jueves, 3 de octubre de 2013

#Imagina de Harry PARTE 15 -2º temporada-

Observo distraídamente la sangre que sale como sin ganas de mis nudillos cada vez que muevo un poco los dedos para conseguir que el papelito blanco forme algo parecido a un tubo. Tengo una semana para que se curen, y la experiencia me demuestra que lo hacen. Saco un mechero del bolsillo trasero de mis vaqueros y coloco la mecha en la punta del tubo, tras lo que doy una calada y el papel empieza a oscurecerse y quemarse poco a poco. Creo que me parezco bastante a ese cigarrillo. A este paso, yo también voy a acabar consumiéndome.

En cuanto la nicotina entra a mi cuerpo, me siento mucho más relajado, y noto una satisfacción difícil de describir. Suelto el humo que tengo dentro, provocando una breve estela blanca en la oscuridad de la noche. Bueno, hay una luz. Una pequeña y parpadeante luz sobre la destrozada puerta, gracias a la que veo al tipo salir y acercarse hacia mí.

-De nuevo ganador –comenta, sacando un paquete de cigarrillos de su chaqueta.

Me encojo de hombros.

-¿Tienes fuego? –mira el cigarro que descansa en mi labio inferior.
-No, lo he encendido con dos piedras –ironizo, y él suelta una carcajada ronca.

Le paso mi mechero y Andy disfruta tranquilamente de su primera calada después de un buen rato. No puedo reprochárselo, entiendo cómo se siente.

-Hace poco que fumas, ¿no? –me pregunta, devolviéndome el mechero.
-¿Por? –prefiero no darle detalles de mi vida.
-No tienes los dedos amarillos. Ni los dientes –me señala con el cigarro-. Y yo que tú los conservaría así.
-Cada uno tiene sus motivos.
-Ajá.

Si le digo que empecé a fumar porque necesitaba algo a lo que aferrarme probablemente pensará que soy débil. Y seguramente lo sea. Claro que un cigarro no va a hacer que un tren atropelle al ojitos azules. O que mi chica no esté embarazada. Doy rápidamente otra calada al pensar en la posibilidad.

-Aquí tienes.

El tipo mete la mano en un bolsillo interior de la chaqueta y saca un pequeño taco de billetes, que yo alargo la mano para coger.

-Hoy has estado bien. ¿Has tenido un mal día? –no parece preguntarlo con malicia, más bien con curiosidad.

Veo imágenes en mi mente de todo lo que ha pasado este fin de semana, de la cena con ese capullo que no dejaba de insinuar que estaba deseando tirarse a mi novia, de mi novia diciéndome que puede que esté embarazada, y luego preguntándome si voy a dejarla.

-No ha sido el mejor de mi vida –reconozco.
-Si eso te motiva… -señala el dinero- Trescientas veinte libras.
-Vaya –noto que mis cejas se levantan un poco.
-Sí, vaya. Con esto todavía puedes hacer que el día mejore un poco –ríe de nuevo.

Sonrío guardándome el dinero en el pantalón. Andy me cae bien. Tal vez porque casi siempre que lo veo viene a traerme dinero. Él es quien lleva el tema de las apuestas en el club –si se puede llamar club-, y se encarga de llevarle sus ganancias al ganador. Claro que también se queda con una parte. De todos modos, no lo hago por el dinero, lo hago para desahogarme.

-¿Me dirás algún día dónde aprendiste a boxear así, Styles?
-Ya te lo he dicho, en ninguna parte –tiro lo que queda del cigarro al suelo y lo aplasto con el zapato.
-Es imposible –niega con la cabeza como para darle fuerza a sus palabras.
-No lo es.
-Pero sí, viene bien ser un chico tan misterioso –dice como para sí-. No sé por qué, pero hace que la gente apueste más por ti.
-Apuestan por mí porque siempre gano –resoplo.
-También puede ser. ¿Vendrás mañana?

