domingo, 27 de abril de 2014

TESTIGOS DE LA LUNA - Capítulo 4.

I

Derek anda sigilosamente por el pasillo en dirección a las escaleras que llevan de la planta 2 a la 3. Se pasa la mano por el pelo, intentando arreglarlo un poco, porque aunque normalmente lo lleve revuelto, en esos momentos está verdaderamente despeinado. 

El joven se sobresalta y deja de andar cuando se encuentra a una chica justo delante de él, que venía también pensando en sus cosas y no se había dado cuenta de la presencia de Derek.

-¿Naty? –pregunta él, sorprendido de verla allí a esas horas; debe ser al menos la una de la madrugada.
-Hola, mi querido hermano –acompaña sus palabras con un saludo con la mano.
-¿Qué haces aquí? –su ceño se frunce.

Natasha mira a su hermano de la cabeza a los pies y esboza una tenue sonrisa.

-¿No me digas que tú y la pelirroja…? –levanta las cejas repetidas veces.
-¿Qué? ¡Ah! –Derek comprende por fin a lo que Natasha se está refiriendo- No, aún no –enfatiza el aún.
-Entonces es sólo Pamela, ¿no? 

Derek asiente con la cabeza e instantáneamente se queda pensativo.

-¡Eh! ¿Cómo sabes tú eso?
-Derek, una hermana sabe esas cosas –le guiña un ojo, divertida.
-Bah. Todavía no me has dicho qué haces en mitad del pasillo a estas horas.
-Pues voy a lo mismo de lo que tú vienes–alza la barbilla.

“Es verdad, la habitación de Owen está en la segunda planta”, piensa Derek. Inmediatamente empiezan a pasar por su mente cosas parecidas a las que él acaba de hacer con Pamela y le recorre un escalofrío.

-Puaj –hace una mueca de desagrado-. Tú… haciendo esas cosas… -se estremece.
-Igual que lo que tú haces –Natasha se encoge de hombros con tranquilidad.
-Pero sólo de imaginarlo –sacude la cabeza.
-Buenas noches hermanito –se pone de puntillas y le da un beso en la mejilla.
-Te diría “que tengas dulces sueños” pero supongo que no dormirás mucho –Derek exhala un suspiro de resignación.
-¡Capullo! –Naty, que ya ha empezado a andar y está de espaldas a su hermano, alza sin mirar el dedo corazón.

Derek niega con la cabeza y al ver la piel descubierta de la muñeca de su hermana, recuerda esas marcas que ha visto antes. Sabe que Owen no es el mejor tipo del mundo, pero no le cree capaz de hacer eso. ¿O sí?


II

Ayleen abre los ojos, sobresaltada por el ruido del despertador. ¿Dónde está? ¿Por qué suena la alarma si es sábado? De un golpe poco cariñoso desconecta el reloj y frotándose los ojos se incorpora en la cama. ¿Y su mesita de noche?

Entonces empieza a ubicarse, y a ser consciente de que no está en su casa. Ayer sus padres la llevaron a una residencia en Chicago, porque es allí donde va a estudiar. La alarma suena porque el horario del desayuno en fin de semana es de nueve a diez y media y no puede perdérselo. Se siente repentinamente sola, sin nadie a quien dar los buenos días, ni nadie que se los dé a ella. 

Se levanta, todavía medio dormida, y hace la cama sin ponerle demasiadas ganas. De todos modos, algo bueno tendrá que tener que sus padres no estén por allí, y es que no pueden regañarle por tener la habitación desordenada. Ayleen saca de su armario un pantalón corto de deporte gris, y una camiseta de tirantas blanca. Se calza unas zapatillas de deporte, dispuesta ante todo a estar cómoda. 

Mientras recoge su pelo en una trenza, recuerda a Connor, aquel simpático chico que ayer se hizo su amigo, y en sus pensamientos se cruza fugazmente la imagen de Derek apoyado en el marco de su puerta, con esa mirada de saber y controlar todo lo que pasa a su alrededor. 

Ayleen se está lavando la cara cuando llaman a su puerta. Se seca rápidamente con la toalla que descansa al lado del lavabo y va hasta ella, vaticinando por algún motivo que será Derek. Carraspea y abre. 

Error. Es Connor. Ayleen sonríe ampliamente y no puede evitar fijarse en los brazos del joven, que quedan descubiertos por una camiseta de tirantes. 

-¡Buenos días! –parece contento. 

Ayleen recuerda sus pensamientos de antes, y se siente mejor al darse cuenta de que sí que tiene alguien que le dé los buenos días. Alguien, en definitiva, que se preocupa por ella.

