viernes, 14 de marzo de 2014

EN UN INSTANTE - Capítulo 19.

-Entonces deberías ir calentando, porque os habéis tirado ahí dentro como veinte minutos –Liam señaló su reloj de muñeca.
-Ahora después –me excusé y me senté en mi silla.
-De todos modos cuando fuimos al estudio no calentó y le salió fenomenal –nos recordó Zayn.
-Cierto.

Sé que siguieron hablando pero no les presté atención. No me había dado cuenta al salir del baño, pero empezaba a haber más gente en el local. Todavía no estaba lleno, pero las dos personas que había en la barra cuando entramos se habían multiplicado, y ya habría allí dentro al menos diez personas, aparte de nosotros. Repentinamente me entró frío, y creí que en cualquier momento iba a empezar a tiritar. Esa gente se reiría de mí. Seguro. Nadie como yo canta. No importa la buena voz que tenga, pero una chica fea no está hecha para cantar, o al menos eso es lo que la mayoría de la gente piensa. Si no eres guapa, tu lugar no está delante de un micrófono. Ni siquiera en el de un pub.

-Tranquilízate –me susurró Niall, que debió notar mi nerviosismo, o simplemente adivinarlo.
-¿Qué vas a cantar? –escuché que me preguntó Steph al mismo tiempo.

Mis ojos se abrieron de par en par, porque no había pensado en eso. Siempre podía hacer una actuación a capella, claro, o también podía salirme una tercera oreja en lo alto de la cabeza. Esa opción era inviable; bastante presión era cantar como para encima hacerlo sin música acompañándome.

-Pues no… no sé –miré a Niall, luego a Steph, y otra vez a Niall-. ¿Qué puedo cantar?
-No te preocupes por eso, cualquier canción que pidas está ahí –señaló a un ordenador portátil que descansaba en una pequeña mesita detrás de la barra.

Mi mirada se cruzó entonces con la del camarero que me había hablado antes, y me hizo un gesto que me apremiaba a que no me descuidara. Miré el reloj. Las nueve y media. Me levanté de mi asiento casi de forma automática. Mis amigos fijaron sus ojos en mí.

-¿Pero qué vas…? –insistió Stephanie, pero yo la interrumpí.
-Ahora lo descubrirás –esbocé una sonrisa nerviosa y ella me miró con afecto.
-Lo harás bien.

Asentí con la cabeza con más convicción de la que sentía realmente, y Niall me preguntó si quería que me acompañara. Negué con la cabeza, no porque prefiriera hacerlo sola, sino porque me daba vergüenza que Niall me escuchara cantar mientras calentaba. Era absurdo, porque en cualquier caso me iba a escuchar un poco después, pero yo era así, me aferraba a cosas sin sentido.

El tiempo que transcurrió entre que fui de nuevo a hablar con el camarero y empecé a cantar está difuso en mi memoria. Estaba cada vez más nerviosa, y las cosas se me presentaban con ese ambiente de surrealidad que ya os he comentado antes. Acordé con el camarero tres canciones, me dijo en qué orden las pondría, y me ofreció un cuarto en que guardaban las bebidas para que calentara la voz. Yo nunca había cantado con un micrófono o delante de gente, por lo que tampoco sabía muy bien qué se hacía. Simplemente me metí en la habitación, canté canciones que tenían partes complicadas –como agudos, que me resultaban imposibles-, y esperé. La puerta se abrió en mitad de una frase de I will always love you, y paré de cantar, sobresaltada. Hasta cierto punto, me sorprendió encontrarme allí a Steph.

-¿Cómo lo llevas? –susurró.
-¿Por qué hablas en voz baja?
-No sé, la verdad –adquirió un tono normal-. Claro que si tú estabas cantando no creo que haya ningún problema con que hablemos.

Sonreí y entrelacé mis manos, jugueteando con mis propios dedos.

-¿Estás nerviosa?
-¿Tú qué crees? –no lo recuerdo, pero me imagino que puse los ojos en blanco.
-Ya sé que sí. Esto se ha llenado, eh –se mordió el labio como si no debiera decir algo.
-¿Qué pasa?
-Nada –contestó al instante.
-Stephanie…
-Lo sabrás cuando termines de cantar –miró al suelo.
-Al menos dime que no es una mala noticia o algo por lo que deba preocuparme, porque si no puede que me estalle el cerebro.
-No, tranquila. No es nada malo –me dio un rápido abrazo como el que daría una madre orgullosa de su hija-. Suerte. O pártete una pierna. O mucha mierda. La verdad es que no sé qué se dicen los cantantes antes de salir al escenario…
-Idiota –reí, y ella sonrió porque sabía que por un momento me había relajado.

