Algo menos de doce meses antes…
-¡Styles, no
quiero!
-Venga, bombón,
que te va a encantar –no puedes verlo, pero estás segura de que está sonriendo.
-¡Que no!
–pataleas, haciendo que tus piernas choquen contra las suyas, pero él sigue
caminando como si nada.
Te tiene sujeta
por la cintura, un poco levantada del suelo para poder trasladarte mejor. Apoya
parte de tu peso en su cadera derecha, y tú usas tus manos para intentar que el
brazo que te rodea afloje la presión y puedas escapar, aunque sin mucho resultado.
No parece ni siquiera inmutarse de que estás empleando todas tus fuerzas para
que te suelte; es más fuerte de lo que pensabas.
-Harry, por
favor… -cambias de estrategia.
-Mmmm… -finge
que duda por un momento, pero luego suelta una carcajada- No.
-Eres odioso
–sueltas con fuerza todo el aire que había contenido en tus pulmones.
-Y tú una
quejica.
-Yo no te
obligo a hacer cosas que no quieres –sigues pataleando.
-Eso es lo que
tú crees.
-¡Venga ya!
-Al contrario
que tú, yo hago cosas que no quiero pero sé que a ti te van a gustar sin protestar –se para y trajina con la
mano que tiene libre.
-Pues no se
nota –contestas, demostrando que no le crees.
-De eso se
trata, de que no te des cuenta.
-Pues no quiero
que hagas cosas que no quieres hacer sólo por mí –te cruzas de brazos.
-Yo sólo quiero
ayudarte a superar tus miedos –dice Harry como quien le hablara a un loco.
-No le tengo miedo a tu moto.
-Entonces,
súbete.
-No.
-Miedica.
-Eso no
funciona conmigo.
-Sí que
funciona. ¿Recuerdas a Deborah?
El estómago te
da un vuelco al pensar en aquella chica con quien pensabas que Harry se había
acostado después de haberte conocido.
Sin darte cuenta, paras de forcejear y asientes con la cabeza.
-Pues ella se
subió en mi moto el día en que nos conocimos. Ya ves, sólo necesitó unas horas
para confiar en mí. ¿Es que tú no confías en mí?
-Eso es jugar
sucio, Styles, muy sucio –reprochas.
-En el amor y
en la guerra todo vale.
-Esto no tiene
nada que ver con el amor.
-Cierto, parece
más bien una guerra.
Suspiras y
dejas tu peso muerto. Harry se da cuenta de que ya no vas a luchar más por
escapar, y te suelta.
-Está bien
–dices, al fin, y te giras para quedar cara a cara con él.
-¿Te subirás?
-Sí –pones los
ojos en blanco.
-¿Ves? Sí que
funcionaba contigo –sonríe con autosuficiencia.
Le das un golpe
en el pecho y él te roba un beso en los labios.
-Las damas
primero –señala a su moto, que está a vuestro lado, aparcada en la acera, y
aparentemente inofensiva.
-Esta me la
pagas, Styles –dices, sentándote en la parte trasera.
-¿Te vale con
un strip-tease?
No consigues
evitar sonreír.
-No estaría mal
–asientes.
-Trato hecho
–te guiña un ojo y te tiende su casco.
Bueno, al menos
sacas algo bueno de aquello. Respiras hondo, sin saber que eso de ir en la moto
con Harry al final incluso acabará gustándote.
…
De vuelta al presente…
Sonríes,
aliviada de que por fin se haya acabado la comida, y por lo tanto la obligación
de estar sentados en esa mesa. Los novios van a hacer su baile nupcial, y tú
coges a Harry de la mano y prácticamente lo arrastras hasta la pista para
verlo.
-Cómo os gustan
estas cosas a las mujeres –te mira y alza una ceja.
-Encima de que
te libro del interrogatorio…
-Vaya,
entonces, gracias –sonríe.
-¿Han llegado a
preguntarte el grupo sanguíneo?
-Creo que a
tanto no ha llegado, no… ¿Es que no estabas prestando atención? –te lanza una
mirada de reproche, pero sabes que es de broma.
-Lo siento, no
tengo vocación de policía –te disculpas.
-Se ve que yo
sí tengo vocación de criminal –se pasa una mano alborotándose los rizos.
-Shhh –le
mandas callar, y miras a tu alrededor por si alguien lo ha oído.
-Bombón, por
favor, relájate –apoya sus manos en tus hombros y comienza a darte un masaje.
