-Ven –dice
Harry con dulzura, y tira de ti hasta que llegáis a un parque, aquel que Jake
te enseñó el día que llegaste a Guildford.
Camináis en
silencio en dirección a un pequeño banco de madera que queda justo bajo una
farola. Os sentáis uno al lado del otro, y agradeces poder mirar al frente en
lugar de a él, pues sabes que si tuvieras que mirarle a los ojos mientras te
habla, no serías capaz de contener el impulso de besarle.
-¿Puedo hacerte
yo una pregunta primero? –dice.
Alzas las cejas
unos milímetros.
-Depende de qué
sea.
-¿Tú me
quieres?
Sueltas todo el
aire que tenías en los pulmones y entrelazas tus manos, jugueteando con tus
propios dedos nerviosamente.
-Es que
necesito saberlo porque si rompiste conmigo porque has dejado de quererme,
entonces nada de esto tiene sentido –habla más despacio aún que de costumbre-.
Pero si rompiste conmigo por mis celos y porque te mentí, entonces tal vez
pueda intentar explicártelo todo.
-Querer o dejar
de querer a una persona no se activa con un botón. Y las personas no siempre se
separan porque dejen de quererse –das por toda respuesta.
-¿Quieres a
Jake?
-Eso ya son dos
preguntas.
-Lo sé.
-¿Y no te sirve
la respuesta que acabo de darte también a esta pregunta?
-No sé si es
posible, pero hay gente que dice que se puede querer a la vez a dos personas.
-No, no le
quiero –dejas de mirar tus manos y sigues con los ojos a una hormiga solitaria
que parece perdida en el suelo del parque.
Harry suspira con
un tremendo alivio.
-Pero tal vez
podría llegar a quererle… algún día –te muerdes el labio.
-No –contesta
él con rotundidad.
Por primera
vez, lo miras. De repente parece tan aterrado que recuerdas por qué habías
accedido a hablar con él.
-Quiero la verdad.
Quiero saber por qué ha ido Jake a verte, y por qué me has hecho antes esa
pregunta tan rara.
-Qué curioso
–dice, sin ganas-. Las dos cosas tienen la misma respuesta.
-Pues dámela.
-Está bien.
Styles se rasca
la nuca con nerviosismo. De todos modos, sabes que va a hablar, así que le
dejas que se tome su tiempo.
-¿Sabes esa
mancha de nacimiento tuya que me encanta? –empieza de forma totalmente
diferente a como esperabas.
-Este no es
momento para…
-No, de verdad.
Contéstame, por favor.
-Te refieres a
la de la espalda, ¿no?
Asiente con la
cabeza.
-¿Qué le pasa a
mi mancha de la espalda?
-Que Jake llegó
hablándome de ella.
-¿Qué? –ahora
sí que todo ha perdido el poco sentido que pudiera tener.
-¿Vas a creer
todo lo que te diga?
-Si me dices
que te has comprado un burro volador, probablemente no.
Se le escapa
una sonrisa, y tú apartas la mirada.
-Con eso me
vale –vuelve a guardar silencio por un momento-. Jake no te quiere.
-¿Y cómo se
supone que tú sabes lo que siente?
-Porque me lo
ha dicho.
-A ti. Claro. Y
tampoco veo que eso tenga mucho que ver con mi mancha de la espalda.
-Sí que me lo
ha dicho. Que, por cierto, tú acabas de decirme que ibas a creerme en lo que te
dijera.
-No
exactamente.
-Mejor empiezo
por el principio.
-Sí, por favor.
Sientes los
dedos de Harry, repentinamente fríos, bajo tu barbilla, haciéndote que gires la
cara para mirarle.
-¿Por qué no me
miras?
-¿Quieres que
yo también te diga la verdad? –respondes en voz baja.
-Vendría bien,
sí.
-Porque si te
miro, siento unas ganas enormes de besarte, y no creo que deba hacerlo
–suspiras.
-Yo no te
pondría ninguna pega –las comisuras de sus labios se curvan ligeramente hacia
arriba.
-Ya, pero yo corté contigo –intentas explicarte.
-Por mis celos.
Y te los voy a explicar ahora mismo.
Sin apartar la
mirada de él, escuchas todo lo que tiene que decirte.
-La primera vez
que vine a verte, Jake y yo tuvimos una… pequeña charla.
-¿Y no me lo
dijiste? –reprochas.
-Sé que sabes
cómo soy. Habrías pensado que soy un paranoico, y de hecho lo pensabas cada vez
que sugería que Jake podía quererte como algo más que una amiga.
