sábado, 17 de mayo de 2014

TESTIGOS DE LA LUNA - Capítulo 10.

I

Connor se pasa las manos por el pelo, se sienta en la cama e inmediatamente se vuelve a levantar. Camina de un lado para otro –dentro de lo que le permite el poco espacio de la habitación- intentando comprender qué le pasa. Ha estado nervioso durante gran parte de la película, aunque luego cuando habla con ella es como si olvidara esa tensión, se relajara y fuera más él mismo que nunca. Es extraño. Antes, con la luz apagada… casi ha creído que podría llegar a pasar algo entre ellos. Debe estar loco, porque conoce a Ayleen desde hace poco más de veinticuatro horas. Sin embargo, es imposible negar ese cosquilleo que siente cuando ella le sonríe. 

Suspirando, y consciente de que no podrá dormir en un buen rato, Connor coge la tarjeta de su habitación y sale. Por un momento no sabe si bajar por la escalera o por el ascensor, pero éste último queda más cerca de la puerta de salida de la residencia, así que se decanta por echar a andar hacia la derecha. Connor no sabe que si hubiera bajado por las escaleras, habría sido testigo de algo que no le habría gustado nada. 

El joven saluda al conserje nocturno –que es mucho menos simpático que Phil- y sale de la residencia. A pesar de ser verano, el aire de la noche empieza a venir fresco, y Connor se estremece. Metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón, cruza la calle y entra en MacMurray’s. Se trata de una pequeña cafetería de un matrimonio de irlandeses que, por lo que Connor tiene entendido, emigraron a Chicago en busca de una sitación mejor a la que tenían en Irlanda. El chico no está seguro de si el negocio les deja muchos beneficios, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de Starbucks que abundan en cada esquina de Estados Unidos, pero lo cierto es que el trato que recibe allí es mucho más personalizado, y para su gusto, el café está más bueno. Es cierto que en MacMurray’s no le dibujan una sonrisa a su vaso de café, pero la señora MacMurray siempre lo sirve con una sonrisa en los labios. A Connor le encanta esa cafetería, no sólo porque está justo enfrente de su residencia sino también porque está abierta hasta bastante tarde.

-¡Hola, Connor! ¿Cómo estás, cielo? –la señora MacMurray lo saluda desde la barra.
-Sin poder pegar ojo –él camina hasta la barra y a pesar de todo sonríe a la dueña del establecimiento.
-Y eso que todavía ni siquiera ha empezado el curso…

La mujer, bajita, de mejillas sonrosadas, y pelirroja termina de colocar unas tazas en su sitio para atender al recién llegado cliente. Connor no logra evitar pensar en Ayleen al ver el color de pelo de la señora MacMurray, si bien el de la muchacha no es un naranja tan intenso.

-Si no puedes dormir, supongo que hoy no querrás café. ¿Un chocolate? 

Connor asiente con la cabeza.

-Anda, siéntate que ahora mismo te lo llevo –le hace un gesto con las manos, como echándolo de la barra, y él hace caso.

Cuando el joven barre el local con la mirada, se da cuenta de que hay alguien en una mesa, al fondo. De hecho, cree que reconoce a esa chica… ¡Claro! Es Natasha. Connor frunce el ceño, sin saber qué hacer. Ella le ha visto, se le ha quedado mirando, y tampoco sabe si saludar o no. Menuda situación. Finalmente, Connor decide acercarse a la vez que ella decide hacerle un gesto de saludo con la mano. 

-Hola –dice él, quedándose de pie.
-Puedes sentarte, si quieres –Natasha señala la silla libre que queda justo enfrente de ella.
-Vale –Connor se sienta, aunque quizás no sea buena idea.

Guardan silencio durante unos incómodos segundos. 

-¿Tú tampoco puedes dormir? –se decide a preguntar él.
-No –Natasha da un sorbo a su bebida, que Connor no llega a identificar-. Últimamente no duermo demasiado bien.
-Natasha… 
-¿Qué? –ella alza la mirada, casi ansiosa.

Connor exhala un suspiro, pero termina negando con la cabeza. Le gustaría decirle varias cosas. Muchas cosas. Pero no cree que sea lo mejor, ya no. Después de lo que pasó el año pasado… Connor aparta la mirada. Recuerda con total nitidez lo que ocurrió cinco meses atrás, y sabe que ella tampoco lo ha olvidado. 


