Vas
de camino a casa después de unas horas que desearías que hubieran pasado más
rápido de lo que lo han hecho. Mike quería acompañarte de vuelta, pero lo has
rechazado con una sonrisa amable. Prefieres volver sola y no tener que fingir
que te interesan las miles de cosas que ese tipo no deja de contarte.
Andas
tranquilamente, no tienes ninguna prisa. Entonces, el ruido de un motor rompe
el silencio de la calle. Una moto para haciendo un derrape justo a tu lado, y,
para tu sorpresa, el camarero de pelo rizado te mira con esa sonrisa con
hoyuelos desde encima de la moto. Quizás tenga la camisa debajo, pero tú lo que
ves es la chupa de cuero que le da aún más aspecto de chico problemático del
que ya te había parecido antes. Pero… buf, le sienta realmente bien.
-Anda,
pero mira a quién tenemos aquí, ¡la chica a la que los hombres la ponen tan
nerviosa que se da contra las sartenes!
-Los
hombres no me ponen nerviosa –sueltas un bufido.
-Ah,
¿no? ¿Sólo yo lo hago? –se baja de la moto.
-Tú
no… -balbuceas.
-Tranquila,
es normal, les pasa a todas –se lleva una mano al pelo y se lo sacude con una
sonrisa.
-¿También
las persigues a todas por la calle? –alzas una ceja.
-No,
si consigo que me den su número o su nombre antes de que se vayan.
-Oh,
entonces te lo estoy poniendo difícil, ¿no? –ladeas una sonrisa.
-No
lo niego –Harry sonríe-. Por cierto, señorita, ¿lo ha pasado usted bien en su
cita?
-¡Por
supuesto! ¿No me has visto reírme todo el rato? –ironizas.
-La
verdad es que sí –ríe-. ¿Volverás a quedar con él?
Sonríes
misteriosamente. Te ha gustado que te haga esa pregunta, sobre todo porque
parece realmente interesado en la respuesta.
-Puede.
-Sabes
que aunque te llame mil veces, fingirás que no has oído el teléfono.
-Entonces,
¿por qué preguntas? –echas a andar y Harry te toma de la muñeca para impedir
que avances.
Te
das la vuelta y le miras.
-Quiero
volver a casa, la verdad.
-Eso
es lo que quieres creer que quieres.
-Já,
ni en tus sueños.
-Te
propongo algo. Dame una hora. Sólo una hora. Si en ese tiempo no consigo
hacerte reír ni una sola vez, no vuelvo a molestarte nunca más. Y bueno, si no
aceptas, voy a seguir siendo un pesado –sonríe con algo de prepotencia.
-¿Y
qué pasa si sí consigues que me ría?
-Me
odias tanto que algo así no va a ocurrir, ¿no? –te guiña un ojo.
Frunces
el ceño. No vas a reconocer que quizás sí consiga hacerte reír, pero si no
aceptas, va a seguir persiguiéndote. Y no es que el chico no te guste; esa
clase de conversaciones te estimulan bastante, incluso te divierten, pero ves
algo en él a lo que quizás no deberías acercarte. Sin embargo, te oyes decir:
-Está
bien. Una hora –miras el reloj.
Harry
tira de tu muñeca, que aún tiene entre sus dedos, y te pega a él en un
movimiento seco. Tu pecho golpea contra el suyo, y tienes que alzar los ojos
para mirar los de él. Pone una sonrisa ladeada, y notas su aliento
sorprendentemente freso en tu rostro. Acerca mucho su cara a la tuya, tanto que
vuestros labios casi se rozan.
-¿Preparada?
–susurra.
-¿Para
la hora más aburrida de mi vida? –consigues articular, con algo de sarcasmo.
-Esa
la acabas de pasar con tu cita, bombón –dice, en tono seductor.
Haces
una mueca ante el apelativo, y él se da cuenta, lo cual es lo peor que puede
ocurrir, porque eres consciente de que ahora que sabe que te molesta, lo va a
usar.
De
repente se separa de ti y va hacia su moto. Tú te quedas clavada donde estás.
