domingo, 20 de abril de 2014

TESTIGOS DE LA LUNA - Capítulo 2.

I

Ayleen y sus padres terminan de ordenar todo el equipaje en la habitación. Con el armario lleno de ropa y las repisas plagadas de libros, es momento de despedirse. Ellos tienen que volver a Aurora, su ciudad, que está lo suficientemente lejos de Chicago como para que Ayleen tuviera que buscar un lugar en que vivir allí en la ciudad. Entre lágrimas, se dicen adiós. Sus padres se marchan y ella se queda en la habitación, sintiéndola vacía, triste, sola. Está segura de que la vida que va a comenzar ahora, de universitaria, será increíble. Todos dicen que es la mejor época de la vida y ella está convencida de que será así. Pero echará de menos a sus padres, sobre todo al principio. 

Se sienta en la silla de su nuevo escritorio, dejando que las lágrimas de desconsuelo corran por sus mejillas. Cuando su respiración empieza a ser normal de nuevo y consigue dejar de llorar, va a lavarse la cara. Ese lavabo es algo más bajo que el de su casa, y le resulta ligeramente incómodo. 

“No importa”, se dice para sí, “lo pasarás bien”. 

Entonces recuerda a Connor, ese agradable chico que iba a enseñarle la residencia. Le vendrá bien tener algo que hacer y empezar a conocer gente, de modo que tras echarse máscara en las pestañas para disimular la hinchazón de sus ojos sale de la habitación. Sigue desorientada pero al menos sabe encontrar el ascensor.

Ayleen se fija en que los chicos de la habitación de los sillones ya no están allí, y no sabe por qué pero se siente alivida. Se acerca al mostrador de recepción y allí encuentra a Connor, charlando animadamente con Phil, el conserje. El joven le dice algo al adulto y se acerca a Ayleen con jovialidad. Ayleen no sabría decir si es verdaderamente tan guapo como se lo parece a ella, pero sin duda su sonrisa le favorece mucho. 

-¿Ya se han ido tus padres? –pregunta él.
-Sí –Ayleen nota que sus hombros están decaídos e intenta ponerse recta, para evitar que se note su pesar.
-No te preocupes, aquí estarás bien –se pasa una mano por la barbilla-. Antes de que se me olvide, mi habitación es la 211. Por si necesitas algo. 
-Vale –ella también sonríe tímidamente-. Espera un momento.

Ayleen se acerca a Phil y le entrega el papel, en que informa de que la habitación no parece tener desperfectos. Vuelve junto a Connor y se da cuenta de que el joven la mira de arriba a abajo mientras camina hacia él. Ayleen no dice nada, sino que oculta una risa divertida. 

-Ya estoy –respira hondo y mira directamente a los ojos azules de Connor. 
-Ven, te enseñaré dónde está el comedor.

Los dos caminan juntos hacia donde el joven se dirige.

-¿Cuántos años tienes? –pregunta Ayleen, girando un poco la cara para poder mirarle.
-Diecinueve –toman el ala derecha de un pasillo-. Tú supongo que dieciocho, ¿no?
-En realidad diecisiete –la muchacha juega con una de sus pulseras, dándole vueltas en su muñeca-. Cumplo dieciocho en diciembre.
-Vaya, eres de las pequeñas de tu generación –comenta Connor.

Al llegar al gran comedor, Connor le explica el horario de comidas y dónde está cada cosa. Ahora mismo está vacío, pero en pocas horas se llenará de comida y estudiantes para la cena. Después la lleva a la cafetería, las salas de estudio, las pistas deportivas y la piscina. 

-¿La gente realmente se baña? –pregunta Ayleen, sentándose en una de las tumbonas. 

Connor se sienta en la tumbona de al lado, de manera que quedan de frente. El sol reluce en el cielo y se refleja en la piel del chico. Ayleen no se había dado cuenta, pero ahora ve que tiene unas pocas pecas en la nariz. No le hacen menos atractivo, al contrario, le dan un toque juvenil que le favorece.

