Jake se levanta
de la cama y automáticamente mira el móvil para ver qué hora es. No son ni las
ocho de la mañana. Sabe que es probable que ella ya se haya levantado, pero de
todos modos espera que no lo haya hecho. Así podrá estar allí cuando se
despierte, y con suerte ella volverá a lanzarse a sus brazos y a dejarla que la
bese.
“Por algo se empieza”, piensa.
Se pone una
camiseta sin mangas que deje sus hombros bien al descubierto, y unos pantalones
vaqueros que encuentra en la silla del escritorio. Se sonríe a sí mismo en el
espejo, y sabe que podría conseguir a cualquier chica con sólo mirarla. Por un momento,
considera la posibilidad de salir esa noche y encontrar a alguna muchacha;
lleva demasiado tiempo sin sexo. Sin embargo, sabe que eso no le va a ayudar en
su propósito.
Se pasa una
mano por el pelo, revolviéndoselo. Cuando la vio en la boda, instantáneamente
supo que esa chica tenía que ser suya. Se imaginó acariciando sus pequeños
pechos y le invadió un fuerte calor por todo el cuerpo. Pero cuando vio que
tenía novio, comprendió que no iba a ser tan fácil. Al ver cómo miraba al chico
de pelo rizado… eso le hizo desearla aún más. Le miraba con total adoración, como
si fuera un Dios. Y Jake había necesitado que a quien mirara así fuera a él.
Cuando
desapareció de la boda como por arte de magia, pensó que había perdido la
oportunidad, aunque había notado cómo ella le miraba de vez en cuando mientras
comían, y sabía que le había parecido atrayente con esa actitud encantadora
suya que era como miel para las abejas. Y resultó que fue incluso atractivo
para su madre, que apareció un día allí en su casa preguntándole si realmente
estaría dispuesto a compartir piso con su hija. Había vuelto a adoptar ese
carácter responsable y adorable y había conseguido que la mujer le contara que
Styles no era un buen novio para ella, que le haría daño, y sin embargo alguien
como él sería perfecto. Había sonreído ante la idea, básicamente porque tener
novia sería para él como comer la misma comida durante todos los días de tu
vida, un desperdicio y un aburrimiento, aunque la mujer debió pensar que era
por el cumplido. Pero su deseo de tener a la chica desnuda en su cama había
aparecido de nuevo, al igual que las heridas que están cicatrizando pero al
hacer un movimiento confiado vuelven a abrirse. Accedió, por su puesto.
Se le había
presentado un reto tan excitante y aparentemente complicado que, sólo con
recordar todos los progresos que había hecho desde que ella entró por la puerta,
la adrenalina se disparó por su cuerpo. Solía preferir a las chicas fáciles,
siempre y cuando fueran bonitas, porque no requería prácticamente nada de
tiempo llevárselas a la cama. Pero esta vez era distinto. Era mejor, de hecho.
Porque, además, una vez que la consiguiera por primera vez, podría acostarse
con ella tantas veces como quisiera. Sólo tendría que andar dos pasos para
llegar hasta su dormitorio.
Jake empieza a
alterarse con sus propios pensamientos, por lo que abre la puerta del cuarto y
sale con decisión. Al salir al pasillo, ve luz salir por la rendija de la
puerta entornada del baño, y empieza a escucharse el agua de la ducha. Sintiéndose
ajeno a la posibilidad de ser descubierto –o quizás teniéndola más en cuenta
que nunca-, abre muy despacio la puerta un poco más, lo suficiente para poder
mirar a la ducha a través de ella. Contempla la sombra de su estilizada figura
recortarse en la cortina de la bañera, y se hace la nota mental de que debería
cambiar esas cortinas por unas transparentes.
Vuelve a cerrar
la puerta del baño y va hasta la cocina. Mientras prepara café para dos, se
dice a sí mismo que lo que está haciendo no está mal. Es posible que se haya
obsesionado con esa chica, pero cuanto más le cuesta conseguirla, más empeño le
pone en hacerlo. Porque Jake no está acostumbrado a que se le resista ninguna
chica. En realidad, le va a hacer un favor. Él no le va a hacer más mal del que
Styles podría hacerle.
Va a echarse
una taza de café cuando escucha unos pasos dubitativos entrar en la cocina.
-Buenos días –la
voz de ella suena afligida.
-¿Cómo has
pasado la noche? –pregunta Jake, acercándose a ella.
-No ha sido la
mejor de mi vida, la verdad –suspira, y él se da cuenta de que hay unos
profundos surcos morados bajo sus ojos.
-Irá a mejor,
ya verás –entrelaza sus dedos con los de ella, y oculta una sonrisa triunfal
cuando la chica no se aparta.
-Jake, creo que
deberíamos hablar –dice en tono cansado.
El joven frunce
el ceño. Eso nunca es bueno cuando viene de una mujer, pero asiente,
comprensivo, y apoyando sus manos en los hombros de ella, la sienta en una de
las sillas de la mesa de la cocina. Él coge otra y la coloca justo al lado de
la de ella.
-¿Te apetece
café? –señala a la cafetera.
Ella niega con
la cabeza.
-No creo que
sea capaz de comer nada.
-Pero esto no
es comer, es beber –esboza su
encantadora sonrisa-. Y te vendrá bien.
Jake coge la
cafetera y vierte el contenido en una taza para ella y otra para él. Ella la
coge con manos temblorosas y se la lleva a los carnosos labios para darle un
pequeño sorbo.
