-Gilipollas
–escuchas que masculla Harry.
-¿Qué has
dicho? –Jake se acerca un paso a vosotros.
-Que has
llegado muy rápido, ¿no? –sonríe falsamente.
-Tengo mis
métodos –se encoge de hombros.
-Lo que tienes
es una moto –te escuchas decir a ti misma.
De repente, los
dos chicos te miran como si se hubieran olvidado de que estabas allí. Styles
tiene una ligera expresión de sorpresa en los ojos, pero no dice nada.
-¿Qué? –te
cruzas de brazos, molesta.
-Nada –contesta
Jake con tranquilidad.
Cuando tu
mirada se posa en tu compañero de piso, te das cuenta de que tiene un ojo más
cerrado que el otro, en el pómulo se le está formando una fea zona morada y hay
varias gotas de un color oscuro y aparentemente rojizo en su camiseta.
-¡¿Pero qué…?!
–en un par de pasos te pones a su lado, dejando a Harry atrás- ¿Qué te ha
pasado?
Tu mente
empieza a hilar acontecimientos antes de que Jake pueda responderte. Styles y
él se han visto. Los nudillos ensangrentados de Harry y la cara herida de Jake.
Los celos del chico al que ahora te has girado para mirar han… ¿han hecho eso
de verdad?
-Harry –tu voz
suena inquisidora y fría.
-¿Puedes
escucharme? –pide él.
-No, no creo
que pueda.
Le das la
espalda y pasas la mano con suavidad por la mejilla de Jake. Te sientes mal por
ello, pero sólo haces ese gesto para que Harry lo vea.
-¿No quieres
saber qué ha pasado? –insiste.
-Déjala en paz
–interviene Jake.
-Tú te callas
–dice Harry con más furia de la que estás acostumbrada a oír en su voz.
Te apartas un
poco de tu compañero de piso y te colocas entre ambos, con la sensación de que
en cualquier momento van a empezar a pegarse. Y lo que ves te demuestra que son
capaces de hacerlo. O Harry de pegarle a Jake, porque lo que él tiene parece
más por golpear que por ser golpeado.
-Os calláis los
dos –te cruzas de brazos.
No sabes qué
está pasando, cómo habéis llegado a esta situación. ¿Qué se supone que ha
ocurrido? Te están poniendo histérica, Harry ya te ha puesto nerviosa cuando ha
dicho tu nombre de esa forma tan dulce y tan sincera, a punto de decir algo
más… que nunca sabrás qué era. Y ahora Jake aparece con la cara amoratada y la
camiseta manchada de sangre. En realidad, necesitas que hablen para saber qué
ha pasado.
Instintivamente,
te vuelves hacia el chico de pelo rizado.
-Tienes un
minuto para explicármelo –apremias.
Tal vez no
estés en condiciones de ordenar nada, pero ellos lo están menos. Especialmente
si actúan de esa forma infantil entre ellos.
-Iba a entrar a
mi casa cuando se me ha acercado –señala con la cabeza a Jake-. Me ha dicho
unas cuantas cosas que no me han gustado, eso es todo.
-Styles
–intentas responder con calma-. ¡No puedes pegarle a cualquiera que diga algo
que no te gusta!
-Pregúntale qué
ha dicho –una fugaz e inexpresiva sonrisa asoma a sus labios.
Tú te giras
hacia Jake.
-¿Por qué has
ido a hablar con Harry y qué tengo yo que ver en esto?
-¡Coño, pues
tienes que verlo todo! –replica Styles.
-Shh –giras la
cabeza hacia él brevemente y vuelves a mirar al joven de ojos azules, pero el
comentario de Harry te hace sentir un gran peso en el pecho.
Él parece
desconcertado.
-¿Qué más da?
-A mí me da
–resoplas.
-No merece la
pena. ¿Qué opinas, Styles? –le mira.
-Que me da asco
estar de acuerdo contigo en algo, pero me parece que es mejor dejarlo estar
–responde él, para tu sorpresa.
Notas que la
boca se te abre formando una “o”.
¡¿Cómo que no te lo van a decir?!
-Ah, perfecto
–ironizas con enfado.
-¿Y ahora te
importa dejarme hablar con ella a solas? –Harry mira a Jake con los ojos
cargados de ira contenida.
-Sí, me importa
mucho –replica.
Te llevas los
dedos al puente de la nariz y te lo masajeas cansinamente mientras ellos
discuten.
-Me da igual
que te importe. Intentaba ser civilizado, no quieres, pues largo o te echo a
patadas –te parece que dice Styles.