-Antes de que empiecen las clases, sí. Y luego hay algunos que siguen aprovechando los fines de semana –comenta él, tapándose el sol con una mano.
-Pues no sabía que había piscina. Ni siquiera he traído bikini –la muchacha mira al agua, que brilla como invitándola a refrescarse.
-No te preocupes, hay muchas tiendas por aquí, y seguro que puedes comprar uno.

El sonido de unos pasos hacen a Ayleen sobresaltarse. Ve cómo la expresión en la cara de Connor cambia, volviéndose hosca, y se gira para mirar quién ha podido provocar desagrado en un chico que parece permanentemente contento. 

Por un momento, deja de respirar. Ante ella camina un joven –que cree que ha visto antes mirándola en la sala de los cristales- descalzo y con una toalla en la mano. No es eso, sin embargo, lo que hace que sus labios se separen en una expresión de asombro. El joven sólo va vestido con un bañador azul oscuro, casi negro, que le llega por encima de la rodilla. Su torso bronceado está completamente desnudo, permitiendo ver sus bien formados músculos. Algunos mechones de pelo negro revuelto le caen en la frente, aunque no hace nada por apartarlos. Ignorando la presencia de Ayleen y Connor, el chico va hacia una de las duchas de la piscina y la abre. 

El agua empieza a correr por su piel, pero él no tarda en cerrar el grifo. Va hasta la piscina con el cuerpo recubierto de gotitas brillantes, y se sacude el pelo revolviéndolo con una mano, mojando toda la zona a su alrededor. Los músculos de sus brazos y espalda se contraen cuando se prepara para tirarse al agua. 

Ayleen, que había sido incapaz de dejar de mirar, logra apartar la vista cuando él se sumerge, y se vuelve hacia Connor, que contempla la escena con el ceño fruncido. De fondo se escucha el rítmico chapoteo del joven nadando.

Connor se pone en pie, y Ayleen le imita. 

-¿Qué pasa? –pregunta ella, aunque no está muy segura de tener derecho a preguntar.
-Nada –contesta él, seco-. Pero mejor vámonos.

La chica accede, aunque no le habría molestado en absoluto quedarse allí fuera, y no sólo por el buen tiempo.

-¿Quién es? 

Ayleen intenta ocupar con algo el silencio que se ha formado ente ambos; en parte se siente culpable por haber mirado tan descaradamente al joven que parece molestar tanto a su nuevo y único amigo allí.

-Derek Harris –responde Connor. 


II

Owen va de aquí para allá por la residencia, aburrido. En cuanto Derek empieza a intentar hacerse con una chica, desaparece de la faz de la Tierra, y los demás no tardan en dispersarse. Está claro que es el que mantiene la cohesión en el grupo, aunque Owen jamás lo admitiría. 

Owen va hasta la habitación de su novia y toca a la puerta, pero no recibe respuesta. Exhalando un resoplido de enfado, se dirige a la cafetería. Ya hay alguna gente allí, casi todos caras conocidas que ya estuvieron allí como mínimo el año pasado. Sin embargo, le sorprende ver, sentada sola en una mesa y mirando con resignación un batido de chocolate a la muchacha de pelo rojizo que han visto entrar antes. 

Sin dudarlo, se pide una cerveza y en cuanto se la dan, va hasta la joven solitaria. Ella le mira alzando las cejas cuando Owen coge una silla y se sienta, enfrente de la chica.

-Eres nueva, ¿no? –echa un brazo por detrás del respaldo, acomodándose en su asiento. 
-Ajá –le mira con recelo, no le ha gustado demasiado la forma de acercarse que ha tenido-. ¿Y tú eres?
-Owen –tiende una mano que la muchacha no estrecha-. Nos hemos visto antes, cuando has pasado enfrente de los sillones. 
-Lo sé –da un sorbo a su batido.
-¿Cómo te llamas?
-Ayleen –contesta ella.

Ayleen no sabe por qué, pero no se siente a gusto con ese chico allí. No le gusta cómo la mira, como si fuera superior a ella. En realidad, parece que se creyera superior al mundo. 

