Es Jake el que
se aparta de ti y te sonríe con total tranquilidad. ¿O quizás ves algo de
triunfo en sus ojos?
-¿Pero se puede
saber qué ha sido eso? –siseas, demasiado nerviosa para pensar en otra cosa.
-Nos hemos
besado –responde él, con un leve encogimiento de hombros.
-¡¿Que QUÉ?!
–exclamas.
Jake parece tan
calmado como si estuvierais hablando del tiempo.
-Que nos hemos
besado –repite.
-No –le corriges-.
Tú me has besado a mí.
-¿Estás segura?
–su ceja derecha se alza notablemente.
Vacilas.
-¿Ves? –saca el
café ya hecho de la cafetera y lo vierte en dos vasos.
-¡Lo que veo es
que eso que has hecho no ha estado nada bien!
-Pues a mí me
ha parecido que te gustaba –una fugaz sonrisa cruza su rostro.
-¡No lo ha
hecho! –te cruzas de brazos.
-¿Entonces por
qué has respondido a mi beso? –se vuelve hacia ti y te mira fijamente.
-Porque… -te
quedas callada un instante- Porque es lo que estoy acostumbrada a hacer. Besar
cuando me besan.
-Vaya, así que
ya besas a Harry de forma automática, ni siquiera esperas a que tu cuerpo
quiera hacerlo. Sabía que os iba mal, pero no pensaba que tanto…
-¡No quería
decir eso! –te defiendes- Normalmente no tengo que preocuparme de que quien me
besa sea otra persona que no sea Harry –intentas explicarte.
-Ya –no te
cree, pero lo deja estar.
-De todos
modos, no sé por qué te estoy dando explicaciones.
-Porque
necesitas dártelas a ti misma –contesta.
-Tú no deberías
besar a una chica que tiene novio –te das la vuelta para marcharte de allí.
Su mano rodea
tu muñeca y tira de ti con suavidad para que te des la vuelta.
-Espera.
Te cruzas de
brazos y suspiras cansinamente.
-¿Qué?
-No he podido
evitarlo. Lo siento. No pretendía que ocurriera–te mira con sus penetrantes
ojos azules, y ahora parecen sinceros y llenos de pesar.
-No se trata de
eso, Jake… Lo que has hecho no ha estado bien.
-Lo que tú has
hecho tampoco –protesta él.
Le lanzas una
mirada asesina, pero no dices nada.
-Perdóname otra
vez. Es que yo… Me siento atraído por ti.
-¿Cómo? –tu voz
suena algo más aguda de lo que lo haría normalmente.
-Que me gustas
–sonríe con tristeza.
-Oh, Jake, no…
-miras al suelo, y no encuentras las palabras; tampoco estás acostumbrada a
esta clase de declaraciones.
-Es igual
–ladea la cabeza y se da la vuelta para coger tu café-. Toma, esto es tuyo.
Tú lo coges,
aunque en realidad ahora mismo no podrías conseguir hacer que algo se quedara
en tu estómago más de unos minutos.
-Gracias
–murmuras, y te vas de la cocina sin decir nada más.
Cierras la
puerta de tu dormitorio con más ímpetu del que deberías y tras dejar el café en
la mesita de noche, te sientas en la cama, apoyando tu cabeza en tus manos.
Sientes como si algo te hubiera atenazado la columna vertebral y no fueras
capaz de moverte, pudiendo sólo dejar que tu mente recree una y cien veces lo
que acaba de pasar entre Jake y tú. Lo que él te acaba de decir.
¿Cómo es
posible que le gustes? No puede ser verdad. Si lo es, entonces Harry tenía
razón. Harry. ¿Y ahora qué? Sabes perfectamente que ha sido Jake el que te ha
besado a ti, pero eres igual de consciente de que tú has respondido a su beso,
a sus labios cálidos. Todavía puedes sentir el leve roce de la lengua del chico
de impresionantes ojos azules sobre la tuya. La cabeza empieza a darte vueltas.
Estás furiosa. ¿Pero con quién? Con Jake, claro, por haberte besado. No debería
haberlo hecho. Tú estás con Harry, quieres a Harry. Pero… también estás furiosa
contigo misma. Por haberle besado de vuelta. ¿Por qué narices has tenido que
hacerlo? Tú estás con Harry, quieres a Harry.
Estás con
Harry.
Quieres a
Harry.