-¿No
piensas venir? Me corre algo de prisa, así que ir motorizados no nos vendría
nada mal –da un golpecito en el asiento de la moto.
-No
–te cruzas de brazos.
-¿Por
qué? –ladea la cabeza.
-Porque
ni tienemos casco ni voy a subirme por primera vez en una moto contigo.
-¿No
quieres compartir tu primera vez conmigo? –ríe- Yo te puedo enseñar cómo se
hace… No soy virgen en esto.
-Ja,
ja –muy gracioso-. ¿Acaso lo eres en algo?
-Ah,
bombón, esa es información que no te voy a desvelar… aún –camina hacia ti.
-¿Qué
haces?
-Subirte
en la moto –responde, con una sonrisa.
-No,
no, no –retrocedes.
-Me
has dado una hora, pues déjame que la emplee como quiera… dentro de ciertos
límites, claro.
-Estos
son mis límites.
-Sube
a la moto. Te gustará.
-No
quiero –chocas con la pared-. ¡Ay!
Harry
rompe a reír.
-Tienes
un problema, eh, bombón. Te vas a hacer un morado muy grande como sigas dándote
golpes cada vez que me acerco a ti.
-No
me llames así –bufas.
-¿Cómo?
¿Bombón? –te mira, sonriente- Bombón. Bombón, bombón, bombón.
-¡DIOS!
¡ERES DESESPERANTE!
-Pero
te encanto –se encoge de hombros.
-Pues
no mucho, lo siento.
-Vaya,
más lo siento yo –se finge apenado.
En
un segundo, te toma de la cintura y te echa a su hombro como quien coge un
saco.
-¡Bájame
ahora mismo! –le das golpes en la espalda.
-¿Esa
es toda la fuerza que tienes? Vas a necesitar algo más para que te baje…
La
gente que camina por la calle os mira, extrañada.
-¡Harry
“el-que-sea-tu-apellido”, bájame ahora mismo!
-Styles, es Styles.
-¡Pues
Harry STYLES, suéltame!
-Menudo
escándalo estás montando, que si “bájame”, que si “suéltame”, con tanta exigencia.
Simplemente súbete en la moto, y te bajo.
Te
das con la palma de la mano en la frente y respiras hondo un par de veces, aún
boca abajo.
-Está
bien, está bien. Me subiré en la puta moto –resoplas.
-Uy,
he sacado tu lado oscuro, bombón –te baja, pero te retiene cogida de la
cintura-. ¿Prometes que te subirás?
Gesticulas
con las manos para intentar no estrangularlo. Es más desesperante aún de lo que
lo ha sido en el restaurante. Aunque, visto por otro lado, no te has aburrido
con él ni un segundo, no como con Mike.
-Lo
prometo –dices, después de contar hasta diez mentalmente.
-¡Perfecto!
¿Ves lo fáciles que son las cosas? –te suelta.
Harry
se sube en la moto, y tú te montas detrás, con resignación.
-¿La
hora empieza a contar desde ya? –pregunta él.
-No,
te quedan cuarenta y cinco minutos –sonríes de forma exagerada a propósito.
-Bueno,
veremos qué podemos hacer en cuarenta y cinco minutos… Por lo pronto, te
recomiendo que te agarres, bombón. De todos modos, sé que te mueres por
abrazarme –él sonríe con descaro.
Tú
no lo haces, pero cuando la moto se pone en marcha, te ves obligada a abrazar
su torso con fuerza si no quieres caerte al suelo. Van a ser tres cuartos de
hora muy largos… o quizás no tanto.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, gracias.]
Aaaaahhh que ganas de leerla terceraaaa! Escribes genial :) sigue asi por favor :)
ResponderEliminarmuchas gracias por lo que hacer :')
Asdfghjkl, ¿por qué escribes tan genial? Por favor, sube pronto. ¡Necesitamos más! Kisses.
ResponderEliminarMe gutsa me gustaaa :)
ResponderEliminarMe encanta como escribes, espero que subas más capítulos pronto; y si puedes, cuando acabes este #imagina otro no estaría nada mal;)Besos
ResponderEliminar