II
Cinco meses antes

Connor sabía que tenía que pasar algo así. La amistad inofensiva entre un chico y una chica es imposible, siempre habrá atracción de uno hacia el otro. Claro que no pensaba que las cosas fueran a suceder de esa forma. Lo peor de todo es que la ha perdido por completo, la ha perdido como amiga. Y todo por culpa de ese estúpido hermano suyo. ¿Pero cómo se ha enterado él? 

Las lágrimas se escapan de sus ojos, y Connor lanza con rabia la almohada contra la pared de su cuarto. Está enamorado. El problema es que ella acaba de empezar a salir con otro, con Owen. Otro estúpido, igual que Derek. ¿Por qué no se lo habrá contado Natasha? Ellos son buenos amigos, se cuentan las cosas, hablan de sus problemas. Connor no sabe muy bien cómo, pero desde hace varios meses surgió entre ellos una amistad que él no supo controlar, y ahora está maldiciéndose por haberse enamorado de ella. Mierda. También maldice a Natasha, pero no por no corresponderle, sino por haber sido capaz de acercarse a él, mirarle a los ojos y decirle que no pueden seguir siendo amigos, que su hermano le ha hablado de lo que Connor siente y que Owen no cree conveniente que en ese caso sigan con la amistad que tenían. La maldice por hacerle caso a su nuevo novio, por permitir que él elija con quién puede relacionarse y con quién no. La maldice porque se está equivocando. Que Natasha no sienta lo mismo es casi secundario, a Connor le preocupa más todo lo demás. Está sufriendo. Ella ni siquiera tenía por qué saber de sus sentimientos. Pero Derek… 

Lanza un cojín, que cae encima de la almohada, en el suelo. Connor no sabe qué hacer, ¿qué puede hacer? Por si fuera poco, ahora tendrá que verles juntos cada día, tendrá que aguantar las miradas de prepotencia de Owen, que no sólo posee lo que Connor desea, sino que además sabe que es así. Connor no esperaba eso de Natasha. Jamás lo habría esperado. Era su amiga, incluso él tenía esperanzas de que en algún momento la chica se diera cuenta de que también le quería a él. Pero no, las cosas pueden cambiar en sólo unos segundos, y Connor lo sabe perfectamente.


III

Ayleen lucha por mantener su respiración a ritmo constante. Se ha alterado de repente, y eso que Derek todavía no ha abierto la boca. No esperaba encontrárselo allí, aunque viviendo en la misma residencia, esas cosas deben ser más que normales.

-Vaya, buenas –dice él como despreocupadamente, parando de andar cuando queda muy cerca de Ayleen.
-Buenas –repite la joven.
-Creía que tu habitación estaba en la primera planta.
-Y lo está –Ayleen no tiene intención de darle explicaciones.
-Ah –Derek se revuelve el pelo-. Ha sido una pena que no quisieras venir a cenar conmigo, la verdad.

La joven no sabe qué contestar. Tenía la esperanza de que no sacara el tema, pero no ha tenido suerte. 

-Ya había quedado.
-Ya veo. Y supongo que ahora terminaba el encuentro –Derek señala el pasillo con las habitaciones y guiña un ojo con picardía.

Ayleen pone los ojos en blanco, molesta por su insinuación, especialmente teniendo en cuenta que lo que seguro que él está pensando no es cierto. Pero igual que él la fastidia, ella también puede intentar fastidiarle a él.

-Exactamente –la chica sonríe ampliamente.
-Bah, sigo pensando que te lo habrías pasado mejor conmigo.
-Qué pena, porque nunca lo sabremos.
-¿Nunca? 
-Exacto.
-Nunca es mucho tiempo.
-Depende de para qué.

Ayleen hace amago de comenzar a bajar las escaleras, pero Derek la detiene, sujetándole la muñeca. No lo hace con fuerza, para sorpresa de la joven, pero sí con firmeza.

-¿Qué pasa? –ella le mira.
-Que aún puedes arreglar tu error.
-¿Qué error? –frunce el ceño.
-El de rechazar mi invitación.
-¡Ag! Te recuerdo que estoy enfadada contigo.
-¿Todavía estás con eso? Sólo estaba jugando.
-Claro, como los niños en el parque, igual –ironiza Ayleen.
-Tienes razón, no, yo prefiero los juegos de mayores –le replica Derek con voz divertida.
-¡Dios!