-Hola –la chica coge del escritorio la tarjeta que hace las veces de llave de su habitación-. ¿Vamos a desayunar?

Connor asiente con la cabeza. 

-¿Cómo has dormido? –se interesa él mientras bajan las escaleras de la primera planta.
-Bastante bien –Ayleen le mira-. ¿Y tú?
-Bueno, yo ya estoy acostumbrado a este sitio, así que bien también –vuelve a regalarle una sonrisa encantadora. 

Son las diez menos veinte, de modo que cuando llegan al comedor todavía no hay mucha gente desayunando, pues la mayoría espera hasta el último minuto para poder aprovechar un poco más las horas de sueño. Ayleen recorre el lugar con la mirada. 

-¿Dónde está Hugo? –se acuerda de aquel chico tan agradable al que conoció ayer, al que no ve por ninguna parte.
-Tiene entrenamiento –contesta Connor, cogiendo dos bandejas.
-¿Un sábado por la mañana? 

Él asiente con la cabeza.

-Y por la tarde. Que no estudie una carrera no quiere decir que no tenga nada que hacer –le tiende a Ayleen sus cubiertos y ella los coge.
-Bueno, aun así…

En ese preciso instante, Ayleen escucha una voz que le resulta conocida. Gira la cara para mirar quién viene y aguanta la respiración al ver a Derek, acompañado del mismo grupo con el que fue anoche a cenar. La chica morena y él parecen tener mucha confianza. ¿Estarán juntos? Ah, no, imposible. Recuerda que la vio peleando con Owen, el chico que se acercó a hablar con la propia Ayleen en la cafetería, y se notaba que era una pelea de pareja. Ayleen mira firmemente hacia delante, sabiendo que el grupo se pondrá en la cola justo detrás de ellos.


III

Derek sonríe al ver a Ayleen, la chica pelirroja, en la cola para coger las cosas del desayuno. El recuerdo del escote de ayer queda sustituido por la visión de sus piernas. Estos pantalones cortos no alzan su trasero como los vaqueros del día anterior, pero una cosa compensa la otra. Ayleen se da cuenta de que él la está mirando, se sonroja ligeramente y se pone a hablar con su acompañante, que, cómo no, es Connor Ackland. 

Derek siente un codazo en sus costillas, y ve que es su hermana la que, con mirada perspicaz, se lo ha propinado.

-No es pelirroja –susurra justo antes de colocarse detrás de ella, esperando también a servirse.

Su hermano pone los ojos en blanco. No sabe cómo, pero Natasha siempre se da cuenta de todo. Claro que, por otra parte, su mirada descarada a la muchacha tampoco daba lugar a dudas.

-¡Hola! –dice Natasha en dirección a Ayleen y Connor, tras haber cogido su bandeja. 

Derek arquea las cejas, tremendamente extrañado de que su hermana salude tan efusivamente a ese chico –especialmente después de lo ocurrido el año anterior-, pero rápidamente se da cuenta de que con quien Naty quiere hablar es con Ayleen.

Ackland da un respingo, y la pelirroja se da la vuelta. 

-Hola –sonríe ella.

Derek piensa que tiene una sonrisa bonita, natural, que junto con la trenza podría decirse que le da un toque aniñado. Además de que debe tener sólo dieciocho años. Al volverse, Derek intenta no fijarse otra vez en su escote, pues no cree que lo mejor sea empezar el día alterado, pero no puede evitarlo. En realidad, no tiene demasiado pecho. Bastante menos que Pamela, de hecho, pero no importa, porque en conjunto sigue pareciéndole muy atrayente. 

-Soy Natasha –su hermana le da dos besos a la joven pelirroja, que ha mirado a Derek de reojo. 
-Ayleen –sigue sonriendo. 

Connor pone con cara de pocos amigos una taza en la bandeja de Ayleen, y le dice que es su turno de escoger qué quiere para desayunar. 

-Luego hablamos –dice Natasha, haciéndole un gesto con la mano incitándola a que coja su comida.

Cuando la pareja se marcha en busca de una mesa donde sentarse, Derek mira a su hermana, que está cogiendo tranquilamente su desayuno.

-¿Qué ha sido eso? –le pregunta.
-¿No puedo querer hacer nuevos amigos? –ella ni siquiera le mira.
-¿Con Connor Ackland? –interviene Owen.

Natasha alza la vista hasta los ojos de su novio. 

-¡Con la chica! –exclama, exasperada- Y si quisiera intentar ser amiga de él, tampoco debería importaros.
-¡¿Después de lo que pasó el año pasado?! Claro que me importaría –Owen tiene la respiración agitada.
-Si os vais a poner a pelear a ver quién es el macho alfa de la residencia, hacedlo fuera que quiero coger mi desayuno –Axel se mete entre los tres jóvenes, que, resoplando, terminan de prepararse el desayuno y se dirigen a una mesa libre.