Y si estás tan
segura, ¿por qué tienes que repetírtelo una y otra vez? ¿Acaso tú también te
sientes atraída hacia Jake? Es imposible negar lo atractivo que es, eso está
claro. Cualquier chica caería a sus pies sólo con una mirada. Pero también lo
harían con Styles. Y tú le tienes a él, y le amas. Tu corazón late con tanta
fuerza que casi puedes verlo golpeando tu camiseta y haciendo que se mueva
hacia arriba y hacia abajo con un ritmo frenético. Te das cuenta de que no es
tu corazón lo que la hace moverse, sino tu respiración.
De repente,
tocan a la puerta de tu cuarto.
-Te llaman por
teléfono –escuchas la voz de Jake.
-Pasa –te
sientas muy erguida en la cama, y la puerta se abre.
Él entra,
vacilante, y te tiende el aparato inalámbrico. Vuestras manos se rozan cuando
coges el teléfono, y por un instante claváis los ojos el uno en los del otro.
-Es Harry
–dice, y su voz vibra como la del cómplice de un asesinato ante un juez.
Tú asientes
brevemente con la cabeza y coges el teléfono, tras lo que Jake sale de la
habitación.
-Hola, bombón
–suena alegre.
-Hola –logras
articular, no si un enorme esfuerzo.
-¿Todo bien?
–puedes imaginar sus labios escarlata formando una fina línea.
-Sí, sólo me ha
sorprendido que llamaras –intentas parecer relajada.
-Bueno, acabo
de llegar y… me faltas –suspira.
-Yo también te
echo de menos –omites el “pero Jake y yo
acabamos de besarnos”.
-¿Sabes? Quizás
haya estado exagerando demasiado todo este tiempo. Probablemente el ojitos
azules no quiera nada contigo. También se pueden tener amigos del otro sexo,
¿no? –escuchas lo que le está costando intentar autoconvencerse de eso, y
sientes una punzada de culpabilidad.
“No, Harry, tenías razón. Le gusto a Jake. Nos hemos besado. Me
estoy preguntando si es posible amar a alguien pero que otra persona te
atraiga. Y no sé, pero creo que sí lo es. Porque me ha gustado ese beso, Dios,
he sentido un escalofrío cuando sus dedos han tocado mi costado. Pero yo a ti
te quiero, lo juro, te quiero más que a nada en el mundo. Y, sin embargo, no sé
si sería capaz de no responder si Jake me besara otra vez”, sientes la necesidad
de contestar. Pero no lo haces.
-Te lo había
dicho, Styles, sólo somos amigos. Me alegro de que por fin te hayas dado cuenta
–esbozas una sonrisa tratando de dar credibilidad a tus palabras, pero es absurdo
porque él no puede verte. Por el contrario, la mentira quema tu garganta en
cuanto sale por ella.
-Yo también –te
parece escucharle aliviado-. Bueno, tengo que irme a estudiar, a ver si al
menos sirve de algo no haberme quedado allí.
-Que estudies
bien.
-Todo lo que
hago lo hago bien –puedes verle en tu cabeza guiñándote un ojo con picardía.
-Oh, claro
–intentas imprimir ironía a tus palabras.
-No me tomes
por cursi, pero te quiero, bombón.
-Yo también te
quiero –respondes, paradójicamente, con verdadera sinceridad.
-¡Hasta luego!
Cuelga
dejándote con un “adiós” en los labios.
Sales de la
habitación para llevar el teléfono al salón, y te encuentras allí a Jake,
mirando la tele pero te da la sensación de que sin verla. No te planteas que
tal vez esté allí porque sabe que en algún momento tenías que llevar el aparato
a su sitio.
-No me gustaría
que las cosas entre nosotros cambiaran –dice ya que vas a salir de la
habitación.
-Jake… las
cosas ya han cambiado –suspiras, apoyándote en el marco de la puerta.
-No tienen por
qué hacerlo –sigue con la mirada perdida.
-Me has besado.
-Nos hemos besado –te corrigue con
suavidad.
-Da lo mismo,
nada puede ser igual.
-Sí que puede.
Tú me gustas desde que te vi tan preciosa en aquella boda, la de tu primo. Y yo
te gusto, no sé desde cuándo, pero sé que te gusto. Ahora es lo mismo, sólo que
con un beso de por medio.
-¿Y por qué
quisiste que viniera a vivir aquí? Puede que te gustara, pero yo tenía novio. Y
lo sigo teniendo.
-Vamos,
preciosa –pronuncia las palabras con un deje de amargura-. Tu novio cualquier
día se enfrentará con alguna banda callejera y lo matarán.
-No te atrevas
a volver a decir eso –dices en voz baja pero enfurecida.
-Niégalo.
-¡Lo niego!
–exclamas.
-Cree lo que
quieras. Al menos ahora estoy seguro de que sabes que te sientes atraída por
mí.
