-¿Cómo que no?
–Harry va rápidamente a tu lado y mira la carta.
-Como que no,
mira. Ene, o. No –señalas el breve párrafo en que se disculpan por no tener
plazas suficientes.
-No puede ser
–te quita la carta de las manos y la lee a toda velocidad.
Tú ahora mismo
no eres capaz de pensar con claridad. Sientes como si de repente todos los
sentidos se te hubieran desenfocado, y ni siquiera escuchas del todo lo que
Harry dice.
-…haber un
error –está yendo de aquí para allá por la habitación-… hay tres en Londres y…
-tus ojos siguen su recorrido- … es imposible…
-Harry –sabes
que ha salido de tus labios porque él te mira.
-¡¿Qué?! –está
realmente nervioso.
-No hay ningún
error –dices con inusitada calma-. No quedan plazas, eso es todo.
-¿Eso es todo?
¡¿Que eso es todo?! ¡¿Cuál es la más cercana en que te han aceptado?!
¿Guildford? ¡A UNA HORA DE AQUÍ!
-¡¿Y qué hago,
Styles?! –estallas- ¿Qué hago? ¡Dime!
-¡No lo sé!
-¡Pues
entonces! ¡No puedo dejar de estudiar sólo porque la universidad que me ha
aceptado esté lejos! –te levantas del sillón y te pones en pie frente a Harry.
-¡Yo no te he
dicho que dejes de estudiar! ¡Pero no sé cómo pretendes que lo hagamos!
-Nos veremos
los fines de semana, ¡yo tampoco lo sé!
-¿Crees que voy
a poder ir todos los fines de semana a verte? Yo también tendré que estudiar,
¿sabes?
Te cruzas de
brazos, verdaderamente enfadada.
-¡Tampoco te he
pedido que lo hagas! ¡¿Y sabes qué es lo mejor de todo?! ¡Que soy yo la que se
va! ¡Soy yo la que tiene que cambiar de ciudad, la que tiene que irse lejos de
todo lo que conoce a cualquiera sabe dónde! –es posible que las lágrimas ya
hayan empezado a salir de tus ojos, pero no eres consciente de ello- ¡Y tú sólo
piensas en si tendrás que ir a verme todos los fines de semana!
-¿No entiendes
que…?
-¡No, Harry, no
entiendo nada! Podríamos hablar las cosas como las personas normales, pero,
¡no! ¡Tú acabas pensando sólo en ti, como siempre! ¡ERES UN EGOÍSTA! –le
empujas en el pecho con ambas manos, empleando todas tus fuerzas.
-¡No es culpa
mía que te vayas a otra ciudad! –se defiende.
-¡NI TAMPOCO
MÍA! –gritas.
-¡Pero no me…!
-Harry, déjame
sola, por favor –tu voz se ha convertido en un susurro.
Él te mira, y
parece consciente por primera vez de como te encuentras ahora mismo. Va a decir
algo pero tú señalas en dirección a la puerta. Hasta que no ha cogido su casco
y se ha marchado dando un fuerte golpe con la puerta, no te dejas caer en el
suelo para romper a llorar de verdad.
No sabes si
lloras porque te tienes que ir o porque Harry y tú os habéis peleado. Tal vez
por ambas cosas. Hacía mucho tiempo que no os peleabais de ese modo, y ahora no
sabes cómo va a reaccionar, cuándo vas a volver a verle, si querrá romper
contigo. Puede que quiera, teniendo en cuenta que os vais a tener que separar.
De todos modos, las relaciones a distancia no suelen durar mucho tiempo. Es
posible que Harry considere que lo mejor es acabar ya, y más después de esta
pelea. Te haces un ovillo y te pierdes en el llanto, deseando quedarte dormida,
que todo sea un sueño, que al despertar todo vaya bien. Pero no pasa nada de
eso. Lo único que ocurre es que se te acaban las lágrimas, y te encuentras
sollozando.
Al cabo de un
rato, te descubres a ti misma con la mirada perdida en el techo. Piensas que
necesitas hablar con alguien. La primera persona que se te viene a la cabeza es
Harry, pero eso no es una buena opción. Luego piensas en Julia, pero por algún
motivo, en realidad lo que quieres es hablar con tus padres.
