¿Sabéis ese típico instante en que en una película van a revelar algo
muy importante y de repente lo ponen todo a cámara lenta, con un sonido de
fondo de latidos de corazón, para crear tensión? Así sentí yo ese momento,
excepto porque los latidos no eran de fondo, sino que sonaban con fuerza dentro
de mi cabeza. No estaba muy segura de querer escuchar lo que Niall iba a
decirme. De hecho, tenía la sensación de que me apetecía más volver a sentarme
en mi sitio y simplemente ver Londres desde el río, sin pensar en nada. Claro
que, por otra parte, necesitaba que Niall me hablara de lo que acababa de
pasar, que me dijera por qué narices me había mentido. Nos había mentido, en
realidad, a Steph y a mí.
-¿No crees que Stephanie también merece saberlo? –pregunté con voz
rígida, sin mirarle.
Niall soltó una especie de resoplido de resignación.
-Ya se lo están contando los chicos.
Inmediatamente miré hacia atrás –pues nosotros estábamos de espaldas a
ellos, apoyados en la baranda de la parte final de la cubierta del barco- y vi
cómo Liam estaba hablando y mi amiga escuchaba con el ceño fruncido.
-¿Y por qué no nos lo habéis contado a las dos a la vez? –estaba
dispuesta a sacarle todas las pegas posibles.
-Porque creo que tú mereces que yo
te dé una explicación.
-También le has mentido a ella.
Volví a girarme y me quedé mirando el agua turbia del Támesis. Empezaron
a salir burbujas y las ondas se fueron haciendo cada vez mayores hasta que, con
un recalcón, el barco empezó a moverse. Por suerte, me sujeté a tiempo a la
baranda y Niall no pudo verme perder el equilibrio. Eso ya habría sido el
colmo.
-Yo no os he mentido –me respondió Niall cuando el barco se estabilizó
en un movimiento lento y fluido.
-Ocultar la verdad es mentir –dije con rencor.
-Como quieras –él suspiró.
Comprendí que no le estaba poniendo las cosas nada fáciles, y que quizás
eso no fuera lo que más me beneficiase. Es decir, me dolía lo que Niall había
hecho, y quería una explicación porque no entendía qué le había llevado a
ocultar que Amber era su hermana cuando habíamos hablado de ella en más de una
ocasión y había tenido la oportunidad de decirlo. No obstante, y a pesar de
todo, Niall seguía siendo Niall. Puede que hubiera cosas de él que no supiera,
pero él era la misma persona. Y me seguía gustando. Seguía queriendo volver a
besarle. Eso era lo peor, lo más degradante; el saber que estaba ya tan atada a
él que aunque me hubiera mentido estaba dispuesta a perdonarle sólo para que
todo fuera como antes. De modo que intenté ser un poco más colaboradora.
-Adelante –le invité a hablar, llevando una iniciativa nada común en mí.
-Amber es mi hermana –confirmó.
-Lo sé.
-Pero no es mi hermana de sangre. Es, digamos, mi hermanastra.
Aquello no me lo esperaba, pero a decir verdad simplificaba mucho las
cosas. Luché porque mi expresión permaneciese pétrea y creo que lo conseguí.
Miré a Niall de reojo y vi que él tenía la mirada perdida en el enorme London
Eye, que quedaba ligeramente a nuestra derecha. No dije nada, y puse los ojos
en el monumento, a la espera de que Niall hablase de nuevo.
-Soy irlandés. Mis padres son irlandeses. Vine a Londres a estudiar en
un instituto relacionado con las artes. Los chicos y yo nos conocimos aquí. Un
día, mis padres me dijeron que se iban a divorciar. Mi madre se vino a Londres,
conmigo, porque no quería saber nada más de mi padre. No consiguió trabajo
aquí, pero buscó en ciudades de alrededor y finalmente encontró empleo. En tu
ciudad.
Niall giró un poco la cara para mirarme. De todos modos, el punto fijo
en que había convertido el London Eye estaba desapareciendo, así que tras
respirar hondo yo también le miré.