-¿Y qué haces aquí sola, Ayleen? –Owen se bebe la mitad de su cerveza de un único trago. 
-Estoy esperando a un amigo –responde Ayleen escuetamente.

Por un momento, Owen se pregunta si ese amigo no será Derek, pero rápidamente se da cuenta de que no puede haberlo conseguido ya. Además, ninguna chica llama amigo a Derek. O lo odian, o lo aman, no existe término medio. Owen mira alrededor. ¿Qué diría Derek si lo viera allí con la chica de pelo rojizo? No sólo porque Owen esté saliendo con su hermana, sino también porque Ayleen es el objetivo de su amigo. Los demás no interfieren cuando uno de ellos se fija en alguna chica. De todos modos, la muchacha no parece demasiado amistosa. Atractiva, pero desagradable. Da igual, en realidad, porque la personalidad importa poco en ciertos aspectos. 

-¡Ayleen!

Owen ve que los ojos de la chica se iluminan y se da la vuelta para ver a quién pertenece esa voz. Ah, sí, el tío que la acompañaba antes, cuando iba con sus padres a su habitación. Así que ese es su amigo… 

-Hola, Connor –saluda ella, dejando que el alivio se imprima en su voz. 
-En fin, yo ya me iba –Owen coge su botellín de cerveza y se levanta, despidiéndose de Ayleen con una sonrisa desconcertante.
-¿Te estaba molestando?
-No creo que esa fuera su intención. 
-Phil me ha pedido que le enseñe la residencia a un par de nuevos que acaban de llegar –Connor mira a Ayleen con verdadero pesar-, así que no sé cuándo acabaré. Pero, si quieres, para la hora de la cena paso a recogerte a tu habitación y vamos juntos.
-Está bien –ella sonríe, aunque está algo decepcionada porque pensaba que podría pasar un rato para conocer más a su nuevo amigo.
-Lo siento –Connor junta las manos a la altura de su pecho en señal de disculpa.
-No pasa nada –Ayleen se levanta tras acabarse el batido-. Tengo cosas que ordenar todavía.
-¡Hasta luego! –él se despide con la mano y sale de la cafetería a paso rápido.

Ayleen va tranquilamente hasta su habitación. Queda todavía una hora y media para la cena, y la conversación con ese tal Owen le ha hecho sentir extraña. No parecía un chico que sinceramente quisiera ser su amigo. Al llegar al pasillo del ascensor, Ayleen ve precisamente a ese tipo hablando, o más bien discutiendo, con una joven de bonito pelo negro. Tiene toda la pinta de que son pareja. 

Toma el ascensor algo preocupada por la chica de pelo negro, pero seguramente fuera alguna típica discusión entre novios, y pronto se olvida de ello. Aunque no olvida cómo la miraba Owen a pesar de que, por lo visto, ya está comprometido con otra chica. 

Ayleen tarda un rato en encontrar la ropa que busca en su nuevo armario, pero finalmente consigue sus vaqueros negros y la blusa beige que estaba buscando. No pretende arreglarse demasiado, pero le gusta verse guapa. Como tiene tiempo, se mete en la ducha y se lava el pelo, con su reproductor de música sonando de fondo en modo aleatorio. Se viste mientras escucha Summertime Sadness, y mientras se abrocha los botones de la blusa tocan a su puerta. Debe ser Connor. Todavía falta media hora para la cena, pero habrá querido llegar con tiempo.

Con el pelo mojado y una sonrisa inexplicable en los labios, Ayleen abre la puerta. Para su sorpresa, no es Connor el que aparece en su campo de visión, sino un joven de pelo negro y revuelto y piel morena, el que antes estaba en la piscina. Uno de los que la había mirado desde la habitación de los cristales. Derek Harris. 

[Aquí tenéis el segundo capítulo. Quiero dar las gracias a todas las que habéis comentado, y pedir de nuevo que lo hagáis en este capítulo, sobre todo a las que aún no me hayan hecho saber que leen. Espero que os esté gustando este principio. ¿Qué creéis que pasará con Derek? ¿Y qué papel tendrá Connor? Podéis ponerme lo que pensáis en los comentarios. Gracias otra vez por leer y comentar.]