-No es de
personas civilizadas pegarle a los demás a la primera de cambio.
-Si te hubiera
pegado la primera vez que quise esto habría pasado hace mucho tiempo.
-Guau, menudo
malote estás hecho –contesta Jake en tono socarrón.
-¡BASTA!
–exclamas antes de que ninguno de los dos pueda decir nada más.
Miras al techo,
desesperada.
-Jake, no sé
por qué has ido a ver a Harry y quiero que me lo digas –pides-. Y Harry, creía
que ya habíamos hablado todo lo que teníamos que hablar.
Le miras, y
notas su expresión de dolor. A ti también te duele, especialmente el verle ahí
sufriendo, con su perfecto rostro surcado por el dolor y la furia. Le quieres,
no tienes la menor duda de eso. Pero sólo con mirarle se ve que no es la clase
de chico que más… convendría. Especialmente con vistas al futuro. Jake, al otro
lado, justo al final de la escalera, te mira con sus grandes ojos azules. Si
quitas las magulladuras –que le ha hecho precisamente Harry-, se ve como el
joven ideal con el que mantener una relación. Atento, cariñoso, encantador,
inteligente, guapo. Pero a él no le quieres.
Se te viene a
la mente lo que le dijiste a Jake, aquello de que no hay un motivo lógico para
querer a una persona. Que muchas veces la persona a la que amamos tiene más
defectos que otras muchas, pero aun así provoca en nosotros ese rápido latir
del corazón, ese cosquilleo en las yemas de los dedos al tocarle. Dios, cuánto
desearías tocar a Harry ahora mismo.
Te obligas a
mirar de nuevo al techo.
-No entiendo
nada –murmuras.
-Es sencillo.
Te quiero, ya está –escuchas que dice Jake.
-¡¿Pero qué…?!
–Styles lo mira con mitad horror y mitad repugnancia.
Se produce un
silencio en el que no sabes qué decir, y de todos modos seguramente ellos dos
empiecen a pelearse de un momento a otro.
-Si nosotros
tenemos claro lo que sentimos, a lo mejor deberíamos dejar que ella dijera qué siente –dice Styles,
conteniendo alguna emoción que no eres capaz de distinguir.
Tu compañero de
piso emite un gruñido, pero no contesta. En realidad, es a ti a la que le toca
hablar.
-¿Y qué sientes
tú, Harry? Dímelo, porque yo ya no lo tengo tan claro –te muerdes el labio,
nerviosa.
-Lo sabes
perfectamente –contesta con estupefacción.
-Si eso fuera
así, ten por seguro que también tendría claros mis sentimientos. Pero no es tan
sencillo.
-¿Por qué no lo
es? –pregunta, casi suplicante.
Tragas saliva.
¿Qué respuesta puedes darle? No tienes ni idea. Por algún motivo, siempre es
más complicado cuando dos personas se quieren que cuando el amor no es
correspondido. ¿Por qué?
Antes de que
digas nada, Jake carraspea.
-Si se me
permite decir algo…
-No, no se te
permite –le interrumpe Styles.
Él le ignora.
-… creo que sus
sentimientos están bastante claros.
El chico de
pelo rizado pone los ojos en blanco, pero tú estás demasiado atenta a lo que
dice Jake.
-Me besó,
rompió contigo, y… ya sabes –le mira de forma elocuente-. No sé qué más
quieres, Styles.
-¿Qué sabe?
–preguntas frunciendo el ceño.
-Nada
–contestan los dos a la vez.
-¿Sabéis qué?
Que estoy harta, esto es absurdo –te cruzas de brazos y te diriges hacia la
escalera-. Ninguno de vosotros dos tiene derecho a decidir lo que siento.
Vas a poner el
pie en el primer escalón cuando sientes que una mano rodea tu muñeca. Ni
siquiera tienes que girarte para ver cuál de los dos es, lo sabes
perfectamente. Esa mano rugosa, grande y cálida sólo puede ser de Harry.
-¿Qué?
–preguntas, las lágrimas a punto de asomar a tus ojos.
-Sabes muy bien
lo que siento. Sabes que soy un capullo que te he hecho daño, pero también que
te quiero más de lo que te puede querer nadie, incluido él –susurra en tu oído,
causándote un estremecimiento-. Te toca.
Dos gotas
saladas resbalan cada una por cada mejilla, y cierras con fuerza los ojos para
que sean las únicas.
-Es complicado
–murmuras.
-No lo es.