Ayleen siente que está a punto de sacarla de sus casillas. El problema es que Derek sabe que la molesta, y precisamente por eso sigue, porque le gusta hacerla enfadar. 

-¿Estás segura de que no quieres cenar conmigo? –sigue insistiendo él.
-Totalmente.
-Entonces te propongo que mañana almorcemos juntos. 

La joven pelirroja suelta una carcajada, a pesar de que por dentro piensa que no tendría que haberle dado esa satisfacción. No obstante, no ha podido evitarlo. 

-¿Por qué tendría que almorzar contigo?
-Porque los domingos el comedor de la residencia no pone comida y porque como no te separes un poco de Connor os vais a volver una sola persona. Cuando os fusionéis, os podríais llamar Conleen. O Aynor. No sé, los dos suenan un poco a El Señor de los Anillos, pero con algo de… 
-¡Derek, para! 

Ayleen le pone dos dedos en los labios para hacerle callar, y el joven aprovecha y, sonriente, captura sus dedos con los labios y pasa levemente la lengua por sus yemas. La muchacha retira rápidamente su mano, sonrojándose. 

-Sabes que tengo razón. Tantas horas juntos no puede ser bueno –continúa él como si no hubiera pasado nada.
-Creo que eso lo puedo decidir por mí misma –Ayleen se cruza de brazos.
-¿De qué tienes miedo?

La joven abre mucho los ojos, y luego frunce los labios hasta que quedan formando una fina línea. 

-Obviamente, de nada. ¿De qué crees que tengo miedo?
-De mí –Derek se muerde el labio inferior en un gesto muy seductor que hace que Ayleen aparte la mirada.
-No eres tan feo como para que me asuste mirarte –la voz le tiembla un poco, si bien espera que él no lo note.
-Gracias por el cumplido –el joven sonríe-. A lo mejor precisamente lo que te da miedo es lo guapo y atractivo que soy.
-Uf, casi aciertas. En realidad es que soy alérgica a los creídos como tú.

Derek ríe, verdaderamente divertido con toda la situación. Es consciente de lo que antes Pamela le ha dicho en la habitación, que quizás lo que necesite para que no le rechacen es un cambio de actitud, pero él se lo pasa fenomenal siendo de ese modo, y no tiene intención de cambiarlo. Al menos por ahora.

-¿Vendrás a almorzar conmigo? –insiste.
-Ya te he dicho que no.
-En realidad, no me has dicho ni que sí ni que no. Me has preguntado por qué deberías aceptar.
-Bueno pues eso es que no.

La chica vuelve a intentar marcharse, y una vez más Derek le impide hacerlo, ahora poniéndole una mano en el hombro. Ayleen lucha por no estremecerse ante el contacto de su piel, pero no lo consigue.

-¿Por qué no?
-Derek, por favor, para.

Él recorre el brazo desnudo de la chica con su dedo índice, y cuando llega a la muñeca la rodea para acercar a Ayleen a sí. Ella intenta mantenerse lejos, pero a pesar de todo tiene que alzar la cabeza para mirarle a los ojos.

-Paro si vienes mañana a comer conmigo –su voz se ha convertido en un susurro.

Ayleen sostiene su mirada durante unos segundos. Por una parte le apetece, por otra no está segura. Se justifica a sí misma diciéndose que si no acepta, Derek no la dejará irse a dormir, y está cansada. De modo que asiente con la cabeza.

-¿Aceptas? –pregunta él, casi sorprendido.
-Sí –Ayleen suspira-. Y déjame que me vaya antes de que cambie de idea. 
-Está bien –Derek la suelta-. Ya pasaré a por ti a tu habitación.

La joven niega levemente con la cabeza, todavía no muy convencida de si es buena idea. 

-No te arrepentirás, pelirroja –le dice Derek cuando ella ya ha empezado a bajar las escaleras.

Puede que sí”, piensa Ayleen. 