12 comentarios:

  1. Me encanta esta nueva novela y solo llevas 2 caps, tmbn me gusta mucho la forma de narrar desde diferentes puntos de vista. Y yo creo q con el al principio no se llevaran muy bn pero luego... Se enamorarán !!! Jajaja.
    Muchos besosss Ana ;)

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  2. Esta muy bien la novela para lo poco que lleva se me hace interesante y con ganas de más, pero que pensaba, ya que es ana la que escribe seguro que me engancha y ya lo estoy! Yo pienso que natasha es la novia de owen la hermana de derek.. jajajjaa enserio ta mbn la nove sigue cuando puedas!!

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  3. Me encantaa. Sube cuando puedes que me dejas con la intriga :))

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  4. Pues yo creo que va a acabar con Connor

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  5. Ana :3
    Bueno, ya sabes lo que voy a decir. Precioso, me ha encantado. Pero es que siempre escribes muy bien yo no sé como lo haces.
    Sinceramente, no tengo ni idea de lo que puede pasar. Nada. Es que puede ser de todo. Pero espero que la sigas pronto y así lo descubro :3 jajaa
    Hoy no puedo comentarte más (aunque me gustaría), síguela pronto, que me encanta.
    (@_mysexymalik)

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  6. NOOOOOOOOO! NO ME PUEDES DEJAR ASÍ MUJER! Me encanta. HDBJSBSGSI :)

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  7. Intrigosa como siempre!

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  8. ASDFGHJKLÑ ¡Hola!

    ¿Sabes qué? Te adoro. A ti y a tu novela. A ti porque eres amor; y a tu novela porque engancha y es perfecta. Lo mejor es que siempre pienso "Ah, pues seguro que ahora pasa esto" ¡Y nunca pasa eso! Y pues necesito seguir leyendo, ¿sabes? Cosas que pasan. Déjame xD

    No sé qué más decirte. Que me encanta cómo escribes, en serio. La forma de narrar es increíble. Seguro que tienes una carrera en Literatura por ahí escondida y no nos has dicho nada. (Vale, he dicho Literatura porque es lo que me pega, pero me refiero a la carrera que hay que estudiar para ser escritora. Tú me entiendes xD)

    Dios, no sé qué me pasa hoy. No sé decir nada. O sea, no encuentro las palabras que necesito y mis frases no tienen ni pies ni cabeza.

    Olvida este comentario, ¿vale? Sólo recuerda que eres fantástica, que amo la novela y que espero que sigas muuuuy pronto :)

    Besos gigantes for you xx

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  9. Hola Ana me gustaría decirte que eres una escritora fantástica supongo q te lo dirán mucho por aquí puesto q es la pura realidad eres una Gran escritora con G mayúscula me encanta todo lo q escribes ya sea fan ficción o novelas sacadas de tu imaginación pero una cosa no quita la otra y es que tardas mucho es subir capítulo y mi problema(no se sí soy la única) es q tengo q leer el capítulo anterior para saber por donde van los tiros a mi me resulta muy fastidioso tener q hacer esto en esta nueva novela por lo poco q has subido estas subiendo coñás regularidad y me gustaría q siguiera a sí y no tener q leer el capítulo 2 de nuevo para saber de q habla el 3 espero q no te halla disgustado mi comentario porq no es lo q deseo simplemente q tengas una idea de lo q siento porq me gusta mucho tu manera de escribir y de cómo transmites todo lo que sientes a base de palabra es un bonito don q me gustaría tener a mi pero no todos lo tenemos Asiq aprovéchalo. Una fan muy grande.

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  10. Solo dos capitulos y ya estoy super enganchada estoy deseando que subas el siguiente capitulo.
    En serio ana me encanta como escribes y amo tus historias.
    Muchos besos

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  11. Me daba un palo leer esta novela por que n era de 1D... Pero la lei x q me encanta como lees! :D y cn solo dos capitulos me e enganchado! Y n la iba a leer... Si es q pa tirarme de un puente pa abajo! Esta super genial sigela pronto! ;))

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