Niego con la cabeza.

-Ah, es verdad. Tienes que volver como nuevo –mira mis nudillos ensangrentados y mi ceja abierta.
-Es parte del mito –ladeo una sonrisa que no sé si siento.
-Más bien del misterio –tira también su cigarro pero no se molesta en apagarlo.
-Lo que sea.
-Styles.
-¿Hm?
-Ándate con ojo –dice, y por un momento creo que en tono protector.

Asiento con la cabeza y me voy de allí sin decir nada más. Sé muy bien a qué se refería Andy. Pero él no sabe que yo estoy acostumbrado a esto, que sé que si me preguntan qué me ha pasado no puedo dudar al decir que me caí por las escaleras, o que es mejor que evite a la policía, por si acaso. Piensa que nunca antes he hecho algo ilegal. En fin, si él supiera.

Camino tranquilamente en dirección a casa, sintiendo el dolor que tengo por todo el cuerpo como algo revitalizador. Estoy hecho polvo. Sí, sería más fácil volver en mi moto, pero no quiero darle a toda esa gente el número de mi matrícula para que puedan localizarme. Yo en ese sótano sólo me dedico a boxear mientras bastante gente mira, pero no quiero saber nada más de nadie de allí. Noto el calor de los billetes en mi chaqueta y me subo la cremallera hasta la barbilla. Sí, su dinero no tengo ningún problema en aceptarlo. De todos modos, seguro que si Andy se lo quedara, acabaría gastándoselo en tabaco.

Es un poco irónico cómo por miedo a perder a mi novia esté haciendo aquello que ya me hizo perderla una vez. Aunque esta vez es un poco más… sofisticado. Sonrío brevemente por intentar hacerme creer a mí mismo que peleas de boxeo ilegales pueden ser sofisticadas. Sin embargo, cuando todos los domingos salgo de ese sótano, me siento un poco mejor.

No puedo evitar sacar papel y tabaco para hacerme otro cigarro. El camino de vuelta a casa se hace muy aburrido al ir solo.

Entonces, mientras estoy intentando que el tabaco quede en equilibrio para conseguir juntar los dos extemos del papelito blanco, me suena el teléfono. Lo enrollo rápidamente –lo que hace que parte de las pequeñas hojas caigan al suelo-, lo enciendo y me lo llevo a la boca. A pesar de todo, me da tiempo a contestar antes de que cuelguen.

-¿Diga? –doy una calada a mi algo vacío cigarro.
-¡Styles! ¿Dónde estabas? Has tardado un montón en cogerlo –escucho la preocupación en la voz de mi chica, y me siento algo culpable.

Si supiera que últimamente estoy fumando, y que de nuevo hago cosas ilegales, es posible que me dejara. Y aunque no lo hiciera, le haría mucho daño.

-Lo siento –me disculpo a toda velocidad-. Estaba saliendo de la ducha –miento.
-Vaya unas horas de ducharse.
-Ya, es que necesitaba despejarme –eso es, sin vacilar.
-Ah, bueno, lo entiendo –oigo cómo suspira.
-¿Cómo lo llevas? –le pregunto.
-Bueno… Intento no pensar demasiado en… eso.
-Piensa en mí.

Puedo imaginarme cómo pone los ojos en blanco y luego sonríe.

-Ya lo hago. Ése es el problema.
-¿Tan feo soy?
-Styles, ¿tú diciendo que puede que seas feo? ¡Menuda sorpresa! –su voz suena algo más relajada.
-Una cosa es que lo diga y otra es que lo piense –ladeo una sonrisa.
-Ya me extrañaba a mí.

Ambos nos quedamos callados durante un momento, que yo aprovecho para inspirar el humo de mi cigarro.

