo lo hacía por ocio, sabía que no era lo bastante buena, y no necesitaba que trajeran a un manager para decírmelo. Y menos sin yo saber siquiera que ese hombre estaba ahí.

-No, no lo sabía –respondí como ausente.
-Seguro que te da una oportunidad –me animó el chico, pensando tal vez que me había preocupado por la decisión que Steve Evans pudiera tomar.

Balbuceé una despedida y me marché de allí, buscando a Niall por todas partes. Cuando me acerqué a la barra para preguntarle al camarero, vi que la puerta del almacén de bebidas en que yo había ensayado antes de salir a cantar estaba entreabierta, y de ella salía luz. Miré hacia la mesa en la que estaban sentados los chicos, y Niall no estaba allí.

Aunque el local estaba tan lleno como para que quien hubiera dentro del almacén no me escuchara acercarme, lo intenté hacer con sigilo. Como de pasada, miré por la rendija que había abierta de la puerta, y en efecto, allí estaba Niall hablando con un hombre de ropa elegante.

-Pero Steve… -habló Niall, y yo me pegué todo lo que pude a la puerta, a pesar de lo que escuchaba con dificultad.
-Niall, lo siento –le interrumpió él, y por su tono de voz no parecía sentirlo en absoluto.

Yo me agaché y fingí que estaba atándome los cordones de las botas para que la gente no me mirase raro al verme allí parada intentando oír lo que decían.

-… -hubo algo que no pude escuchar-. Sí, tienes razón. Es buena, pero hay mucha gente buena en el mundo que vendería muchísimo más que ella. Y que no fueran tan buenos como ella, también.
-Oh, venga ya, la has escuchado cantar, sabes que no se te presentan voces así todos los días.
-Niall, soy manager, no una organización de caridad. Esa chica no daría dinero, y cualquier persona de negocios que te diga lo contrario no sabe hacer negocios en absoluto. Le da miedo la gente, le da miedo el micrófono, y no da la talla. Además, piensa en Susan Boyle. Sí, tiene una voz maravillosa. Pero ponla al lado de Katy Perry y dime con cuál te quedarías. Dime cuál de ellas fue rentable un tiempo y cuál de ellas lo sigue siendo. La industria de la música es así. Por mucha buena voz que tenga, si el cuerpo y la cara no funcionan, la cantante no tiene futuro. Te guste o no, es así.

Mientras escuchaba hablar a ese hombre, me mordí el labio con tanta fuerza que noté el sabor de la sangre en mi boca. En cuanto terminó de hablar, me levanté tambaleante, tanto que incluso me choqué contra la puerta del almacén antes de salir corriendo. Sí, exactamente como en las películas, con lágrimas en los ojos, recorrí todo el pub hasta la puerta y salí de allí. Veréis, las personas solían ser crueles conmigo, pero yo estaba acostumbrada a que me dijeran cosas directamente, a la cara, y así podía pensar que sólo lo hacían por hacerme daño, por tener alguna forma de divertirse. Sin embargo, cuando alguien habla de ti de esa forma y tú no estás delante, es mil veces peor. Duele mucho más porque hablan con sinceridad, dicen lo que quizás no se atreverían a decirte a la cara. Yo ya sabía todo lo que Steve Evans acababa de decir. Pero una cosa es saberlo y otra cosa muy distinta es escuchar que otros lo dicen.

Llorando sin control, me aparté de la puerta y me dejé arrastrar por la pared de uno de los laterales del local. Me daba igual si la ropa se manchaba, si hacía frío o si alguien me veía llorar, en ese momento me sentía lo suficientemente mal conmigo misma como para que algo me importase. Estaba tan sumida en el auto desprecio que ni siquiera me di cuenta de cuando Niall se sentó a mi lado.

-Lo siento –dijo en voz lo suficientemente alta como para que pudiera escucharle, y él sí sonaba verdaderamente afligido.

Ni siquiera lo miré. Estaba enfadada conmigo por ser yo, con Steph y los chicos por no decirme nada, con ese maldito manager y con Niall. Tampoco me planteé por qué estaba él allí, pero está claro que al chocarme con la puerta del almacén habían salido a ver qué pasaba y me había visto correr hacia la salida.