-Porque yo
creía que tú no podías saber cómo me veía él. ¿Qué te dijo?
-Que sería tu
amigo hasta que tú te cansaras de mí, y entonces, palabras textuales: te consolaría.
-¿De verdad
dijo eso? –tus ojos se abren de par en par.
-Sí.
Guardas
silencio, incrédula. Una parte de ti te dice que lo que Harry te está contando
no tiene por qué ser cierto, que puede estar mintiéndote para que le elijas a
él, que Jake no parece la clase de persona que haría eso, pero por otro lado
crees que está siendo sincero.
-¿Crees que a
partir de eso yo podía estar tranquilo sabiendo que vivías con ese tío? –sus
ojos te miran, anhelantes de comprensión.
-Yo no lo
habría estado.
-Empecé con el
boxeo y a fumar porque era la única forma que tenía de… descargar todo lo que
sentía –es él el que ahora mira al suelo-. No sabía qué hacer. Cada vez que
volvía de pasar el fin de semana contigo, me sentía vacío, pensaba en los que
el ojitos azules me había dicho y me desesperaba. Esta fue la… forma que tuve
de intentar escapar. Boxear como si siempre fuera ese capullo al que le estaba
pegando, acabar tan cansado que fuera incapaz de sentir nada en absoluto.
-¿Por qué no me
lo dijiste?
-¿Le habrías
visto sentido? Me habrías dicho que estaba loco, que estaba exagerando. No te
lo podía decir porque no te había contado la conversación que habíamos tenido
Jake y yo, ¿lo entiendes?
Asientes con la
cabeza, porque por lo menos algunas cosas empezaban a aclararse.
-Cuando me
dijiste que ese maldito cabrón –parece esperar que le reproches llamarle así,
pero no lo haces- te había besado, y que tú le habías correspondido, entonces…
Pensé que ya te había perdido por completo.
-No fui a verte
para cortar contigo. Sólo quería contártelo, estaba confusa –notas cómo tus
hombros se hunden-. Sabía que te quería, pero me sentía culpable por lo que
había pasado. Fui a sincerarme y me encontré con alguien que no parecías tú.
-Soy un
estúpido, lo sé.
-Aceptaste sin
más que lo dejáramos –dices con algo de resentimiento-. Pensaba que… no sé, que
irías detrás de mí, y todo se arreglaría. Malditas películas románticas, todas
mienten.
-Creía que sólo
lo estropearía más haciendo eso.
Vuestras
miradas se cruzan durante un momento y rozas con suavidad tu mano con la de él.
Harry atrapa tus dedos de forma aparentemente inconsciente, y sigue hablando.
-Hoy iba a mi
casa –duda- después de estar boxeando, cuando Jake se ha acercado a hablar
conmigo.
-¿Qué quería?
-Decía que tú
le habías pedido que viniese a hablar conmigo…
-¿Yo?
-Sí. Y de
repente me soltó que os habíais acostado.
-¡¿QUE DIJO
QUÉ?! –te levantas del banco como un resorte, no sabes si por la sorpresa o por
la rabia.
-No le creí –se
apresura a decir Harry.
-¿Y entonces
por qué le has pegado? –pones los brazos en jarras.
-Escúchame
–pide, sabiendo que estás enfadándote otra vez.
-Explícate.
-Sabía que me
estaba mintiendo. Sé que no os habéis acostado –te mira con seguridad.
-¡Pues claro
que no lo hemos hecho! –exclamas.
Algo parece encenderse
en tu cabeza, y te das cuenta de que Harry no te ha pedido que lo niegues, no
ha dudado. Notas tus músculos relajarse un poco ante ese poco común voto de
confianza por su parte.
-Entonces me
habló de la mancha de tu espalda –sigue él.
Ah, claro. Ahí
ya creyó que Jake decía la verdad y fue cuando le pegó. Eso teniendo en cuenta
que Jake realmente dijera eso, lo cual parece poco probable.
-Y le creíste.
-¡NO! No le
creí –se levanta también-. ¿De verdad piensas que podría pensar que tú harías
algo así? Puede que pensara que estabas enfadada conmigo, o que habías dejado
de quererme, o mil cosas más, pero jamás pensaría que cuatro días después de
romper conmigo te acostarías con otro tío.
-¿Entonces por
qué le pegaste? –no sabes si sentir alivio o no.
-¡Porque me
habló de…! –se calla repentinamente.
-¿De qué?
Quiero saberlo.
-No, no quieres
–cierra los ojos y sus manos se convierten en puños.