Te levantas
sintiendo los músculos doloridos por llevar tanto rato sentada en la misma
postura, y vas hacia el teléfono. Intentas ignorar los papeles que hay en el
sillón, y la carta echa una bola de papel que hay en el suelo; ni siquiera te
has dado cuenta de cuándo la ha tirado Harry.
Marcas el
número de tu casa –la de tus padres-, y esperas a que contesten.
-¿Sí? –escuchas
la familiar voz de tu madre.
-Mamá…
-sollozas de nuevo.
-Cielo, ¿qué te
pasa? –ahora su voz suena, además, preocupada.
No puedes
evitar sentirte como cuando eras una niña pequeña y tu madre te preguntaba qué
te pasaba al verte triste.
-No me… -las
palabras se atropellan en tu garganta y no consiguen salir- No voy a… No me han
aceptado en la universidad de Londres.
-¿Por qué? ¿Qué
ha pasado?
-No les quedan
plazas…
-¿Y en cuál te
han aceptado?
Piensas durante
un momento. La verdad es que no lo recuerdas, sólo sabes que la de Guildford es
la más cercana a Londres.
-En Guildford…
-¿Ninguna más?
-Sí, pero ésa
es la que está más cerca y…
-Bueno, cariño,
ahora lo ves mal, pero no es tan grave. Tendrás la oportunidad de hacer nuevos
amigos, conocer otros lugares…
-¡Pero yo no
quiero eso! –exclamas, frustrada- ¡Yo quiero estar con Harry!
El tono de tu
madre se endurece.
-Pues deja de
estudiar y quédate con él.
-Mamá, no
utilices eso conmigo.
-Entonces tú
acepta lo que tienes.
-¿No puedo
querer las dos cosas?
-Puedes, pero
tienes que tener claro a cuál de ellas estás dispuesta a renunciar.
-Lo siento, no
ha sido una buena idea llamarte –vas a colgar, y tu madre lo intuye.
-¡Espera!
-¿Qué, mamá?
–te escuchas a ti misma cansada.
-Discúlpame. Lo
tienes que estar pasando mal, lo siento.
-Es igual.
Bueno, ahora tendré que buscarme un sitio donde vivir allí.
-No, tú no te
preocupes por eso, ya nos encargamos papá y yo. Quieres en Guildford, ¿no?
-Sí.
-Pues no te
agobies, nosotros lo organizamos.
-Gracias.
-De nada,
cielo.
-Me voy ya. Y,
por favor, la próxima vez intenta que no se te note tanto lo aliviada que estás
de que me vaya de Londres –dices antes de colgar.
Sabes que no
deberías haberlo dicho, pero no has podido evitarlo. Eso no va a mejorar
precisamente tu actual relación con ellos, aunque, ¿qué más da ya?
Tienes tantos
sentimientos en tu interior ahora mismo que, en un arrebato, coges las llaves
de tu casa y sales de ella. No llevas un rumbo en especial, de todos modos,
tampoco tienes demasiados amigos en Londres a los que ir a visitar. Por primera
vez, el destino decide no ser especialmente cruel y no pone en tu camino a
parejas felices cogidas de la mano, pero eso no te hace sentir mejor.
Quizás habría
sido mejor que te hubieras quedado en casa, pues el aire fresco de la calle no
parece mejorar nada. La única forma de solucionar tu problema sería pudiendo
estudiar en Londres, reconciliándote con Harry y logrando que tus padres lo
aceptaran a él. Sí, es bastante más complejo que una única cosa.
De repente,
descubres que estás parada en la puerta del restaurante donde trabaja Harry,
claro que él no está allí hoy, ya que no es fin de semana. Miras a tus pies,
como regañándoles por haberte llevado hasta allí. Sin embargo, entras.
-Hola, trocito
de chocolate.
-¡Patrick! -esbozas una sonrisa en dirección al camarero que acaba de pasar a
tu lado.
Patrick es otro
camarero que trabaja allí toda la semana, y podría decirse que es un amigo de
Harry, y quizás también tuyo, ya que vas mucho por allí. Te llama "trocito
de chocolate" como broma al hecho de que tu novio te llama
"bombón".