Steph se despidió de mí con la mano y el camarero se asomó cuando ella salió del cuarto.

-Cuando quieras –me dijo él, con una amabilidad sorprendente.

Salí del cuarto y él me escoltó hasta el ordenador. No exagero cuando os digo que estuve al borde del colapso al ver la cantidad de gente que había. No entendía cómo en un cuarto de hora el pub había pasado de tener un número normal de clientes a estar completamente abarrotado. Dudo que cupiera nadie más allí dentro. Las piernas me empezaron a temblar y tuve que luchar por mantenerme de una pieza mientras el que parecía ser el único camarero del local me daba un micrófono. Ah, no, había otro camarero que acababa de aparecer tras la barra. Sinceramente, no tenía ni idea de de dónde había salido.

-No tenemos ninguno inalámbrico, así que te tendrás que quedar aquí –señaló al micrófono y luego a la barra del bar.

Yo creía haber entendido a lo que se refería pero no creía que me lo estuviera diciendo en serio.

-¿Aquí? ¡¿En la barra?!
-En efecto –sonrió-. No te preocupes, luego la desinfectamos bien.
-No es por…
-Sube y anímame el local –me urgió él.
-Sí, señor –mascullé, y necesité apoyarme en un taburete para poder subirme en la barra.

De repente todas las luces se apagaron, excepto una fila de lámparas que seguían en el techo la misma línea que hacía la barra. No estaba nada mal como focos improvisados, porque la atención se centró al instante en mí. Me tomé un momento para agradecer ser lo suficientemente baja como para no darme con las lámparas en la cabeza, e intenté recuperar la respiración y olvidar a toda esa gente que me estaba mirando.

Tal vez esperéis que mi actuación fuese como esas de las películas en que al principio la voz no sale pero luego súbitamente se liberan y hacen la mejor canción del mundo mundial. Yo me limité a cerrar los ojos, esperar a que la música empezara a sonar, y dejar que la voz saliera de mí. Me imaginé que estaba en la ducha, o en cualquier otro sitio en los que antes solía cantar sólo para mí. Por supuesto, una canción animada como lo era Burn -la primera que había elegido- no puede cantarse con los ojos cerrados y pretender que la gente se anime. Y no sé cómo, ni por qué, pero hubo un momento en que abrí los ojos y me olvidé de quién era o qué estaba haciendo allí. Ni siquiera miré a la gente. Creo que fue en el estribillo. Canté, canté y canté. En lugar de intentar animar a la gente, intenté animarme a mí misma. No pensé en mi aspecto, o en lo que odiaba de mí; pensé en la canción y en lo que decía, me vine arriba y la gente empezó a cantar. Os diré una cosa. Cuando quieres provocar una reacción en la gente, la mejor forma de hacerlo es provocándotela a ti mismo. Si con una interpretación quieres que una persona llore, no te dedicas a darle datos sobre las mayores tragedias de la historia con voz monótona, sino que dices y haces algo como si tú estuvieras sufriendo de verdad. Eso hacen los actores. Provocan reacciones en gente a través de las reacciones de sus personajes. Cuanto mejor se actúe, más real parece ese sentimiento, y más fácil es que la gente lo viva en su propia piel. Exactamente eso fue lo que me pasó a mí, aunque yo no lo estaba buscando. Al contrario de lo que esperaba, me dejé llevar.

La primera canción se acabó y llegó la segunda, y después vino la tercera. La gente coreaba conmigo, y yo sólo os puedo decir que por primera vez había conseguido dominar mi nerviosismo y canalizarlo de modo que en lugar de bloquearme me produjera adrenalina que me hiciera brillar. Entonces la tercera canción terminó.

Y yo estaba allí, subida en mi improvisado escenario. No es que me molestase, de hecho estaba rebosante de alegría –por primera vez en mucho tiempo- por estar subida en esa barra, aunque notaba algo húmedo en la pierna y era que seguramente le había dado una patada a la copa de alguien. No me importó.