-Sí quiero.
-Hizo
insinuaciones de… -no continúa.
-Bueno, está
bien. Lo que sea.
-Y le pegué. No
debería haberlo hecho, pero él tampoco debería haber llegado diciéndome eso. Te
aseguro que lo único que quiere es acostarse contigo. Si te quisiera, no habría
sido tan asqueroso como para venir a decirme eso, ¿no crees?
Te obligas a
cerrar la boca que se te ha abierto por la incredulidad. ¿Es posible que todo
eso sea cierto? ¿Cómo puede saber Jake lo de la mancha de tu espalda? Es
imposible que te la haya visto alguna vez…
-Pero ¿por qué
fue a decirte eso? Si tú y yo ya no estábamos juntos –las palabras te queman la
garganta.
-No lo sé.
Supongo que tenía miedo de que nos reconciliáramos, y quiso que yo estuviera
tan enfadado que viniera a hablar contigo para terminar de pelearnos.
-¿Y para qué
has venido, en realidad? –dejas que tus brazos caigan inertes en tus costados.
Contesta en voz
tan baja que no eres capaz de escuchar lo que dice.
-¿Qué?
–preguntas.
-Para pedirte
perdón –dice, ahora con decisión.
-Vaya, tú
pidiendo perdón… Eso es nuevo –dejas que una tímida sonrisa asome a tus labios.
-Lo sé –él se
permite imitar tu gesto.
-Harry, todo
esto es demasiado… enrevesado.
-¿No me has
creído? –la sonrisa desaparece de su rostro.
-No es eso, es
que se me hace muy difícil imaginarme a Jake haciendo todo eso, él… no es así
–te miras los zapatos.
-Yo no te dije
que te quería antes de que te acostaras conmigo.
Alzas la vista,
perpleja.
-¿A qué te
refieres?
-¿Te acuerdas
de cuando te dije que te quería por primera vez? –tiene las mejillas levemente
sonrojadas, y sabes que no es por vergüenza sino por desesperación.
Asientes con la
cabeza. ¿Cómo ibas a olvidar ese momento? Tu mente vaga por tus recuerdos, pero
entonces escuchas la voz de Harry ahora, en el presente.
-¿Bombón?
-¿Sí? –tu
respiración se vuelve irregular.
-Todavía te
quiero.
Sus palabras te
golpean en el pecho y te dejan sin aire durante un momento. Recuerdas tan bien
ese instante, el efecto que aquello tuvo sobre ti, que volver a escucharle
decir casi exactamente lo mismo te ha hecho preguntarte por qué cortaste con
él. ¿Por miedo? Quizás. Por cobardía probablemente. No fuiste capaz de
enfrentarte a sus celos junto a Harry, así que sólo te quedaba separarte de él.
-No podría
olvidarlo –murmuras.
-Te lo dije…
después de que me pidieras que lo hiciéramos.
-También lo sé.
-¿Sabes por qué
no te lo dije antes? –te mira con ojos brillantes.
Sacudes la
cabeza.
-Tenía miedo de
que pensaras que sólo te lo decía para conseguir acostarme contigo.
-¿Por qué iba
a…?
Él te
interrumpe.
-Porque es
exactamente lo que Jake ha hecho –afirma-. Y es lo que muchos hacen.
De repente, es
como si Harry hubiera colocado un foco de luz dentro de tu cerebro, y todo se
hace más claro, más comprensible. Es muy posible que esté diciendo la verdad,
al menos esto sí tiene sentido. Aunque lo de la mancha en la espalda sigue
inquietándote. Para habértela visto, tendrías que haber estado sin ropa o como
mucho en ropa interior, y Jake nunca…
-¡Claro!
–exclamas, y Styles da un respingo.
-¿Qué? –te mira
con apremio.
-La mancha
–dices más para ti misma que para él-. Tuvo que verla aquel día que salí en
ropa interior.
-¿Qué? –repite
él, confuso.
Tú te sonrojas,
y esperas que con la oscuridad de la noche Harry no pueda verlo.
-Un día por la
mañana… bueno, nada más llegar. Estaba medio dormida, y como siempre lo hago…
salí de mi cuarto en ropa interior y… -ladeas la cabeza- Jake me vio. Me di la
vuelta corriendo y entré en mi cuarto, pero debió darse cuenta de la mancha
entonces.
Styles alza una
ceja, pero no dice nada.
-Tiene que ser
eso –asientes distraídamente con la cabeza.
-Bombón…
Le miras.