-Hacía mucho
que no te veía –comenta, colocando cubiertos limpios en una mesa vacía.
-Sí, he estado
algo liada últimamente –suspiras.
-¿Y Harry?
–mira a tu alrededor, buscándolo.
-Eso me
pregunto yo –dices en un susurro.
-¿Pasa algo?
–deja lo que está haciendo y se acerca un poco más a ti.
-Me voy de
Londres.
-¿Te vas? –no
parece comprender.
-Sí, a
estudiar.
-¿A dónde?
-Guildford.
-Guau.
-Ya.
Miras al chico,
pensando que es el único que ha tenido una reacción normal ante tu noticia. No se ha enfadado contigo, ni se ha
alegrado.
-Así que os
habéis peleado –concluye.
-Sí –reconoces.
-Se le pasará
en un rato, ya verás.
-Conociéndole,
no estoy tan segura…
-Harry es
impulsivo, ya lo sabes. Dice y hace cosas sin pensarlo, pero luego se
arrepiente.
-Ya, pero desde
que se arrepiente hasta que pide perdón…
-Pueden pasar
siglos, sí –sonríe.
-Claro que esta
vez yo también debería pedirle perdón a él –reflexionas.
-¿Le dijiste
algo grave?
-Egoísta.
-No es nada que
vosotros no podáis solucionar –te anima.
-Eso espero.
Patrick va a
por vasos para la mesa y vuelve al minuto.
-Mira, Tracey
–su novia- lleva dos años viviendo en Winchester, y seguimos juntos.
-¿Vas tú a
verla o viene ella?
-Un poco de
todo. Nos ponemos de acuerdo –te mira fugazmente y comienza a hacer formas
elegantes con las servilletas-. No te digo que sea fácil, porque no lo es, y
hemos pensado varias veces en dejarlo. Pero no lo hemos hecho, porque se puede
llevar adelante.
-Gracias, Pat
–ladeas una sonrisa algo triste.
-No hay de qué,
trocito de chocolate –te da suavemente con el puño en el brazo, en un gesto de
compañerismo.
-Me voy, que debes
tener cosas que hacer. Hasta luego –te despides con un gesto de la mano y él
hace lo mismo.
Sales del
restaurante un poco más animada cuando ves a un motorista recorrer la calle a
toda velocidad, muy por encima del límite permitido. Peligrosamente por encima.
Estás segura de que si se chocara a esa velocidad, se mataría. Y, sólo cuando
ya está desapareciendo en la distancia, te das cuenta de que el motorista que
está poniendo su vida en peligro es Harry, y probablemente la responsable de
que esté haciendo eso seas tú.
[Espero que os haya gustado. Por favor, mencionadme en twitter o comentad con vuestra opinión, y marcad en las casillas de abajo la opción que más se asemeje a lo que os ha parecido el #Imagina, ES MUY IMPORTANTE, gracias.]
Es geeeeeeenial cielo. Como siempre, cada vez te superas un pocito más. Espero que subas pronto el siguiente porque dejarnos así no es sano.
ResponderEliminarUn beso <3
Esto no tiene que ser bueno, COMO ME VICIAN TANTO TUS NOVELAS? Eres genial, siguela por fii me encantaa
ResponderEliminares perfecta , me encanta .Me encanta como escribes sigue asi por favor y siguela pronto plissss
ResponderEliminarbssss guapaaa
Me encanta no hay nada mas que decir. Tu novela es sin duda la mejor que he leido cielo de verdad :D
ResponderEliminarAna, tengo que decirte varias cosas y no sé por dónde empezar. El imagina cada día me está gustando más asdfhklkjhgf, digamos que cada día te superas más.
ResponderEliminarY no me puedes dejar así. Harry y ''Bombón'' se tienen que perdonar y tienen que estar juntos y felices y argrgokgorg son tan adorables juntos que no pueden acabar así. Espero que subas pronto :)
Me drogo con tus novelas, definitivamente. Son geniales. Como se está poniendo la novela. Espero que te vaya todo bien en lo personal, y relajate, sube cuando puedas. Espero que leas este mensaje, porque, es de una anónima para que sonrías :)
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