-Así es difícil
relajarse –dices con la respiración algo agitada.
-Hoy te noto
especialmente… revolucionada –escuchas una leve carcajada detrás de ti.
-No eres el
único que tiene derecho a estarlo –ladeas la cabeza.
-Me encanta.
-Lo sé.
-¿No podemos
irnos ya? –te susurra al oído con voz seductora.
-Julia me va a
matar.
-¿Por? –se hace
el inocente.
-Llevo tres
días sin dormir en el piso…
-Entonces me
matará a mí, porque es por mi culpa –sigue moviendo sus manos sobre tus
hombros.
-Pero tengo que
ayudarla a quitar las cosas… -tu queja suena realmente débil.
-Mañana por la
mañana voy con vosotras y os ayudo. De todos modos, es sólo empaquetar todas
vuestras cosas en cajas, ¿no?
-Se dice
rápido, pero no lo es.
-Sé que tienes
tantas ganas de volver a quedarte a dormir conmigo como yo –dice en voz baja.
-Ya.
-Pues no hay
más que hablar –sabes que sonríe.
-Pero tienes
que ir a ayudarnos.
-Por supuesto.
-Ah, no debería
dejarme convencer tan rápido –resoplas.
-Es que mi
poder de convicción es muy grande.
Niegas con la
cabeza, y cuando miras a la pista de baile ves que los novios ya han empezado a
bailar. Ni siquiera te has dado cuenta. Es imposible, cuando estás con Harry,
es como si el resto del mundo se desenfocara y fuera inevitable fijar los cinco
sentidos en Styles. Te preguntas si algún día dejarás de sentir esa especie de
atracción gravitatoria hacia él, pero la verdad es que no tienes ningún interés
especial en que eso pase.
Observas a los
novios bailar con la barbilla del joven su barbilla apoyada en tu hombro y sus
manos entrelazadas sobre tu vientre. Piensas en cómo vas a decirles a tus
padres que quieres mudarte al piso de Harry. Ellos creen que te quedarás en el
que tenías alquilado con Julia, pero ahora que tu amiga se va a estudiar a
Liverpool, no tienes ningún motivo para quedarte allí. Y si te fueras al piso
de Styles, ni siquiera tendrías que pagar alquiler. Si te dejaron irte a un
piso con una amiga cuando tenías dieciséis años para que pudieras estudiar en
un instituto mejor… ¿por qué no te iban a dejar irte a vivir con tu novio ahora
que eres mayor de edad? Ah, sí. Porque probablemente no quieren que él sea tu novio.
Al menos, el
hecho de que tus padres vivan a un par de horas de la capital hace un poco más
posibles tus intenciones, ya que en tu casa no puedes quedarte si quieres ir a
la universidad de Londres.
Los novios
terminan de bailar, aunque la música sigue sonando, y bastante gente se acerca
a la pista de baile. Toca una canción lenta, y alguna parte de tu mente
recuerda que ésta se llama “When I look at you”.
Giras tu rostro
hacia el de Harry, pero él tiene la mirada perdida.
-Styles –le das
un golpecito en el brazo.
-¿Sí? –te mira
tras parpadear un par de veces.
-¿Me concedes
este baile? –le tiendes una mano.
Él ríe y tú
ladeas una sonrisa.
-¿Qué pasa? Las
chicas también podemos tener iniciativa –alzas levemente la barbilla.
-Claro que sí.
-¿A lo de la
iniciativa o a lo del baile?
-A ambas cosas
–coge tu mano y te lleva hasta la pista.
Perdidos entre
el gentío, coloca ambas manos en tu cintura, y tú apoyas las tuyas en su
cuello. Vuestros cuerpos están totalmente pegados, y vuestros labios quedan a
una distancia tan pequeña que se podría describir como dolorosamente dulce. Os
movéis hacia derecha e izquierda, quizás lo que estáis haciendo ni siquiera sea
bailar, pero para vosotros es suficiente.
“Yeah when my world
is falling apart and there’s no light to break up the dark that’s when I, I, I
look at you”
-Bombón…
Le miras.
-¿Crees que tu
familia se asustará, o puedo besarte? –te mira con sus profundos ojos verdes.
-Creo que
puedes besarme… depende de cómo lo hagas –esbozas una sonrisa.
-Entendido.
Sus labios
recorren la distancia que los separaba de los tuyos, y ambos se unen en un delicado
beso. Vuestras bocas se mueven una sobre la otra, bailando al igual que todo el
mundo a vuestro alrededor. Es sencillamente un beso, un prolongado, dulce,
delicioso beso.
