martes, 22 de enero de 2013

#Imagina de Nialler PARTE 2


Niall se da cuenta de que estás mirando a Zayn, y te da un golpecito en el hombro.
-¿Sabes quién es? –pregunta.
Niegas con la cabeza.
-Es hijo del director. Rico. Asquerosamente rico. Supongo que es el más popular del instituto. Y su novia no se queda atrás.
Te muerdes la parte interna del labio, fingiendo que no te importa demasiado.
-Ah, pues antes me he chocado con él y parecía majo…
-¿Es que vas dándole golpes a todo el mundo? –pregunta Niall, riendo.
-Bueno… -te encoges de hombros, y sonríes.
-No creas. Es simpático con todas las chicas guapas, da igual que tenga novia o no.
Tú ladeas la cabeza. ¿Te acaba de decir que eres guapa? Sonríes de nuevo. En cualquier caso, no crees que Zayn haya pensado que lo eres.
-Pues no sé… ¿No te cae bien? –miras a tu nuevo amigo.
-No demasiado.
No preguntas, pero intuyes que ocurre algo por lo que no se llevan bien.
Al ver que todo el mundo ha entrado ya a clase, el profesor llama al orden.
Miras como Zayn se sienta, pero te obligas a ti misma a apartar la vista, aunque desearías no hacerlo. Es… buf, guapísimo. Que Niall diga que es simplemente un típico popular que trata bien a todas las chicas guapas porque es un insensible o algo así no significa que tú lo creas. De hecho, no lo crees, pero no quieres contradecir a tu único amigo, por lo que no discutes más.
-¡Chicos, chicos, silencio! –le pide el profesor a los amigos de Niall, que siguen parloteando.
Ellos se callan, y entonces el hombre te señala.
-Quería anunciaros que tenemos en nuestra clase a una nueva compañera –tu cara se pone como un tomate.
Te pide que te pongas en pie y te presentes. Tú dices tu nombre y te sientas cuanto antes. Todos te miran, y te parece ver que Zayn te sonríe. No, debes estar loca. Es imposible que te haya sonreído. Lo del aparcamiento fue simplemente que te chocaste con él, y él intentó que te dieras cuenta de que no era nada. Punto. Era precisamente eso. Nada.
-Como has llegado a mitad de curso, no sabes nada de lo que estamos haciendo en clase –el profesor suspira-. Verás, tus compañeros tuvieron, a principio de curso, que elegir un instrumento musical y tienen que aprender a tocarlo para final de curso. Sin embargo, tú tienes menos tiempo que ellos para hacerlo… Así que he decidido que un compañero tuyo que sí toca ya un instrumento, te ayude a aprender. A él le subiría la nota, y tú podrías aprender para final de curso, igual que tus compañeros, ¿qué te parece?
No te has enterado muy bien de lo que te ha dicho, pero para no hacerte notar más todavía el primer día de clase, asientes.
-Sí, me parece bien –sonríes, insegura.
-Niall, ¿te importaría enseñarle a nuestra nueva compañera a tocar la guitarra? –suelta el profesor de golpe.
-Claro que no –él sonríe.
Tú te quedas realmente sorprendida. ¿Niall te va a enseñar a tocar la guitarra? Vaya, al menos ya le conoces, y parece simpático. Pero, ¿es que Zayn no toca ningún instrumento? Si tuviera que enseñarte él, sería perfecto. Pero nada nunca es perfecto. Excepto el propio Zayn, claro.
La clase comienza, pero tú no haces caso de lo que el profesor dice. Tu mente está bien lejos. O cerca. Más concretamente, dos filas más atrás, y tres asientos hacia la derecha. Justo en el sitio del chico moreno de ojos marrones. ¡Ah, lo tuyo se está volviendo una obsesión! Siempre te pasa igual. Te enamoras de los chicos nada más verlos, y luego lo pasas fatal, porque ninguno te corresponde.
Toca el timbre y sales de clase. Caminas al lado de Niall camino a las taquillas.
-¿Así que tocas la guitarra? –comentas.
-Sí –sonríe.
-¿Y yo tengo que aprender? –tuerces el gesto.
-En efecto.
-¿Y tú me vas a enseñar?
-Sí.
-Tengo la impresión de que me acabarás lanzando la guitarra a la cabeza –suspiras.
Niall ríe.
-¿Por qué?
-Porque soy nefasta para esas cosas, se me da fatal aprender a tocar instrumentos –bufas.
-¿Y por qué estás en clase de música? –él ríe.
-Porque me gusta la música, pero no sé tocar ningún instrumento –te cruzas de brazos.
-Ya verás que no es tan difícil. Y será divertido aprender, no soy tan malo enseñando…
Llegáis a las taquillas y guardáis las cosas en ellas.
-No, pero yo soy mala aprendiendo –sonríes.
-No lo creo –cierra su taquilla.
-Qué depresión, llego aquí y ya me mandan algo tan difícil –te llevas una mano a la frente.
-Va, no es para tanto, yo te voy a ayudar…
-Ya, bueno… Y encima no conozco a nadie aquí –resoplas.
Niall se cruza de brazos.
-Vaya, me acabo de enterar de que mis padres me llamaron “Nadie” de segundo nombre –alza una ceja.
Tú rompes a reír. Es un chico realmente gracioso.
-A mis amigos es que no les has hecho mucho caso, pero luego a la hora del almuerzo les conocerás mejor –sonríe.
Tú suspiras.
-Lo siento, no sé, estaba distraída…
-Con Zayn –ladea la cabeza.
-No –protestas.
-Ya –saca sus cosas de la siguiente clase y tú le imitas.
-Bueno, en cualquier caso, si quieres, podemos quedar esta tarde para que te presente al resto de mis amigos, ¿te parece bien?
Asientes con la cabeza. No estará mal conocer a gente nueva. Quizás eso te ayude a sacarte a Zayn de la cabeza. Niall te mira con sus brillantes ojos celestes, y te das cuenta de que ese chico te cae realmente bien.

[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, gracias.] 

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Motivos para sonreír.