-Allí conoció al padre de Amber. La madre de Amber murió cuando ella era
pequeña, no sé si lo sabrás –negué con la cabeza-. Mi madre iba y venía todos
los días de Londres hasta allí, de allí hasta Londres, porque no quería ser un
obstáculo para mis estudios en el instituto de arte. Pero estas vacaciones de
navidad, cuando fuimos a hacer la matrícula para el siguiente trimestre, nos
encontramos que el instituto había cerrado. Falta de presupuesto. Así que mi
madre, que ya llevaba bastante tiempo con el padre de Amber, me dijo que nos
mudábamos con ellos.
Incapaz de aguantarle la vista durante tanto tiempo, contemplé la
imponente Catedral de San Pablo mientras escuchaba el relato de Niall. Puede
que penséis que me lo estaba contando con cierta tristeza, pero no, simplemente
me estaba informando; no parecía que todos esos desajustes en su vida le
hubieran supuesto un trauma. O al menos a mí no me lo estaba haciendo ver. Me
sorprendí un poco de ver lo metida que estaba en el relato de la vida de Niall,
y de cómo estaba creyéndome absolutamente todo lo que me decía, a pesar de que
hacía un momento le había acusado de haberme mentido. Parecía tan sincero y
afligido por el hecho de que hubiera tenido que enterarme precisamente aquel
día de que me había ocultado cosas que tuve que creerle.
Recordé entonces el empeño que los chicos habían puesto en que no
supiéramos por qué habían ido a vivir a mi ciudad. También me vino a la mente
cuando escuché a Niall hablando con Steve Evans, que parecía que ya se
conociesen.
-Eso explica por qué tú estás allí. ¿Pero y los chicos? ¿Y por qué no me
habías dicho que Amber era tu hermanastra? Es decir, tampoco habría sido algo
tan grave que me lo hubieras contado. En realidad, habría sido mejor.
-Lo sé –esbozó una sonrisa triste-. Siempre es mejor decir las cosas
antes. Y siempre ocurre que, por miedo, ocultamos cosas, aunque sepamos que
tarde o temprano se acabarán sabiendo.
-¡¿Pero por qué no me lo dijiste?! –exclamé.
-¡Porque en cuanto que llegamos al instituto, lo primero que nos
dijisteis fue que odiabais a Amber!
-¿Y qué?
-Pues que menuda forma de empezar, diciendo que mi hermana es la chica
más mezquina de la clase.
-Lo es –respondí con los ojos entrecerrados, retándole a que me
contradijese.
-Lo es –repitió él-. Y también es la hija del marido de mi madre. ¿A que
no te habría hecho mucha gracia?
Obviamente no. Nada relacionado con Amber me gustaba. El simple hecho de
escuchar su nombre me provocaba repulsión, y es probable que si hubiera sabido
que Niall tenía algo que ver con ella cuando los chicos llegaron, no me habría
permitido convertirme en su amiga. ¿Y si era todo una cruel estrategia de
Amber, que mandaba a su hermano para que se hiciera mi amigo y luego reírse de
mí? Niall tenía razón, no habría sido lo mismo. Por supuesto, yo no estaba
dispuesta a reconocerlo.
-No lo sé.
-Oh, vamos.
-En cualquier caso, ¿qué más te daba? Habríais buscado a otros amigos y
punto.
-Pero yo no quería buscar otros amigos. Vosotras me caísteis bien desde
el principio. Había algo interesante en ti, quería conocerte mejor, y pensé que
tampoco era nada tan importante. ¿Es que lo es?
-No, Niall, no es importante. Me da igual que sea tu hermana, como si
quiere ser tu madre. Lo que me importa es que no me lo dijeras, y eso crea
desconfianza, ¿sabes? En el momento en que se oculta algo, ya no sabes qué más
se puede haber ocultado.
-Eso es lo que estoy intentando decirte.
-Pues continúa –hice un gesto con la mano, para que siguiera.