-Vuelve conmigo
–te pide.
-Harry…
-Sé que desde
que has venido aquí no nos ha ido muy bien. Pero no es porque estés lejos, es
por ese cabrón. Encontraremos otro piso para que vivas, y ya verás como
entonces es mucho más fácil. Soy muchas cosas malas, y tus padres no me quieren
para ti, pero… el mayor daño que te hago es quererte demasiado.
Jadea, como si
le hubiera costado muchísimo decirte aquello. Notas un nudo en la garganta que
quiere impedirte hablar, pero después de tragar saliva un par de veces parece
aclararse un poco.
-Harry… te
quiero. Pero necesito hablar unas cuantas cosas con Jake.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
COMO ERES CAPAD DE DEJARNOS ASI?????? ES QWEFTYBPOKJGHYGTYHUYU sigue por favor!
ResponderEliminarSmoking Smiles? Mi drogaa.♥ ANAAAA,ESQUE ESCRIBES PERFECTAMENTE PERFECTOO.♥ ¡Haría lo que fuese para que escribieras un libro! Me haces enamorarme aún mas de Harry,aunque creí que no se podía quererle más de lo que le quería. Te juro,eres mi salvación,gracias por estas historias tan preciosas. ¡Guapaaaa! No dejes de escribir.♥ Besos de Ali (@LoveThatSmile1) y una amiga a la que le tienes enganchada a tus historias. Adiós guapa,muchos ánimos para seguir el imagina. ♥
ResponderEliminarEs mas que PERFECTO. Amor eterno a tus inaginas porque son muy SDFGHJJ Lo único malo que tiene es lo interesante que los dejas pero aun así son tan PERFECTOS.
ResponderEliminarAquí, una vez más, @Rachelforever99, incordiando un rato.
ResponderEliminar¿Me permites llorar más, si cabe? Gracias, lo necesitaba después de todo... de todo... eso. No sé explicar lo que ha sido, porque un capítulo no ha sido, una parte tampoco, así que... ¿En realidad, qué estamos escribiendo? Es decir, sabes que yo escribo, obvio tú también escribes que si no qué estaría yo haciendo más que dejarte un comentario en... Eso, que me voy del tema.
Nosotras, las escritoras, ¿por qué ponemos "capítulo" o "parte"? Es algo que al fin y al cabo nunca comprenderé, estamos escribiendo la historia de unos personajes que nos aportan nuestra imaginación, poco a poco subimos de esa historia a alguna página o en este caso, a un blog. ¿Y qué más da el nombre que le pongamos? Es decir, nos sirve para continuar, sí, pero ¿por qué lo decimos? Algo que no logro en tender, a fin de cuentas ¿sería igual un libro con 600 páginas dividido en capítulos, que sin estarlo?
Y ahora, después de mis pensamientos, te escribiré sobre el capítulo.
Algo se está removiendo en mí cada vez que leo el #Imagina algo no muy bueno, me hace necesitar a alguien JAJAJAJA OK NO. En fin, que amé este pequeño trozo de la historia, bueno pequeño no, porque lo hiciste extenso y... Eso.
Este momento, y no hay más que hablar:
"-Bombón
-¿Sí?
-Todavía te quiero"
OMG! OMG! OMG! Ahí fue cuando las lágrimas que aguantaba en las cuencas de mis ojos, salieron a flote y recorrieron mis mejillas como alma que lleva el diablo, ardiendo, porque sentía que lo había dicho de verdad.
Y Jake, la has cagado.
Me despido aquí, voy a escribir algo con sentido. Un beso <3
PD: Te adoro, teo.
Sé que no te dejo un comentario cada capítulo, pero ya sabes que los sigo y que no dejaré de hacerlo.
ResponderEliminarGracias, gracias por haber continuado con una segunda parte el imagina de Harry porque está siendo alucinante, y está poniendo los pelos de punta a cualquier lector.
Siento si a veces soy muy pesada con mis comentarios, pero me gusta dejartelos, me siento extrañamente identificada contigo.
Y ahora hablando un poco más de este capítulo, me ha encantado, sobretodo la parte de '...El mayor daño que te hago es quererte demasiado.' Lo he leído unas tres veces porque me emocionaba, y me ha matado la frase.
Bueno, y por último, gracias de nuevo, porque cada vez que entro en tu blog o Twitter y veo que has colgado un nuevo capítulo una sonrisa ilumina mi rostro.
Y sinceramente, espero que sonrías con mis comentarios, porque te los dejo de todo corazón.
Atentamente, una anónima para que sonrías :D