Hablemos, por favor.
Jake no puede
escuchar lo que estáis diciendo, pues vuestras voces suenan tan bajas que
incluso te cuesta escuchar lo que Harry te dice.
-Por favor
–repite él.
-Harry…
-Dime al menos
que no te ha hecho hacer nada que no quisieras hacer.
Dudas un
momento, desconcertada.
-No entiendo…
-Creo que está
bastante claro.
-No, no me ha
hecho hacer nada que no quisiera hacer –contestas, frunciendo el entrecejo;
¿por qué se supone que ha dicho eso?
-Gracias
–suspira, aliviado.
-Está bien,
hablemos –necesitas saber de qué va todo esto.
Con disimulo,
te limpias las lágrimas con el dorso de la mano y te das la vuelta.
-Jake… -no eres
capaz de mirarle- ¿Puedes dejarnos que hablemos un momento, por favor?
-Ah, genial.
Vas a volver a creerte sus mentiras –dice con toda la dignidad posible-. Buena
suerte. E intenta que no te pegue si dices algo que no le gusta.
Se mete en la
casa dando un portazo. De repente, el contacto con los dedos de Harry en tu
muñeca parece quemarte, pero no de forma desagradable, al contrario. Es como un
doloroso placer, sentir su piel sobre la tuya una vez más. Vuestras miradas se
encuentran, y como por acuerdo tácito bajáis las escaleras hasta llegar al
portal. Al salir al frío aire nocturno sientes un escalofrío.
-Quiero saberlo
todo. Absolutamente todo –le miras, preguntándote qué verdades pueden
esconderse tras sus ojos angustiados.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
Soy @Rachelforever99, de nuevo, aquí dándote la vara unos minutos más.
ResponderEliminarEn primer lugar; o se me ha hecho cortísimo o leo muy rápido. Quizá sea la segunda, porque siempre escribes lo más largo posible, tengo que mirarme ésto de leer rápido, disfruto el capítulo pero es que me muero por saber qué pasa y cuando llego a la última línea digo, ¿no hay más? Y me muero de ganas por otro, pero tengo que esperar y... *suspiro* Eso, que se me ha hecho corto u_u
Sobre el contenido del capítulo...
Pero, pero, pero ¡¿qué?! ¿Qué se supone que ha sido eso? Lo vi todo como en una película, me lo creí de verdad, sentía que estaba entre esos dos hombres y que me moría por tocar a Harry (no sabes las ganas que me han entrado de tocarle, srlsy) y... y... y... cuando estaba Harry susurrándome al oído todas esas cosas, todo lo que me quería... Me entraron unas ganas de darme la vuelta, cogerlo del cuello y besarle mientras enredaba los dedos en sus rizos. OMFG! OMFG! OMFG! Me he vuerto loca, looooooooooooocaaaaaaaa *o*
Jake, gilipollas, tú no me quieres, bueno sí, pero sólo estar en la cama, caca de tío que eres, ¿eh? Te odio, no sólo has interrumpido un momento bonito entre dos personas que se quieren DE VERDAD, si no que has hecho que Harry casi estalle delante de mí, estúpido.
Ana, increíble, como siempre. No puedo esperar a la parte 25, te contaré el efecto que tiene en mí cada vez que subes una parte del #Imagina que estés haciendo en ese momento:
-Me muero, ya viene incluido cuando veo un tweet tuyo con el link.
-Lo leo con el corazón a 1000000000 por hora, mientras me muerdo el labio.
-Me vuelvo a morir cuando lo termino de leer.
-Recto por las paredes cual lagarto.
-Convulsiono.
-Escribo el comentario.
-Me halabas.
-Me vuelvo a morir.
-Subes el siguiente y volvemos al principio.
Eso es siempre, así que no digas que nosotras te matamos de amor, porque eres tú. Tu y tu y solamente tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu (8) Vale, ok, no. Ya he escrito una graaaaaaaaaaaaan parrafada sin sentido, de nuevo. Así que me voy, bye :3
PD: YO TAMBIÉN SOY UNA MALOOOOTAAAAA. Te adoro, teo.
DIOOOS ESS PERFEEECTOOO
ResponderEliminarNO TENGO PALABRAS PARA DESCRIBIRLO ES..UF ME ENCANTA!!
Yo no voy a escribirte la biblia diciendote lo buena escritora que eres asiq simplemente te digo que sigas escribiendo como lo haces porq es perfecto sigue asi que seguro que llegaras muy lejos si te lo propones
ResponderEliminar