-¿Se han ido ya tus padres? –pregunto, para dejar de pensar en lo cerca que está ella de lo que estoy haciendo, pero a la vez sin saber nada de ello.
-Sí, justo cuando Jake ha llegado –oigo un suspiro.
-Perdona por decírtelo, pero cada vez me caen peor.
-Lo entiendo, a mí están empezando a sacarme de quicio.
-De todas formas, es absurdo que no quieran que estés a solas conmigo –le doy una patada a una pequeña piedra que me encuentro en el camino.
-Ya, pero bueno… Ahora me preocupan otras cosas…
-Lo sé. Pero por favor, espera hasta el viernes que viene –pido.
-Lo haré. Aunque si noto alguna patadita antes, te aviso –logra bromear.

Noto que el color desaparece de mis mejillas al pensar en la posibilidad real de que tenga a un bebé en su interior, de que yo pueda estar a nueve meses de tener un hijo. Sería un padre pésimo. Ah, ¿por qué el sexo tiene ese problema tan grande? Yo no quiero tener hijos todavía, y no sé si alguna vez llegaré a querer.

-Styles, ¿estás ahí?
-Sí, perdona –sacudo la cabeza y un rizo me rebota en la frente-. Estaba pensando.
-¿En qué?
-En que no sabría ser un buen padre –digo sólo parte de la verdad.
-Lo serías –sus palabras suenan tan dulces que me hacen tirar el cigarro con fuerza y rabia contra el suelo.
-Bueno, no tiene sentido darle más vueltas a esto. Prefiero que tengamos un hijo a que tu retraso sea por culpa de una enfermedad o algo más grave –lo pienso así, pero también lo digo para intentar sentirme una mejor persona.
-Oh, Harry…

Sé que se ha emocionado; sólo espero no haberla hecho llorar.

-¿Lista para cenar, preciosa? –escucho de repente como muy lejos del teléfono.

Tardo tan solo unos segundos en ubicar esa voz y comprender quién es el que ha llamado preciosa a chica.

-¡Un momento! –dice ella, pero suena amortiguado; supongo que ha tapado el altavoz del móvil con la mano.
-Interesante –mascullo cuando noto que destapa el altavoz.
-No empieces –replica, quizás molesta. Me da igual, más molesto estoy yo.
-Simplemente me parece interesante.
-¿El qué? –pregunta, sin ganas.
-Que otro tío llame a mi novia preciosa –intento aparentar indiferencia.
-Joder, Styles, con lo bien que estabas últimamente –suspira de nuevo.
-Me pregunto si, si realmente estás embarazada, llamará al bebé hijo.
-¡¿Qué se supone que estás insinuando?! –alza la voz.

Ay mierda.

-No quería decir eso, sólo me refería a que igual que a ti te llama como si… -intento explicarme, pero ella me interrumpe.
-Sí, lo que tú digas. Me voy a cenar –cuelga antes de que pueda decir nada más.


Genial. Ahora cree que he insinuado que se acuesta con Jake. Dios. ¿Por qué has dicho nada, estúpido? Agggg. ¿Podría ir mi vida peor ahora mismo? Y encima ni siquiera puedo verla hasta el viernes. A saber lo que pasará hasta ese día. Me paso las manos por el pelo y tiro fuertemente, haciéndome más daño en los nudillos que en el cuero cabelludo. En fin, creo que mañana por la noche romperé la tradición y volveré a ir a ese antro a boxear. 


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4 comentarios:

  1. Como puede escribir alguien tan bien? Me encanta el cap, espero el siguiente. :)

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  2. hola "preciosa" , como puedes escribir tan bien ? , no me lo explico , en serio. Es perfecto como siempre (como no) , espero el siguiente capitulo .Sigue asi plisss
    Bsss guapa

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  3. ¡Wooow! No deja indiferente a nadie esté capítulo. Es genial, como siempre. A pesar de que no subas tan a menudo, aunque a mí no se me hace tan larga la espera, cuando veo una nueva publicación en el blog me saca una sonrísa, porque sé que será estupendo.
    Atentamente, una anónima para que sonrías :))

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Motivos para sonreír.