-Escucha, yo sólo pretendía… -intentó empezar a explicarse pero yo le interrumpí.
-Da igual –lo miré con lágrimas en los ojos-. Da igual lo que pretendieses. Tenías que habérmelo dicho. Así no habría cantado y todos seríamos más felices. ¡Joder, ya sé que estoy gorda y soy fea, no necesitaba que él lo dijera!
-¡Ni estás gorda ni eres fea! –exclamó Niall, que ahora parecía furioso- Puede que se haya equivocado y tenga que ir a buscar cantantes a un desfile de Victoria’s Secret, ¡pero tú no eres nada de eso!
-Oh, vamos, Niall. No soy estúpida, ¿sabes? En realidad, ni siquiera entiendo por qué me has traído aquí. Yo jamás he dicho que quisiera ser cantante. No necesitaba esto.
-Sólo quería hacerte sentir mejor. Quería que vieras que aunque pienses que no, hay cosas en las que eres buena, y probablemente hayas escuchado a Steve diciendo que…
-Niall, déjalo. No importa.

Aparté la mirada. Sabía que él lo había hecho con buena voluntad, pero había acabado siendo un desastre. Intentaba ayudar a mi poco consistente autoestima, y lo que había conseguido era destrozarla. Era injusto culparle a él, pero yo necesitaba descargar mi rabia sobre alguien. Era la forma que había aprendido para evitar hacerme daño a mí misma cuando me sentía así.

-Tú… eres preciosa –dijo Niall con un hilo de voz.

Solté una especie de resoplido irónico, si bien no pude evitar que mi estómago se encogiera al escucharlo.

-Mírame, por favor. Lo siento –repitió él.

Lo miré. Había dejado de llorar, pero aún tenía los ojos húmedos y mi cara debía verse espantosa. Niall esbozó una sonrisa triste, culpable y dolorida.

-Niall, yo…

Iba a decirle que era una idiota, que no era capaz de impedir que lo que las demás personas dijeran de mí me afectase, que él sólo quería ayudarme y yo le culpaba, que nunca sabía hacer las cosas bien. Pero, por el contrario, me besó. Ni siquiera pude ser consciente de que iba a pasar hasta que sus labios se posaron sobre los míos. Me quedé paralizada, sin saber cómo reaccionar,  mi corazón empezó a latir a toda velocidad. Niall movió sus labios, esperando mi reacción, y por fin conseguí mover yo también los míos. Colocó sus manos sobre mis mejillas, y sentí su respiración entrecortada mientras me besaba. Esa sensación de surrealidad apareció de nuevo, y por muy absurdo que sea, lo primero en lo que pensé fue en que había perdido la apuesta que había hecho con Steph e iba a tener que comprarme un condenado vestido.


[POR FIN. Beso, sí, beso. Y tiempo al tiempo, que todo mejora. O también puede empeorar, claro. En fin, siento haber tardado tanto, creo que a partir de ahora voy a tener más tiempo libre, o eso espero. También espero que os haya gustado el capítulo, y que por favor comentéis en el blog o me mencionéis en twitter (o ambas cosas) si lo leéis, muchas gracias por leer.]

7 comentarios:

  1. Dios, que precioso ♥ Me encanta este imagina, Ana, es precioso y perfecto. :) ¡PORFIN BESOO! ♥ Tú tienes que ser escritora, eh. Que no hay nadie que escriba como tú. Te quiero, Ana.♥
    @1Dcausemysmile ♥

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  2. AHHHHHHHHH BESOOOOO BESOOOOOO SOCORROOOOOO BESOOOO JAJAJAJA
    asdfghjklñ ya. Ya pasó. No importa que hayas tartado en subir, ha merecido la pena la espera *-* y no te preocupes, todas estamos de exámenes así que lo importante es que te haya ido bien. En fin queeee BESOOOOOO AY AÚN ESTOY EN SHOCK. Dios mío me ha encantado en serio :) Espero el próximo <3
    (@_mysexymalik)

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  3. Hola Ana.
    Lo siento muchisimo.
    Tenia capitulos sin comentarte algo largo y loco. Te prometi que lo haria y he roto mi promesa. Lo siento en verdad, entre la escuela y un monton de cosas no tuve tiempo de escribirte.
    A lo que venia.
    Sigo amando la novela, (no hay forma de que no me guste)
    estos ultimos capitulos le has dado un toque especial a la historia (yo sabia que ese viaje seria especial) y debo admitir que tienes una inventiva propia de una escritora con creces de hacer esto.
    El Beso (!!!!!!)
    perdio a la apuesta. Ahora tendra que usar vestido (jajajajaja) pero eso es lo de menos
    Lo importante ha sido que la beso.
    (!!!!!!)
    Estoy esperando con ansias todo lo demas el capitulo fue preciosisimo (igual que siempre) (!!!!!!!!!!!)
    Disculpame si ha sido corto,
    Pero al menos comente

