Estás sentada
en tu cama, con la puerta de la habitación cerrada. Por fin estás sola, o lo
suficientemente sola, como para poder llorar todo lo que no has llorado delante
de tus padres. Sobre todo porque quizás no sería justo que te vieran llorar no
por ellos, sino por Harry. Toda la seguridad que aparentabas tener era sólo una
ilusión, ahora se ha desvanecido.
No es que creas
que Jake tenga ningunas malas intenciones contigo, pues sabes lo celoso que es
Harry, que piensa eso de todo el mundo. Es que sabes que aunque no sea así, él
lo va a pasar mal, va a sufrir, y te cuesta pensar en ello y ser capaz de
soportarlo.
Por otra parte,
estás completamente sola en esta nueva ciudad.
Toc, toc.
Bueno, quizás
no completamente sola.
Te pasas el
dorso de la mano por los ojos para secar las lágrimas, aunque tampoco crees que
vaya a ocultar mucho que estabas llorando.
-¿Sí?
–preguntas, a pesar de que sólo puede ser una persona.
-¿Puedo pasar?
Por un momento
ves a Harry con el cuerpo tenso y los labios fruncidos, formando una única fina
línea, pero luego te dices a ti misma que pase lo que pase allí, él no va a
saberlo. Sufrirá por lo que invente su imaginación, no si Jake y tú estáis en
la misma habitación de forma real.
-Claro
–respondes con voz débil.
La puerta se
abre y el chico de ahora preocupados ojos azules entra al dormitorio.
-Es absurdo
preguntarte si estás bien porque nadie en tu caso lo estaría –se sienta a tu
lado en la cama-. Pero sí puedo preguntarte si algo te haría sentir mejor.
“Sí, seguir viviendo en Londres”, piensas. Sin embargo,
te encoges de hombros.
-Entiendo que
ya le eches de menos, pero… -se interrumpe al ver que estás llorando de nuevo,
ahora silenciosamente- Oh, no.
Sin preguntarte
nada –aunque de todos modos te resultaría bastante difícil poder contestarle-,
te rodea los hombros con un brazo y tú hundes la cara en su pecho, desconsolada.
Permanecéis abrazados hasta que dejas de llorar por algún motivo que
desconoces, y cuando te das cuenta de lo que estáis haciendo te apartas con
cuidado de Jake, imaginándote la cara de Harry mirándote con reprobación. Él no
parece darse cuenta de tu repentina incomodidad ante el contacto, y si lo hace,
lo disimula muy bien.
-¿Sabes qué?
Deberías salir un rato. Puedo enseñarte la zona, si quieres –te sonríe para
darte ánimos.
-No sé… -dudas.
-Lo que tú
quieras.
Tampoco tienes
nada mejor que hacer allí lo que queda de tarde, y quizás eso te ayude a
despejarte un poco. Además, no te vendría mal saber dónde hay algunas cosas
cercanas como supermercados o tiendas de ropa.
-Está bien
–sonríes débilmente y Jake se muestra realmente contento con tu decisión.
-¡Genial! El
barrio te va a encantar –se levanta de la cama y, tomándote de la mano, tira de
ti para que también te pongas en pie.
-Espera –dices
cuando le ves con intenciones de salir inmediatamente.
-¿Qué? –ladea
la cabeza.
-Voy a lavarme
la cara.
-Claro –te
suelta la mano para que puedas ir al baño.
Entras y dejas
que el agua fría te haga sentir con una nueva vitalidad. Ya que tienes que
estar allí, debes intentar pasarlo lo mejor posible. O lo menos mal de lo que
seas capaz. Le lanzas una mirada fugaz a la bañera de hidromasaje antes de
salir del aseo.
-Ya estoy
–sonríes sintiéndote un poco más fuerte.
-Pues vamos.
Jake vuelve a
cogerte de la mano, lo que tú tomas como un gesto para transmitirte ánimos, un
gesto de confianza. Sólo has hablado con él un par de veces, pero cuanto antes
os llevéis bien, mejor, ya que vais a tener que convivir durante una larga
temporada.
Bajáis las
escaleras a buen paso, y el chico decide girar a la izquierda.
-Ahí tenemos un
parque es un buen sitio para hacer deporte, pensar, o simplemente pasar un rato
sentado cuando hace buen tiempo –señala el otro lado de la acera, a vuestra
derecha.
-Cuando hace
buen tiempo –recalcas.
-Sí, bueno, ya
conoces Inglaterra –te mira esbozando una sonrisa.
Seguís
avanzando un poco por lo que parece una zona residencial.
-Un
supermercado –señala una tienda cuyo nombre no habías visto nunca-. Aunque yo
prefiero los Tesco.
-Yo también
–coincides.
-Pues hay uno
justo a la vuelta de la esquina –volvéis a girar a la izquierda-. Ahí.
-Mejor.
-Sí. He pensado
que la compra la podríamos hacer entre los dos –comenta Jake-. Para las cosas
comunes, me refiero.
-Me parece
bien.
-Perfecto.