En realidad, a Derek le daría igual que Natasha fuera amiga de Ackland, pero le extrañaría mucho. Sin embargo, es a Owen al que parece molestarle de verdad. Es demasiado celoso.

Mientras comen, el ambiente vuelve a ser pacífico, si bien Derek habla menos que de costumbre, y no sólo porque esté preocupado por su hermana y su novio, sino porque desde su mesa puede ver perfectamente a Ayleen, que charla animadamente con Connor. De vez en cuando ríen, lo que molesta soberanamente al joven moreno.

-Me parece que te lo van a poner difícil –le dice Spike en tono jocoso al oído.
-¿Difícil? –Derek se pasa una mano por la barbilla- Quizás. Pero ya sabes que me gustan los retos.


IV

Natasha entra en su habitación para lavarse los dientes. No le gusta en absoluto el comportamiento que Owen tiene últimamente. Está posesivo, violento, poco amable. Suspira y se enjuaga la pasta de dientes de la boca. Su novio nunca ha sido especialmente cariñoso y delicado, pero antes tenía algo cautivador que está perdiendo. Y sin embargo ella le quiere igualmente.

Sale de su habitación para bajar con los demás a ver qué nuevos llegan y precisamente en ese momento la chica que su hermano dice que es pelirroja está saliendo del cuarto de al lado. Se quedan un momento mirándose, y luego se sonríen.

-¿Esta es tu habitación? –Natasha señala la tarjeta que Ayleen tiene en la mano.
-Sí, ¿esa es la tuya? 

La morena asiente con la cabeza, sin dejar de sonreír. Su hermano tiene buen gusto, sin duda. Ayleen es tal vez un poco baja, pero está bien.

-Parece que somos vecinas –comenta Natasha, cerrando su puerta-. ¿Qué vas a hacer ahora?
-Conn… -se interrumpe, pensando que quizás ella no le conozca; si Ayleen supiera…-, el chico con el que estaba en el desayuno, me ha dicho que sería una buena idea que intentara encontrar un trabajo para ganar algún dinero. Así que vamos a ir a ver si veo algo. ¿Por?
-Ah, bueno, por si te apetecía venir un poco con nosotros –hace un gesto quitándole importancia con la mano.
-Pues es que…
-No pasa nada –Natasha sonríe una vez más-. Esta tarde la pasaremos en la piscina, si te apetece venir, allí estaremos. 
-Quizá vaya, gracias –responde Ayleen.

Las chicas bajan juntas las escaleras y se despiden, pues cada una va a un sitio diferente. No obstante, está segura de que esa tarde irá a la piscina. Seguro que Derek se pone la mar de contento. 

[¿Qué os ha parecido? ¿Qué creéis que pasó con Connor, Derek y Natasha para que Owen haya dicho eso mientras esperaban para desayunar? Podéis ponerme lo que pensáis, es más, lo agradezco, en un comentario en el blog, una mención por twitter o ambas cosas. Muchas gracias por leer, y por favor si lo hacéis, comentad, es muy importante para mí.]

4 comentarios:

  1. Aiii me encanta como siempre sigue asi amorrr

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  2. Ana me encanta de verdad, te leo desde hace mas de un año y medio, y cada vez escribes mucho mejor, y enganchas más me encanta la historia. Un besito ana

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  3. Hola Ana ♥ Que sepas que a mi me está encantando.
    Al principio pensé que, no sé, al no ser de los chicos pues que seria un poco más diferente, más lioso y bueno, que me gustaria menos, pero al contrario, me gusta mucho y la verdad esque estoy enganchadísima.
    No he podido conectarme estas fiestas porque tenia que hacer mucho de deber, tenia que leerme libros, estudiar.. Aunque siempre encontraba un huequecito para pasarme por tu Twitter y mirar si habias subido. (:

    Ana, yo ya veo libros tuyos en las librerias y en los supermercados, en las listas de los más vendidos y ya te veo a tí firmando libros.
    Yo creo que si sigues así, cumpliras tus sueños y llegarás muy lejos, de verdad.

    Bueno, esto es todo.. Intentaré comentar los siguientes capitulos, aunque sea con un "Me encanta".

    Muchísimos besos (:
    Tu Nula | @ittsadreamer

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  4. Una historia que te engancha y te mantiene atrapada desde que empiezas el capítulo hasta que lo terminas, increíble. Gracias por alegrar a muchas personas con lo que escribes <3

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Motivos para sonreír.