-Los Juegos del Hambre.
-¡Cazadores de sombras!
-Es mejor Los Juegos del Hambre.
Celia observaba
desde su silla cómo los otros doce componentes del club de lectura discutían
sobre qué libro iba a ser el próximo que leyeran. Llevaban un rato peleándose,
y la situación empezaba a ser exasperante.
-¿Por qué
debería ser Los Juegos del Hambre?
-preguntó Matías a la chica que defendía ese libro.
-Porque hay película, y la actividad que vamos hacer esta vez va a ser hacer
una comparación libro-película -Celia intervino por primera vez.
Sus compañeros
la miraron con aire sorprendido. No solía meterse en qué libro leían y en las
actividades que se hacían, simplemente se dedicaba a leer, y aportaba algún que
otro dato sólo en casos muy necesarios. A ojos de los chicos, era una joven
bastante guapa cuyo misterio la hacía el doble de atractiva. Por eso la miraron
con asombro. Lo que proponía tenía lógica, y además sería una actividad menos
tediosa que un resumen del libro o el análisis de algún personaje. Seguro que
el profesor de Lengua contemplaba la propuesta con aprobación.
-Tiene razón -se
apresuró a decir la muchacha que quería ese libro.
-Es una buena idea -respaldó otro.
Así, todos
tuvieron que admitir que la propuesta era cuando menos interesante, hasta que
finalmente se decidió que Los Juegos del
Hambre fuera el libro que se leyera ese mes.
Luego
estuvieron hablando durante un rato del libro del mes anterior, aunque Celia
más de una vez se descubrió pensando en el nuevo profesor de inglés. Estaba
claro que ese hombre atraía a cualquier chica que estuviera cerca de él, pero
tenía la sensación de que él también se había mostrado levemente atraído por
ella. Era demasiada casualidad que justo después de haberle mirado el culo de
forma tan descarada que hasta Eli se había dado cuenta, le hiciera precisamente
a ella la pregunta de si tenía novio.
-¿Celia? -Leire
le dio un golpecito en el brazo y la chica volvió a la realidad.
Leire era,
junto con Eli y un par de chicas que no estaban en ese instituto, una de sus
mejores amigas. Era una joven decidida que no dudaba en decir lo que pensaba.
Esa era quizás la cualidad que sus amigas más valoraban, pues siempre sabían
cuándo estaba molesta y por qué, y si necesitaban una opinión totalmente
sincera, sólo tenían que hablar con Leire.
-¿Qué?
-preguntó Celia a su amiga.
-¿Es que no te has leído el libro? Todavía no has comentado nada -dijo esta.
-¿Qué quieres que diga? ¿Que los personajes están poco elaborados y la trama me
parece demasiado forzada? -bufó ella.
Sus compañeros
no se sorprendieron esta vez, estaban lo suficientemente acostumbrados a sus duras
críticas. Tampoco a ella le faltaba sinceridad a la hora de comentar un libro.
-Pues sí, si es
lo que piensas -respondió Leire con calma.
Los demás
componentes del club dedicaron unos minutos a analizar la opinión de Celia, y
ella volvió a desconectar; tenía otras cosas en las que pensar.
-Tenemos que ir
a la librería a pedir los libros –le comentó Leire a Celia cuando salieron de
la biblioteca; siempre eran ellas las que se encargaban de eso.
-Cierto.
Celia vio que
había un chico en la puerta del instituto, apoyado en la pared. Leire caminó
hacia él a paso rápido y enredó sus dedos en los rizos castaños del chico, para
darle un prolongado beso en los labios. Celia apartó la mirada, y se preguntó
si sería capaz de tener algo así otra vez. No creía que fuera capaz de volver a
sentir eso por alguien. Espantó los recuerdos que asaltaron su mente con un
movimiento de cabeza y se acercó a su amiga y su novio una vez estos hubieron
terminado ese apasionado beso.
-Voy a ir yo a
encargar los libros, no hace falta que vengas tú también -dijo.
-Pero... -Leire
iba a protestar.
-En serio, no
me importa ir sola -Celia sonrió y su amiga le respondió con un beso de
agradecimiento en la mejilla; así podría pasar más rato con su novio.
-Gracias, fea
-murmuró.
-Nos vemos
mañana.
Leire y su
novio echaron a andar abrazados y Celia se dio cuenta de que tenía un cordón
del Converse suelto, así que se agachó para volver a ocultarlo dentro de la
tela.
Al
incorporarse, vio que no estaba sola. Un joven alto y de piel clara la
observaba a un par de metros de distancia. Liam Payne. Algo en su postura
dejaba claro que estaba esperando para hablar con ella. Sostenía un libro en su
mano derecha que le confería aspecto de adulto, y sin embargo su sonrisa
parecía la de un adolescente.
-Cumbres Borrascosas
-dijo acercándose un paso a la chica y mostrándole la portada del libro.
-Emily Brontë
-ella citó el nombre de la autora sin mirar al libro, lo que sorprendió al
profesor.
-Veo que te
gusta la literatura -alzó las cejas.
-Precisamente
tengo que ir a la librería a encargar unos libros -intentó cortar la
conversación, que por algún motivo le parecía ilícita.
-Sólo robaré
unos minutos de tu tiempo -alargó un brazo hacia ella para evitar que se
marchara, pero lo detuvo antes de tocarla.
Celia suspiró.
-Adelante.
-¿Has leído
Cumbres Borrascosas? -preguntó él.
-No, aún no.
-Pues es una
joya de la literatura -dio un par de golpecitos en la tapa del libro.