Y entonces juro, sí, lo juro, que estaba convencida de que Niall iba a besarme. No sé muy bien si era por la forma en que se estaba acercando a mí, con esa sonrisa en los labios, o porque mi subconsciente no me permitía desear o pensar en otra cosa, pero tenía la absoluta certeza de que me besaría. Cuando consiguió abrirse paso entre la gente que se había agolpado alrededor de la barra, empezó a subir igual que yo lo había hecho unos minutos antes…

[Fin del capítulo. Siento mucho haber tardado tanto tiempo en subir, ya sabéis que estoy liada con exámenes, pero por eso hoy he subido dos capítulos, a modo de compensación. ¿Os suena de algo el final del capítulo? Espero que sí. También espero que os hayan gustado los dos capítulos, y que comentéis en el blog y me mencionéis en twitter con vuestra opinión. Aprecio mucho que me mostréis que estáis ahí. Gracias otra vez.]

8 comentarios:

  1. ¿Por que mierda lo dejas ahí?. Tu seguro que amas dejarnos con la intriga pero yo no.
    En fin, espero que subas pronto pero sin prisa. Son mas importantes los estudios.
    Sigue así.
    Besos :3

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  2. Que intriga! Sube rápido pero no descuides los estudios :**

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  3. ¿PERO QUÉEEEEE? ¿PERO CÓMO LO DEJAS AHÍ? AY DIOS. Ahora ya no duermo hasta que subas. Por favor, te lo suplico, sube un capítulo pronto. Por favor. que no duermo en serio xd
    Ay, me ha encantado. La verdad es que no esperaba esa reacción en la protagonista, es decir, pensé que no iba a cantar (ya ves, yo siempre colocándome en lo peor), pero me ha impresionado y gustado también. Y Niall. asñasñdflkañdfkl Me he enamorado jajaja
    Bueno pues eso, que muchas gracias primero por subir dos capítulos a la vez, y segundo por escribir así de bien.
    Sube pronto no me dejes asíiiiiiiiiiiiiii ;)
    P.D.: ¡suerte con tus exámenes! :)
    (@_mysexymalik)

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  4. PERO XOMO OSAS HACERME ESTO!! ES INCREIBLE! OSEA, NO PUEDO, ES... ESS.. NO ME PUEDES DEJAR ASI CON LA INTRIGA, NO PUEDO, OSEA, ESTOY MURIENDO AQUI, NO TE QUIERO APURAR PERO AMARIA QUE SUBIERAS RAPIDO POR QUE SINO MUERO...

    Here's some advice. Stay alive
    -G

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  5. YO TE MATO. O sea, ¿por qué lo dejas ahí? ¡TIENE QUE BESARLA! ¡QUE LA BESE, QUE LA BESE, QUE LA BESE!
    En fin, que estoy mu' loca yo.
    Claro que me suena el final :) Me suena taaanto, que sé que es el principio de la nove u.u
    En fin, espero que sigas muuuy pronto, porque si no, mi unicornio rosa irá a obligarte a que esccribas MUUUAAAAAJAJAJJAJAAJAJAJAJA.
    Okey, ya paro.
    Muchos besos Ana xx.

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  6. ¡¡¡¡NO!!! ¿POR QUÉ LA DEJAS AHÍ? *se va a un rincón a llorar* Quiero saber como sigue, espero que sigas pronto o estaré triste eternamente *chantaje emocional MODE:ON*
    Bueeeeeeeeno dejo mis idioteces a un lado jajajaja SÍGUELA PRONTO
    PD:Acabo de empezar una fanfic y me gustaría que me dieras tu opinión http://www.wattpad.com/story/13542389-you%26i-harry-styles-y-_______-green

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  7. Ayayaya pero como nos dejas ahiiiii, q nos va a dar aaalgoo de la intriga !!!! Q majo es Niall. Y... Uyyyy Uyyyy esto creo q me suenaaaaa jajajaja y espeeeero q se besen esos dos Tortolitossss. Me encantaaa me encantaaaaaaa me encanta esta noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeee. Y no te preocupes si tardas en subir por los motivos q sean, q nosotras esperamossssss. Muchos besos Anaaaa ;)

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  8. ERES LA PEOR PERSONA DEL MUNDO ENTEROOOOO!!!!!!
    ¿Como nos haces esto con lo que nosotras te queremos?
    kiuhgksdfhkeesidjlw.
    ¿Tú sabes lo que es que no subas en muchos días y de repente subas dos?
    Es como un BOOOM.
    Nos haces yiorar :-(

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