Niall se pasó los dedos por el pelo, revolviéndoselo en un gesto
nervioso. Nunca le había visto así. Tan tenso, tan preocupado. Se le había
venido todo encima, supongo. Os resultará absurdo, pero no pude evitar pensar
en lo guapo que era. Allí, bajo un sol resplandeciente que se reflejaba en su
piel, con unas minúsculas arrugas de expresión entre las cejas, y los ojos muy
abiertos, me pareció el chico más guapo que había visto jamás. Pero seguía
enojada.
-Sobre tu pregunta de antes, la de por qué los chicos vinieron conmigo…
Bueno, te va a hacer gracia –dijo en un tono que dejaba claro que no tenía nada
de gracioso.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Te acuerdas de Steve Evans, ¿no?
Vaya, así que ahora todo estaba relacionado. Y encima ese manager
estúpido tenía algo que ver con todo este jaleo. El dolor de cabeza con el que
había salido de la habitación de hotel esa mañana volvió a asaltarme con
fuerza.
-¿Cómo olvidarlo? –ironicé, lo que creo que hizo que Niall se relajase
un poco, porque por extraño que parezca, una yo irónica es una yo normal y
corriente.
-Bien, pues nosotros lo conocemos.
-Lo imaginaba –solté.
-Ya. En fin, antes de que cerraran nuestro instituto, los chicos y yo
íbamos a veces al pub al que te llevamos anoche a cantar. No sabíamos que un
manager se pasaba por allí de vez en cuando, pero resultó que un día los
camareros nos dijeron que un tal Steve Evans quería hablar con nosotros.
-¿Steve Evans es vuestro manager? –intenté que mi boca no se abriera
formando una o pero no lo conseguí.
-No –contestó Niall rápidamente y con rotundidad-. No éramos lo
suficientemente buenos para él, nos dijo. Pero dijo que le habíamos caído bien
y quería darnos un consejo. Nos dijo que en Londres era muy difícil tener éxito
como cantantes, porque al contrario de lo que la gente piensa, en la gran
ciudad cada uno hace lo que quiere y nadie presta atención a los demás. Por
ejemplo, si consigues que te lleven a cantar a una emisora de radio, habrá poca
gente escuchándote, porque hay cien emisoras más con sus respectivos oyentes.
-¿No eráis lo suficientemente buenos? ¿Eso os dijo?
Niall asintió con la cabeza.
-Ese tío está loco –murmuré.
-En ese caso, no te creas lo que te dijo de que tú tampoco eres buena.
Me mordí el labio, sin saber qué contestar, porque tenía sentido lo que
Niall decía. Los chicos eran estupendos, cantaban genial y encima eran guapos.
¿Qué clase de pega se les podía querer poner para no patrocinarles?
-Steve nos recomendó intentar empezar en una ciudad más pequeña, en una
en que sólo hubiera un par de emisoras de radio, de modo que si conseguíamos
que nos hicieran caso en alguna de ellas, nos escuchase más gente en proporción
a la que nos escucharía en Londres. Además, sería más fácil hacer amigos que
nos ayudasen a promocionarnos. Eso nos aconsejó él, porque nos dijo que éramos
lo bastante buenos como para tener futuro en esto, pero no lo suficiente como
para que él se gastase su dinero en anunciarnos. Sí, no es un tipo muy delicado
a la hora de decir las cosas –Niall sonrió con timidez, como si no supiera si
debía o no hacerlo.
-Así que cuando cerraron vuestro instituto y tú te tuviste que mudar,
los chicos, que de todos modos tenían que cambiarse de instituto, se fueron
contigo.
-Exacto. Bueno, más o menos. También lo hicieron para que no se rompiera
la banda. Y para seguir el consejo de Steve, porque tu ciudad es bastante más
pequeña que Londres. En cualquier caso, ellos tampoco son de Londres, y les era
igual mudarse. Les venía mejor, en realidad, porque los pisos en Londres son
más caros.
Al pasar por debajo de Tower Bridge, me quedé pensativa, mirando la
sólida estructura del puente desde debajo. Hice una recapitulación mental de
todo lo que Niall me acababa de decir, pero había algo que chirriaba. Y ese
algo era el por qué no nos querían decir el motivo de su mudanza. Las cejas se
me alzaron cuando caí en la cuenta.