-Me lo creo,
pero si vamos a mantener una conversación sobre...
El profesor la
interrumpió.
-Sólo quería
hacerte una propuesta. A ti y a tus compañeros del grupo de lectura.
-Acabamos de
tener una reunión, habría sido mejor hacerla allí.
No sabía por
qué, pero se sentía incómoda con esa conversación. Quizás era por el hecho de
estar a solas con un profesor, aunque fuera en la misma puerta del instituto,
lo que la hacía sentirse extraña.
-Me han dicho
que tú creaste ese club -dijo con serenidad, y pronunció la palabra
"club" de forma inglesa.
-Con una amiga
-matizó.
-Pero tu amiga
está en otra clase y no es mi alumna. Prefería hablar contigo.
-Además, la
idea fue nuestra, pero de lo único que nos encargamos es de ir a por los libros
para todos. Por lo demás, se decide todo por mayoría.
Liam Payne tomó
aire, aunque se le veía una persona tranquila y no parecía estar a punto de
perder los nervios, como ocurriría con la mayoría.
-Aun así,
¿puedo comentarte mi propuesta?
-Supongo que
sí.
-Había pensado
que a lo mejor podríais leer de vez en cuando algún libro de la literatura
inglesa.
-Como Cumbres
Borrascosas -apuntó Celia.
-Por ejemplo.
He estado hablando con vuestro profesor de Lengua. Yo subiría vuestra nota,
igual que él.
La muchacha
dedicó unos segundos a estudiar la propuesta. No estaría mal subir un poco la
nota de inglés, y estaba segura de que sus compañeros pensarían lo mismo. Sin
embargo, había algo que podría marcar una diferencia importante a la hora de
tomar una decisión.
-¿Tendríamos
que leerlos en inglés? -preguntó.
-Sin ánimo de
ofender, no creo que vuestro nivel de inglés sea suficiente para leer un libro
de hace varios siglos. Sólo pretendo que os familiaricéis con la literatura
británica.
-Ajá. Tengo que
hablar con mis compañeros, claro.
-¿Y a ti qué te
parece?
-¿A mí? Eh,
pues... bien, claro, ¿por qué no?
Miró a su
profesor por primera vez directamente a sus despiertos ojos marrones, y vio que
estaba interesado de verdad en ese asunto.
-Ah -añadió
él-. El profesor de Lengua también me ha comentado que en unas semanas
celebraréis una feria del libro.
-Mmm, sí.
Celia parpadeó
un par de veces, adivinando lo que iba a decir.
-Le he
preguntado si podría ayudaros a organizarla -comentó.
-¿Y qué ha
dicho? -fingió que no le importaba demasiado.
-Que estará
encantado de contar con mi ayuda, y dice que vosotros también -sonrió.
-Bueno, sí, eso
nunca viene mal -fue lo único que consiguió responder.
-Genial,
entonces. Coméntale a tus compañeros mi propuesta y ya me dirás qué les parece.
-Claro.
-En fin, nos
vemos -esbozó una sonrisa encantadora y se alejó de la confundida chica.
Celia se quedó
allí, inmóvil, sin entender muy bien lo que acababa de ocurrir. Se recriminó a
sí misma haber permitido que su lado tímido saliera a la luz, aunque siempre le
pasaba cuando estaba desconcertada. No, no volvería a mostrarse así. Prefería
el carácter desvergonzado del que había hecho gala durante la clase de inglés,
y ese era el que quería que la representara.
Por fin empezó
a caminar en dirección a la librería, y mientras tanto aprovechó para llamar a
su amiga Eli.
-¿Ya me has
encontrado un libro que no me dé náuseas? -preguntó ella como contestación al
teléfono.
-No, tengo algo
que seguro que te gusta más -Celia suspiró.
-Uuuh, dime.
La chica le
resumió la conversación con el profesor de inglés.
-¿Quieres mi
opinión? -dijo Eli.
-Claro.
-Al señor Payne
le has gustado, y lo que está haciendo es acercarse a ti, cariño -afirmó
rotundamente.
Celia se quedó
pasmada en el sitio. ¿Podía... ser eso cierto?
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
A mi me esta gustando bastante la historia, no te desanimes Ana y sige escribiendo, aunque haya comentarios malos, también los hay buenos, así que yo te apoyo con esta historia :D
ResponderEliminarme encanto!!! siguelo!!!
ResponderEliminarYa sigue ME ENCANTO MUCHO
ResponderEliminarsiguelaa!!
ResponderEliminarSiguelaaaaa aamotu imagiiinaaaaaL♥
ResponderEliminarMe encanta!! A la tercera persona te acostumbras jajaja... La amooo! Si subes uno cada dia genial jajaja :)
ResponderEliminarSiguelaaaaaaaaa! Mañana podria ser? Jajajaja
ResponderEliminarHola cielo :) Verás te nomine para un premio de blog afajfhasjfs
ResponderEliminarPásate esta aquí :D http://nosequepatataponeaquixd.blogspot.com.es/ UN BESO :)
P.D.: SIGUELA PRONTO ESTA GENIAL ADSFA :)
Me encantaaa siguela pronto porfiii!!!
ResponderEliminarMe encanta!! Gracias por hacerlo con Liam es tan ASFLDJGA por cierto escribes genial, no lo dejes nunca y tienes una imaginacion increible enserio, un besoo :)
ResponderEliminarVIVA LIAM JODER MR RNVAMTA LA NOVELA CARIÑO ESCRIBES GENIALMENTE BIEN!! SIGUELA PORFAVOR YA ME HE ENGANCHADO
ResponderEliminar