-Hablemos –dice
él, recogiéndole un mechón de pelo detrás de la oreja; a las chicas les
encantan esas cosas.
-Es sobre lo
que me dijiste ayer…
-¿Que te
quiero? –la mira inocentemente, pero en su interior está muy satisfecho consigo
mismo por habérselo dicho, porque sabe que así le ha hecho pensar en él.
Ella hace un
gesto casi como de dolor, y cierra los ojos.
-Exacto.
-¿Qué pasa con
eso? Sé que tú no sientes lo mismo, pero eso es porque ahora estás confusa,
acabas de romper con Harry… -bebe un sorbo de su café a propósito, para dejar
sus últimas palabras un momento en el aire- Pero no me importa. Puedo esperar.
Mentira. No
puede esperar. Si por él fuera, la desnudaría allí mismo, en mitad de la
cocina. Se siente como una persona en el desierto que ve agua a lo lejos, pero
por mucho que avance para acercarse, el agua siempre está a la misma distancia.
Sin embargo, con palabras dulces y aparentemente románticas será todo mucho más
sencillo. No es que necesite que ella se enamore de él, pero muchas chicas son
así, no se acuestan con alguien a menos que estén enamoradas. Paradójicamente,
decirle que puede esperar, hacerla creer que no le importa el tiempo que ella
necesite, hará que ella caiga antes en sus brazos. Es extraño, porque esto se
ha convertido en una mezcla entre un juego y una obsesión para él.
-Jake, yo…
-ella busca la mano de él con la suya- no es eso. Es que yo quiero a Harry. Sé
que me ha hecho daño y me ha mentido, y que probablemente es mejor que no
estemos juntos. Pero le quiero. Y creéme, me haría falta mucho tiempo antes de
querer a otra persona. No sería justo para ti estar esperando todo este tiempo.
Vaya, eso es un
nuevo obstáculo. Bueno, al menos el hecho de que sienta lástima por él le hace
avanzar un paso en su propósito. Es rastrero, pero sorprendentemente efectivo.
-Cuando nos
besamos… -Jake baja los ojos hasta sus manos entrelazadas, para que ella sea
consciente de que ha sido ella misma la que ha buscado el contacto- Te gustó.
La chica
suspira.
-Lo sé. Es que
no sé cómo explicártelo. Tú… tú atraes a cualquier chica. Y yo soy humana,
¿sabes? Pero no siento hacia ti lo mismo que tú hacia mí.
“Oh, seguro que lo sientes, pero no te atreves a decírmelo”, piensa Jake.
-¿Por qué le
quieres? –pregunta de repente.
Ella parece
desconcertada durante un momento, pero luego su rostro se muestra
asombrosamente relajado.
-¿Por qué me quieres
tú a mí? –contesta.
Jake se queda
sin palabras. Mierda. Es una chica lista, no sólo condenadamente atractiva,
sino también lista.
-¿Ves? –dice
ella, cuando él no responde- Algunas cosas suceden sin explicación.
-Podría decirte
todo lo que me encanta de ti.
-Ya, pero a mí
me gustan muchas cosas de ti, y a pesar de ello no estoy enamorada de ti
–parece costarle decirlo.
-Ya entiendo lo
que quieres decir.
-Lo siento,
Jake –da otro leve sorbo de su café, y se levanta de la silla.
Ella deja su
taza prácticamente llena en la mesa de la cocina y se inclina para darle un
beso en el pelo. Jake contempla sus senos a tan poca distancia de sus ojos que
tiene que contenter el impulso de alzar una mano para acariciarlos.
Al verla salir
de la cocina, se obliga a mantener la mente fría, porque ya ha empezado a
fantasear otra vez con ella. Tiene una obsesión con el sexo, y lo sabe. ¿Qué
más da? Todos los hombres son como él, pero algunos fingen lo contrario.
Se termina
tranquilamente su café sentado en la mesa de la cocina. No va a ir tras ella
porque las chicas se agobian con facilidad. Cuando te quieren para algo, te
buscan, como ha hecho ella al venir a hablar con él. Y ha sido una conversación
más productiva de lo que podría parecer, porque se ha dado cuenta de que aunque
ella no le quiere, le gustaría hacerlo. Sus padres podrían tener algo que ver,
sí. Mejor, así tal vez se obligue un poco a sí misma a estar con él.
Sabe que tiene
que hacer algo más. Lo que ahora necesita es que ella odie a Styles, que lo odie
de tal modo que, aunque sea por despecho, no importa por qué lo haga, pero
acceda a estar con él. Jake se acaricia la barbilla, pensativo. ¿Cómo puede
hacer que le odie? Le quiere demasiado. Quizás si…
Sus labios se
curvan en una sonrisa. Recuerda aquel día en que se la encontró en el pasillo
en ropa interior. Cuando se dio la vuelta rápidamente para irse, vio que tenía
en la espalda, justo debajo del cierre del sujetador, una pequeña mancha de
nacimiento marrón en la piel. Esa puede ser una información muy valiosa si se
sabe usar con el novio –o ex novio- de una chica. Si consigue hacer que Styles
explote, si consigue que esté tan tremendamente furioso que vaya a hablar con
ella para volver a molestarla con sus estúpidos celos… Seguro que ella se da definitivamente
cuenta de que quiere a un chico que no merece la pena, se enfadará tanto con
Harry que, sólo por resentimiento, accederá a estar con él.
Lo único que
Jake tiene que hacer es hacer creer a Styles que ya se ha acostado con ella. El
huracán de después ya vendrá solo.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
OMG ME
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