    Te Amodoro ♥♥♥♥ ∞ (:

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  4. Hola, cosa guapa :D
    La verdad es que llevaba ya un tiempo queriendo comentarte los caps pero por unas cosas o por otras (mayoritariamente porque lo leía desde el móvil y el iPhone es tan majo que no me dejaba comentarte con la cuenta de google y no quería hacerlo desde anónimo y el ordenador me lo ha terminado de arreglar hoy mi padre so... puedes imaginarte) no he podido, pero ahora que vuelvo a tener el ordenador volveré a comentarte todos y cada uno de los capítulos que subas.

    He de decirte que la novela me está encantando a niveles desorbitados y que es sencillamente genial.

    Este capítulo me ha matado porque Niall es tan sumamente adorable que lo hace todo con buena intención aunque luego acabe saliendo mal, pero el recurre al beso para callar a la prota y ahí ya es donde no queda María porque claro, me entran los feels, y leer esto por la noche justo antes de irte a dormir pues ya puedes imaginarte como acaba, que me he terminado la novela yo sola en mi cabeza jajajaja

    Con las ganas de beso que yo tenía y offfuuu que mal, porque ha sido tan inesperado pero a la vez tan asdfghjkl (casi tanto como tu)

    Me encantan esos momentos de inseguridad de la prota porque yo soy exactamente igual, eso de mirarme en un espejo y no gustarme lo que veo y esas cosas que por mucho que duela no van a cambiar en un buen tiempo but...

    Y eso, que Niall es muy adorable y si yo fuera el, después de ese beso me llevaría a la chica a dar un paseo por algún parque cercano o algo y ahí le diría lo que le sale de dentro y ya tienes otro cap jajajajaja (que apañá soy eeh ;D)

    Y dicho esto y esperando que te haya servido de inspiración mi tan esperado y añorado comentario, me despido a escribir el mio que a este paso no subo en la vida jajajajaja

    Te quiero mucho, Ana. No cambies nunca, eres perfecta tal y como eres.

    Un beso

    María

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  5. Creo que te odio, es decir, te quiero.

    Me explico; me has echo llorar y, por lo tanto te odio -porque sabes que no soporto llorar-, pero ha habido beso y por eso te quiero. Cómo se puede escribir tan bien que parezca que lo estoy viviendo en ese mismo instante. Es que me ha encantado este eso porque es uno de esos que lees y dices 'Dios, parece que estoy ahí' que se acaba y dices 'Madre mía, quiero volver' porque parece que se acaba tu vida si el capítulo se acaba. Creo que mi vida se acabará cuando se acabe este #Imagina, es uno de los pocos en los que me siento la protagonista de verdad y es que me odifaskmjbdjmdhkfhgdsfkjhds. Dios, el momento del beso ha sido épico, tan inesperado, tan bonito. Cuando no movía los labios quería gritarle "PERO NIÑA, QUE TE ESTÁ BESANDO, LLEVAS TODA LA NOCHE ESPERÁNDOLO, MUEVE LA BOCA Y DÉJALE LOCO" así, como para animarla y eso.

    PD: Te quiero, teo. Así, como #datopato.

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  6. POR DIOS ES LO QUE ESTABA ESPERANDO!!!!
    Es perfecto me encanta, sobre todo la parte del beso.

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  7. Ayyyyyyy ayyyyyyyy ayyyyyyyyy. Bueno lo primero decirte q enhorabuena q ya hace un año q sigo ti blog y cada vez me sorprenden mas tus imaginas, q son impresionantes y q tu forma de escribir están fantaaastica q parece q estes allí realmente viviendolo. Bueno y lo segundo...
    OLEEEEEE ese vestidoooooooooo, por fin besooo bieeennn!!!!!!!!!!! Q adorable Es Niall, me ha encantado este caaaap bueno como la nove en generalll jajajaja .Muchos besosss Anaaaaa

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