Os separáis al
mismo tiempo, como por acuerdo tácito. Después de eso, apoyas tu cabeza en su
pecho y seguís moviéndoos al ritmo de la música, o tal vez algo más despacio.
Te parece ver a tu madre entre la gente, mirándote, y no sabes si sus ojos
denotan reproche o ternura, así que cierras los tuyos y te abandonas a la
música y al cuerpo de Harry sujetando el tuyo.
Cuando la
canción acaba, empieza a sonar una más animada, y Styles y tú salís de la
pista. Veis que han puesto una fuente de chocolate, al lado de la cual hay
fresas, naranjas, nubes de gominola y otras frutas que no reconoces.
-¿Te apetece?
–señalas a la fuente.
-Nunca es mal
momento para un poco de chocolate –sonríe.
Camináis de la
mano hasta allí, y cogéis cada uno un palito de madera para pinchar lo que
vayáis a comer.
-Mmmm –miras
entre todas las opciones.
-Yo quiero
fresas –Harry pincha dos en su palo y las coloca bajo la cascada constante de
chocolate.
-Pues yo nubes
–haces lo mismo que él.
Al sacar
vuestros palos de la fuente, el chocolate se enfría y se endurece.
-¡Está
buenísimo! –dices, al probar la nube.
-Pues no veas
la fresa –Harry se zampa una entera-. Toma.
Te tiende su
palito de madera y le das un bocado a la fruta. Sí, está verdaderamente buena.
Styles se come tu segunda nube también de un bocado.
Tu mirada se
dirige a la cascada de chocolate y se te escapa una sonrisa pícara.
-¿En qué estás
pensando ya? –él te mira, divertido.
-En esto –metes
un dedo en la fuente y dejas que el líquido marrón resbale sobre él.
Harry te mira
sorprendido, especialmente cuando sacas el dedo y se lo ofreces.
-¿Y todo eso de
que tu familia blablablá? –pregunta.
-¡Oh, venga ya,
es sólo un dedo! –ríes.
-Está bien
–atrapa tu dedo entre sus labios y lame el chocolate.
Notas un
cosquilleo sobre tu piel, y ves que Harry te mira con ojos brillantes.
-¿Te apetece
que nos vayamos?
Tú asientes con
la cabeza.
-Mucho
–reconoces-. Voy a decirle a mis padres que me voy, espérame fuera.
-Genial –hace
un gesto como tocándose el ala de un sombrero invisible y se marcha de allí.
Buscas a tus
padres, y cuando los encuentras, les dices que estás cansada y te duele la
barriga; has comido demasiado. No estás totalmente segura de que se lo hayan
creído, pero eso ahora mismo no te importa demasiado. Te parece mucho más
importante el hecho de que Harry esté esperándote fuera con su moto, y que,
como es tradición cada vez que os montáis en ella, cuando lleguéis a su piso,
toca que te haga uno de sus strip-teases de
los que nunca te cansas. Montarse en moto puede ser interesante, después de
todo.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
Hola Ana, me encanta, menos mal que no te desanimaste con los comentarios del imagina de Liam, fue perfecto, ahora me estoy leyendo "Cumbres Borrascosas" gracias a ti jaja. Sinceramente, nada de lo que has escrito no me ha gustado, gracias por la canción, es preciosa. Espero que sigas escribiendo y sigas haciéndome imaginar, un besito :)
ResponderEliminarNo se como lo has hecho pero mientras leia el imagina he llegado a la letra de la cancion justo en el momento en que sonabaa!!! Alskdjaka espero la siguiente parte muy impacientee!!!
ResponderEliminarMeeeee encantooooo sube mañana!!! O lo mas pronto posible!! Lo ameee demasiadoooooo!!!!!!
ResponderEliminarEres genial. Gracias por subir cada dia, enserio. Me encanta absolutamente todos tus imaginas, y aunque seguro que ya te lo habran dicho, tienes un don para escribir. Quiero un libro tuyo. Xx
ResponderEliminarbest story ever ♥
ResponderEliminarAna, llevo un par de capítulos subidos que no comento, pero espero que me reconozcas por cierta cosa. Gracias por continuar este imagina, y como dice el primer comentario; por no desanimarte con todo el jaleo del imagina de Liam. Tienes una manera de escribir increíble, y unas últimas 'gracias' por subir capítulo cada día.
ResponderEliminarAtentamente, una anónima para que sonrías.