-No nos lo queríais decir porque si lo hacíais, pensaríamos que sólo
queríais ser nuestros amigos para que os promocionásemos, ¿verdad? ¡Por eso nos
llevasteis al estudio! Entonces es eso… Steph y yo sólo somos las dos supuestas
amigas que escucharán vuestra música y hablarán de ella a todo el instituto,
¿no es cierto? Claro, yo quizás sólo pudiera hablarle de vosotros a las
taquillas y a las columnas, pero Stephanie conoce a todo el mundo.
-¡No, no, no! ¡Claro que no! –Niall empezó a respirar agitadamente.
-¿Cómo que no?-me crucé de brazos, más para intentar mantenerme de una
pieza ante ese torrente de información que para mostrar mi contrariedad.
-Es decir, sí, íbais a pensar eso, pero no, no nos hicimos vuestros amigos
porque quisiéramos que nos hicieráis publicidad. Se te está olvidado que somos
adolescentes que también necesitamos tener amigos.
El dolor de cabeza era tan fuerte que no podía pensar, y el rato al sol
no me estaba ayudando demasiado. Tenía la sensación de que los chicos sólo
habían tenido la intención de usarnos. Una parte de mi cerebro me decía que no,
que únicamente querían ser nuestros amigos, y que no tenía nada de malo que
quisieran conocer gente y expandir su música. Que tenían derecho a luchar por
sus sueños sin que yo me ofendiera. Pero otra parte de mi mente, la que más
películas ha visto y libros ha leído, me decía que nuestra amistad con los
chicos no había sido espontánea, ni real. Y lo que es peor, me decía que yo
estaba ahí de rebote, que a ellos quien verdaderamente les interesaba era
Stephanie, la chica sociable, la que les serviría de verdad. Yo sólo era su
amiga, la que se había incluido en el lote por casualidad.
-Niall, no lo sé –negué con la cabeza varias veces, confusa.
-¿Qué no sabes? Te lo acabo de contar todo, absolutamente todo. Sé que
hemos sido cobardes pero esa no habría sido la mejor forma de presentarse y luego
no supimos cuándo decirlo –parecía desesperado, pero lo ignoré.
-Cuando nos llevasteis al estudio de grabación habría sido un buen
momento –dije en voz baja, aunque lo suficientemente alta para que me
escuchara-. Quizás el estudio ni siquiera fuera de un amigo del padre de Liam…
-¡Pues claro que lo era!
-No puedo dar nada por supuesto, Niall –noté mis ojos ponerse llorosos.
-Pero…
El barco dejó de moverse con un recalcón similar a cuando había empezado
a navegar.
-Necesito pensar –dije, y me marché hacia las escaleras de salida del
vehículo, dejando a Niall tras de mí.
[Pues ya se han desvelado los secretos. ¿Qué creéis que hará la protagonista? No parece que le haya hecho mucha gracia... Espero que os haya gustado, y por favor comentad en el blog, mencionadme en twitter o ambas cosas, y ya sabéis que adoro los comentarios largos, me hacen muy feliz. Gracias por leer]
Ana,te juro que te loveo demasiado.
ResponderEliminarAy madreeee q se lo ha confesao to' Ahora la protagonista q hará?? Yo creo q le perdonará Sisisiiii lo estoy viendo jajajaja pero claro para eso a lo mejor... Pasan unos cuantos caaaps y nos quedaremos con la intriga!!! Q fuerteeeee me parece Jajajaja cada vez me gusta mas esta novelaaaaa!!!!!! Es... Fabulastica, eso es jajajajaj. Bueno y nada mas q decir Jajaja muchos besosss
ResponderEliminarOMG Ana eres una genio! en serio, me encanta este imagina, me atrevo a decir que es mi favorito, sin siquiera haber leido el final, por que, me identifico tanto con la protagonista que... arg, ya ni se que decirte de lo perfecto que es, espero que no nos dejes mucho tiempo con la intriga de que es lo que va a pasar por que, aunque amo el drama, no me gusta quedarme con la intriga, entonces bueno, eso, espero que sigas escribiendo, amo todos tus imaginas, entro al blog casi todos los dias a ver si has subido un capitulo
ResponderEliminarFear doesn't shut you down, It wakes you up
-G
Holus Ana, bueno, llega un momento en que ya no se que decirte, dios. Tengo miedo de que me cojas mania por repetir tantas veces lo mismo, como que si eres la mejor, que si te quiero y más cosas. :)
ResponderEliminar¿Qué decirte?