-Yo no he dicho
que me sienta así.
-Tus labios me
han dicho lo contrario.
Te estás
empezando a poner realmente nerviosa.
-Jake, no
quiero seguir con esto –te sientes agotada.
-Podemos
besarnos otra vez para comprobar quién tiene razón, si quieres –insiste él.
-¡No voy a
besarte otra vez!
-¿Por qué no
quieres o porque tienes miedo de volver a demostrar lo evidente?
-¡Porque no
quiero!
-¿Y por qué no
se lo has dicho a Harry?
-¿Qué sentido
tendría haberlo hecho? –te quedas callada un momento- ¿Cómo sabes que no se lo
he dicho?
-Porque te
sientes culpable –se encoge de hombros con una fugaz sonrisa en los labios.
Aprietas la
mandíbula con fuerza para no responderle alguna barbaridad.
-Lo que no
entiendo es por qué pagas conmigo el enfado que tienes contigo misma –suspira.
-Me voy
–sueltas.
-¿Adónde? –por
un momento, parece alarmado.
-A Londres, a
ver a Harry.
-¿Para
asegurarte de que le quieres o para romper con él?
Su pregunta
hace que te inunde una gélida sensación por todo el cuerpo.
-No voy a
romper con él –contestas, con seguridad.
-Como quieras.
Sales del salón
con pasos largos y coges una mochila con tu móvil y dinero. Caminas a toda
velocidad a lo largo del pasillo y cierras la puerta con un portazo al
marcharte. Jake tiene razón en prácticamente todo lo que ha dicho. Harry tenía
razón en todo lo que dijo. Tú eres la única que has estado ciega, y todavía no
estás muy segura de entender lo que está pasando a tu alrededor. Maldito Jake.
Vas andando
hasta la estación de tren, sin importarte el rato que tengas que esperar hasta
que llegue uno que pase por Londres. Necesitas ver a Harry. Tienes que contarle
lo ha pasado, pero tiene que ser en persona. Lo comprenderá, porque sabe que le
quieres. Aunque tampoco es necesario darle demasiados detalles, como que tú
también besaste a Jake. No tiene por qué sufrir más. Y seguro que él encuentra
una solución, él siempre sabe qué hacer.
No piensas en
que Harry no espera que vayas, y quizás él también haga cosas de las que no se
siente especialmente orgulloso, cosas que tú ni siquiera puedes imaginar, y que
pueden ser, como una chispa a la gasolina, lo que lo haga arder todo.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
Diooooos, yo te mato. SIGUIENTE.
ResponderEliminarAna por dios como la dejas asi que hemos echo para merecer esto buaaa
ResponderEliminarNO POR DIOS!!! Me he leido TODA la segunda tempprada en una tardey mas te vale tardar poquito ennsubir porque me va a dar un telenguendengue. Esque me imagino que lo pillo boxeando en el momento del KO y me suicido. Askxkskckdjcjdjsjsnx
ResponderEliminarSigueeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarQue no haya más drama por Diiooos que te juro que me va a dar algo un día de estos. En serio. Siempre pasa algo mal y sufren y y y y jo. La siguiente sin drama? Ya que todas estas ha habido alguna.. Ahahah
ResponderEliminarigualmente me encanta Ana. De verdad. Es perfecta.
Creo que estoy apunto de morir. Diooooss, no sabes cuanto amo leer tus Imaginas, simplemente escribes tan ADGDHJJGG. soy tu fan:$.
ResponderEliminar@stephaaniemtz<3
yo... yo... TE MATO!
ResponderEliminarMATO A JAKE Y A TODO LO QUE SE ME CRUCE POR DELANTE!! TIENE QUE IRSE DE ESA CASA AHORA!
Por lo de más todo genial :)
Tu novela es pura adicción, es pura droga para cualquier leyente, a veces pienso en algún que otro capítulo.
ResponderEliminarSé que no comento en todos los capítulos, pero con el instituto estoy algo liada, y cuando cojo el ordenador no estoy mucho rato y aprovecho para leerme algúna que otra novela, pero quiero que sepás que siempre los leo, y que los suelo llevar al día, y también quiero que sepás que mis comentarios serán positivos, porque no dejará de gustarme lo que escribes.
Espero que llegues a leer este comentario, y espero que sientas las fuerzas que te mando para que nunca dejes de escribir pese a los comentarios malos.
Atentamente, una anónima para que sonrías ;)
esta buenisimo ana siguiente muero por que esta genial, mujer ers excelente te adoro BY:Natalia Herrera <3
ResponderEliminar