[Al final sí que va a haber un encuentro a solas entre Ayleen y Derek... ¡Y Connor estaba enamorado de Natasha! ¿Seguirá sintiendo algo en el fondo por ella? Comentad con vuestra opinión aquí en el blog, mencionadme si podéis también en twitter y sobre todo, si leéis, comentad, aunque sea un simple "leo" o "siguiente" o lo que sea, lo necesito, de verdad. También os pediría que la recomendáseis, porque tengo la sensación de que lee poca gente y eso desmotiva. En fin, que muchas gracias por leer]

5 comentarios:

  1. Holaaaa princess ♡

    Hoy no te puedo dejar un comentario muy largo, pero queria que supieras que me ha encantado.

    Te prometo que en el siguiente capitulo, te dejo uno largo :)
    Besoos y sigue prontooo :3

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola! Este es el primer comentario que hago, aunque ya me había leído todas tus novelas hace tiempo, no sé por qué no comenté antes. Quiero decirte que, como en el resto de capítulos, te has vuelto a superar. ¡Me encanta! Ya estoy deseando saber que pasará con Derek ;P
    Esta novela es la que más me ha enganchado hasta el momento, me encanta. Espero que nunca dejes de escribir porque de verdad que sirves para ello. Poca gente consigue engancharte tanto a una historia con tan sólo 10 capítulos, y tú lo estás consiguiendo.
    Ya estoy deseando que subas el capítulo 11.
    Besaaazos!! <3

    ResponderEliminar
  3. ANAAAAAAA :3
    I'm back JAJAJAJAJAJA (quizá sería mejor que no hubiese vuelto, porque soy una pesadaaaaaa, pero en fin, aquí estoy).
    Bueno, antes de nada, estoy de exámenes y sólo puedo conectarme los fines de semana. Siento por eso no comentar absolutamente nada, pero yo te juro que lo leo cuando puedo, y me encanta (obviamente, lo leo los fines de semana).
    Bueno, ahora comento el capítulo. SOCORRO, ESTE ÚLTIMO ME HA ENCANTADOOOOOOOOO, PERO MUCHO MUCHO MUCHO.
    Derek lo siento, pero me tiene enamorada. Es un asqueroso y me cae mal, pero me gusta. Incomprensible pero es así (yo soy rara sabes, en las novelas siempre me gusta el malo). Pero asdfñlkahñdslfkja´flk Me encanta cómo desarrollas los personajes. Creo que es muy difícil definir la personalidad de cada uno, cada uno con sus cosas y sus ideas, sus formas, pero tú lo haces perfectamente. Te alabo por ello.
    Connor he de reconocer que es un amor. Me da pena porque en los estereotipos, el amigo majo y guapo siempre se enamora de la chica pero ella siempre le rechaza porque se va con el guaperas (Derek en este caso). Ya ves, es que hay que ser tontos eh, tienes a un chico que se preocupa por ti hasta la locura y pasas de él para juntarte con el que sólo te quiere para lo que te quiere, ejem ejem. Ay, que me enrollo jajaja Bueno, que yo quiero beso entre Connor y Ayleen, que conste jajaja Y con Derek también, después ya que se decida ella quién le gusta más.
    Estoy deseando saber qué pasa con Natasha y Connor, yo sabía que algo de amores había (bueno, lo suponía), y ahora quiero ver qué pasa jajajaja Podrían hacerse amigos Anaaaa, estaría bonito. Y entre Ayleen y Derek... Je. No malinterpretes, no quiero nada pervertido, pero simplemente no tengo ni idea de lo que podría pasar.
    Ay, que estoy hablando demasiado jajaja Pues eso Ana, que me han encantado los capítulos de esta semana, que eres genial como escritora y que no puedo esperar para leer el siguienteeeeeeeee. En una escala del 1 al 10 tienes un 25 ;)
    Muchos besos <3
    (@_mysexymalik)
    ¡Ah! Se me olvida. Tu icon en Twitter *-* Zayn me mata, ya lo sabes aañskjdfhñaldskfjñakl

    ResponderEliminar
  4. ¡Lo sabia! Sabia lo de Natasha y Connor jajajajajaja ME ENCANTA LA FIC <3 Síguela

    ResponderEliminar
  5. Ne encantaaaa enserio!!!!!! Es genial sigue asi ;)) y por favor no dejes de escribir y menos si alguna vez es porq no te dejan los comentario q querrias porq te digo yo q lee mucha mas gente q no comenta de hecho yo el la 1a vez q comento pero me he leido todas y me han encantado todas :)

    ResponderEliminar

Motivos para sonreír.