Que gracias por todo (otra vez), gracias por todas estas historias que escribes que nos alegras el día a un montón de personas (otra vez), que no hay nadie que escriba como tú, ché. Eres perfecta siendo fea, guapa, estando triste, feliz.. de todas las maneras.
Ojalá algún dia pueda conocerte en persona, sería un gran sueño hecho realidad, enserio. Poder verte y abrazarte, y dejar a un lado el maldito Twitter que ya.. hay ganas de conocer a las personas que se esconden detrás.
También quería decirte que no estes mal por lo de que no sabias continuar el imagina, o por problemas familiares.. o por lo que fuese que pasó el otro dia. Cuando ví en tu otra cuenta que estabas mal.. me sentí fatal. Te hice hasta un dibujo en clase, el dia siguiente. Pero ya sería como el 46554957 dibujo que te hago y.. vas a acabar pensando que soy un pederasta o cosas parecidas. D:
Así que porfavor, sonríe, ojalá pueda disfrutar de tu sonrisa en directo algún dia, que seguro que es preciosa.
Si necesitas algo, ya sabes donde estoy ((:
Te quiero mucha, ché, Ana. ♥ Me da igual repetir quinientas veces lo mismo. xd
Muchisimos besos, guapa.(:
@1Dcausemysmile; o dicho mejor, TU NULA.♥
ya te extrañabaaaaaaaaa! me da mucha intriga todo!! te amo anaaaaa son muy lindas tus novelas
ResponderEliminarBuaf, enserio, eres genial, sigue así, porque creo que tienes muchísimo futuro como escritora, a mi también me gusta escribir, pero, nada comparado con lo que tu escribes, eres genial, enserio.
ResponderEliminarASDFGHJKLÑ.
ResponderEliminar¡HOLA!
Siento haber tardado tanto en comentar, pero es que los profes no me dejan tiempo ni para respirar D: Como es la semana antes de las vacaciones de Semana Santa y tal, todo debería ser más "Oh, vamos a no a hacer nada en clase ni a mandar tarea. Tan sólo disfrutemos de la montaña rusa que es la vida" (Acabo de plagiar a Zayn lo más grande, pero bueno). Pero NOOOOOOOOO. No puedo desfrutar de mi jodida montaña rusa. En vez de decirnos eso nos dicen: "PARA MAÑANA HACÉIS EL EJERCICIO 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 15, 36, 74 Y 82 DE LA PÁGINA 184. HABRÁ EXAMEN Y UN TRABAJO PARA EL JUEVES DE 65418451268 PÁGINAS. Hasta mañana". Y así hasta que llego a mi casa y tengo que hacer todo eso y blah blah blah.
PERO A NADIE LE IMPORTA MI VIDA DE ESTUDIANTE; así que comentemos el capítulo:
OMG! ¡Se lo confesó todo! u.u Pero ella se ha enfadado D: ¡YO QUIERO QUE LE PERDONE Y VUELVAN A SER TAN MONOS COMO ANTES! Aish, amo tus imaginas, en serio. Sobre todo este, que es más... ¿Profundo? No sé cuál es el adjetivo, pero espero que me entiendas. Además, Niall es mi asdfghjklñ, así que...
¡NO SÉ QUÉ MÁS DECIR! Pff... sorry D:
Bueno, tú sabes que amo tu novela, que escribes SUPER BIEN y espero que sigas muy pronto.
Muchos besos. I love you little princess <3