Te sigue
enseñando unas cuantas cosas más: tiendas, un gimnasio, varias papelerías y la
parada de autobús.
-¿A qué
facultad vas? Tus padres no me dijeron qué vas a estudiar –pregunta Jake de
repente.
-Ingeniería
química –contestas.
-Vaya, suena
difícil.
-Mañana te diré
si lo es –suspiras-. ¿Y tú? ¿Qué estudias?
Coge un mapa de
los recorridos de los autobuses y te lo tiende.
-Física –se
encoge de hombros.
-¡¿Y eso no es
más difícil que ingeniería química?! –exclamas.
-Depende
–sonríe misteriosamente y mira al cielo-. Empieza a ser tarde, ¿te parece bien
que volvamos?
Tú asientes con
la cabeza y camináis en el sentido en que habéis venido.
-Si quieres,
puedo acompañarte mañana –se ofrece.
-No tienes por
qué…
-Estamos en la
misma facultad, me pilla de camino –le quita importancia con un gesto con la
mano.
-Entonces vale.
Cuando llegáis
al portal, no puedes evitar quedarte mirando una moto que hay aparcada en la
acera, un poco hacia la derecha. Por un momento crees que Harry ha vuelto a
Guildford para verte de nuevo.
-¿Te gusta?
–pregunta Jake de repente- Es mía.
Claro que Harry
no va a venir a verte a las tantas de la noche. Eso sería absurdo. Además, ni
siquiera es el mismo modelo de moto.
-Sí –sonríes
con repentina tristeza y te apresuras a entrar en el edificio.
-¿Pasa algo?
-No, nada –los
ojos empiezan a escocerte, y sabes lo que viene después.
Subes rápidamente
las escaleras, abres la puerta de la casa y te encierras en tu cuarto. Esa moto
te ha traído demasiados pensamientos que te entristecen.
-Yo prepararé
la cena –escuchas que Jake dice desde el otro lado de la puerta.
-Gracias –dices
entre sollozos.
Buscas a
tientas tu teléfono móvil, que crees recordar que dejaste en la mesita de
noche, y ves que tienes varias llamadas perdidas de Harry. A pesar de lo que
eso pueda conllevarte, pulsas el botón verde. Tarda un toque y medio en
contestar.
-¡Hola, preciosa!
–responde quizás demasiado alegre.
-¿Styles?
-¿Quién iba a
ser si no?
-Nadie, claro.
¿Te ocurre algo? –frunces el ceño.
-Nada en
absoluto.
Durante un
momento te quedas en silencio.
-¿Bombón?
¿Bombón? –pregunta él, al ver que no contestas.
Entonces te das
cuenta de a qué te recuerda el sonido de su voz.
-¡Harry! ¡Has
bebido! –exclamas.
-¿Yo?
-Sí, tú.
-Bueeeeeno…
Puede que un poquito –suelta una risita.
-Entonces tal
vez deberíamos hablar cuando estés mejor –dices con enfado.
-¡No! No, por
favor. No cuelgues –su voz suena tan suplicante que no puedes negarte; tampoco
puedes culparle por estar pasándolo mal.
-Harry, sabes
que no puedes estar un año así, ¿verdad?
-Puede que ésta
sea la mejor alternativa –responde repentinamente serio.
-No, no lo es.
-Ni siquiera
estoy borracho –protesta.
-Me da igual.
-No puedes
hacerte esto. Y tampoco puedes hacérmelo a mí.
De nuevo una
breve pausa.
-Lo siento
–contesta, y, aunque no sabes cómo, suena más sobrio.
Habláis un
poco, si bien es todo el rato de cosas insignificantes. Tú no le dices qué has
estado haciendo, porque sabes que de algún modo eso le dolerá más que no
saberlo, y él se comporta bastante bien a pesar de lo… “contento” que se encuentra. Al final llega el momento de decir
buenas noches, y cuelgas tú primero.
Tiene que estar
pasándolo realmente mal, ya que nunca le habías visto beber. Es decir, puede
que una cerveza o dos, pero nunca tanto como para que su humor cambiara
demasiado. Sin embargo, ahora lo ha hecho, y eso que te vio por última vez hace
unas horas. ¿O estará así porque estás con Jake?
Suspiras.
Tal vez esa
haya sido su forma de desahogarse, al igual que la tuya son las lágrimas. Claro
que llorar no le hace daño a nadie.
Al salir de tu cuarto –pasando antes por el baño a
lavarte la cara- para la cena, tienes en un rincón de tu mente la molesta
sensación de que, como Harry se pase todo el año así, va a acabar metido en
problemas, problemas graves.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
O soy la primera jajaja me encantaa me tienes loquita con esta novela jajaja a ver si algún dia te animas con la de niall
ResponderEliminarME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAA !!!!!!!!!!
ResponderEliminarBSSSSSS guapa
JAKE ERES GILIPOLLAS CABRON TE ODIOOOOO ERES UN MALDITOOOOO en fin ya paro xD esta novela me encanta *-* no quiero que Harry siga bebiendo:/ me da un mal presentimiento... siguela:):)
ResponderEliminar