Caminas
hasta el cuarto de baño con una sonrisa en los labios. No es que tengas ganas
de ir, pero como habías dicho que ibas a hacerlo, quedaría raro que te quedases
con Niall ahora, aunque es lo que realmente desearías.
Te
miras al espejo. Tienes los ojos aún algo rojos de las lágrimas que has
derramado antes, así que te lavas la cara. Mucho mejor. Luego te arreglas un
poco el pelo, que está un poco alborotado. Justo cuando vas a salir del baño,
la puerta se abre y te chocas con alguien.
-¡Ahhh!
–os quejáis a la vez.
Te
separas un poco y ves a Zayn.
Él
te mira con curiosidad.
-Anda,
la segunda vez que nos vemos, y también te chocas conmigo… -dice él, riendo.
-No,
no, tú te has chocado conmigo –resaltas la palabra “tú”.
-Si
tú lo dices…
-¿Y
se puede saber qué haces en el baño de las chicas? –preguntas al darte cuenta
de que iba a entrar.
-La
pregunta es: ¿qué haces tú en el baño de los chicos? –Zayn ríe.
-¿Es
el… baño de los chicos? –te sonrojas, y miras a tu alrededor.
-Ajá.
Es
verdad. Con lo contenta que ibas, ni te has dado cuenta. Tu cara se vuelve del
color de un tomate.
-Vaya,
lo siento, no me he dado cuenta.
-No
pasa nada, mujer. ¿Y qué haces por aquí a estas horas?
-Niall
me enseña a tocar la guitarra aquí todas las tardes –dices.
-Ah,
vaya…
-Oye,
quizás no debería preguntarte, pero… ¿Niall te odia porque eres rico? Porque
vosotros erais amigos, ¿no?
Zayn
sonríe con amargura.
-Sí,
éramos amigos. Yo cantaba con él y los chicos. Pero no me odia por ser rico,
creo que no tiene nada en contra de la gente como yo. Lo que pasó fue que
nosotros cinco íbamos a presentarnos a un concurso. Él era el que más implicado
estaba, incluso había compuesto varias canciones. Pero yo empecé a salir con la
chica con la que me viste aquel día en el aparcamiento, y me fui distanciando de
ellos. Sin darme cuenta, llegó el día en que ya ni siquiera hablaba con ellos,
y, claro, no pudieron presentarse al concurso, no tuvieron tiempo de
modificarlo todo. Mi novia me absorbía, ocupaba todo mi tiempo, y yo fui un
gilipollas por dejar que eso pasara. Sobre todo porque ayer me la encontré
liándose con uno. Así que dejé a mis amigos marchar para al final no tener
nada.
-Vaya…
-murmuras- Lo siento.
Él
se encoje de hombros.
-Es
la vida, supongo.
-Creo
que deberías intentar volver a unirte a ellos. Si de verdad fueron tus amigos,
te darán otra oportunidad –sonríes.
-Debería,
pero no sé si seré capaz…
-Lo
serás.
Zayn
está soltero, y tú no sientes ninguna alegría especial. Eso es una muestra de
que ya no sientes absolutamente nada por él. Vas a sonreír ampliamente, pero
luego te das cuenta de que, con lo que te ha contado, no es el momento. Y
además, Niall no tiene nada en contra de los ricos. ¿Podrías sentirte más
feliz?
-Supongo
que has venido al baño para algo, así que te dejo –dices.
-Oye…
-Zayn te pone una mano en el brazo- Gracias por el consejo
-De
nada –sales del baño y vuelves hasta donde está Niall.
Él
te mira con una sonrisa en los labios. Te acercas a él y frunces el ceño.
-¿Qué
pasa? –parece realmente contento.
-¿Me
dejas? –no para de sonreír.
-¿Que
te deje qué?
-Besarte.
Tú
sonríes tanto como él, y asientes con la cabeza. Te da un tierno beso en los
labios, ni muy largo ni muy corto, simplemente un beso. Y sin embargo, para ti
significa un mundo de sensaciones. Sientes sus labios cálidos sobre los tuyos,
su mano apoyada delicadamente en tu cadera, la piel de su cuello bajo tu mano… ¿Por
qué no puede ese momento durar para siempre? Como por un acuerdo tácito, os
separáis un poco, aunque vuestros cuerpos siguen estando bastante cerca.
Niall
saca algo del bolsillo de su chaqueta y te lo tiende.
Parece
una flor, de hecho “es” una flor, aunque le ha cortado casi todo el tallo.
-Huele
muy bien –dices.
-Mira
ahí, tonta –él trata de evitar sonreír y señala un pétalo.
Haces
lo que dice, y ves que pone: “¿Vendrías al baile conmigo?”. Miras a Niall, a
punto de llorar. Ha sido un detalle precioso.
-Claro
–susurras.
-Gracias
–te da un efusivo beso.
-¡Niall,
Niall, relájate, que estamos en mitad del instituto! –ríes.
-Vale,
lo siento –baja la mirada, aunque también está riendo-. ¿Quieres que nos
pongamos a tocar?
Tuerces
el gesto. Hay algo que debes hacer antes.
-Primero…
bueno, hay una cosita que no te he dicho sobre mí… -apartas la mirada.
-¿Qué
pasa? –te mira con preocupación.
-No,
no es malo, es sólo que… no sé qué vas a pensar de que no te lo haya dicho
antes –te atreves a buscar sus ojos con los tuyos.
-Si
no es malo, no creo que haya ningún problema –sonríe, animándote-. ¿Qué es?
-Es
mejor si lo ves.
-Está
bien.
-Está…
fuera, bueno, tenemos que coger el autobús, o un taxi –dices; quieres llevarlo
a tu casa.
-Vaya…
bueno, venga, pues vamos.
Niall
busca tu mano con la suya, y entrelazáis vuestros dedos. Guardáis las guitarras
antes de iros, y mientras camináis hasta la salida, te da un besito en la
frente. Nota que estás preocupada.
-Tranquila,
pequeña –dice en tono protector-. No voy a salir corriendo sea lo que sea.
Estaré a tu lado.
Observas
esos ojos celestes que tanto te gustan. Sabes que se quedará a tu lado, lo dice
de corazón. Y ya no te asusta que te odie por ser rica, sabes que no va a ser
así. Te asusta que se decepcione por haberle ocultado algo tan… importante como
que eres rica, cuando él a ti te ha contado miles de cosas de su vida sin
ocultarte nada.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, gracias.]
OMGOMGOMG!!Es realmente lñokjfghfdsrtdyfgiuh siguiente por favor:D
ResponderEliminarEs muy lindo lo que escribes! No se, no se, sos una Genia jshadssgjk 8!
ResponderEliminar